“Río Candelaria o de Santa Candelaria y Azopardo son las principales toponimias de Otón Gustavo de Nordenskjöld. Las de lago Solier, lagunas Suecas y río Joffre andan en aguas de borrajas”, nos explica Juan E. Belza en su tan sugestivo como imprescindible libro Romancero del topónimo fueguino. Discusión histórica de su origen y fortuna, Instituto de Investigaciones Históricas, Tierra del Fuego, Argentina, 1978. Recordemos que en toda la zona Norte de Tierra del Fuego argentina tan sólo existían dos reducidos núcleos de población: los caseríos de “El Páramo” con la comisaría de “San Sebastián” y la “Misión Salesiana de la Candelaria” en la margen izquierda del río Grande, a tres millas de la desembocadura.