Opinión

Fuentes de inspiración literaria en el ‘Himno’ de Eduardo Pondal

Además de Florián de Ocampo –Cronista de Carlos V, de linaje gallego– y sus conocimientos historiográficos acerca del dios Breogán, junto con las “glosas” de Joan Anio o Joan de Viterbo, existe otra fuente de propagación de tales tradiciones. Pues, en efecto, el hecho de que España intentara ayudar a Irlanda, sin comprenderla, a juicio de Mathew, manifiesta unas estrechas relaciones de nacionalidad. A este propósito dedicó un libro el notorio historiador Emilio González López, quien tantísimos datos compilara sobre este tema. Hagámonos ahora la siguiente pregunta: ¿cuáles fueron los más significativos episodios de estas relaciones, en Galicia? La estancia de Stukeley en Viveiro en 1570 o la formación del Cuerpo de Voluntarios para la expedición Fitzmaurice en 1579.

Fuentes de inspiración literaria en el ‘Himno’ de Eduardo Pondal

“Lembremos asimesmo o establecemento en Compostela do ‘metropolitano de Irlanda’ no Convento de San Francisco en 1598”, expresó el inolvidable profesor y escritor Xosé Fernando Filgueira Valverde en su monografía O Himno Galego. Da “Marcha do Reino de Galicia” a “Os Pinos” de Veiga e Pondal, Caixa de Pontevedra, Pontevedra, 1991. Tampoco olvidemos la fundación del Colegio de Irlandeses en la “Rúa Nova” compostelana en 1603. Y también, ¿cómo no?, la presencia de maestros como White y Synnot. Y de un historiador como O’Sullivan. Y por descontado, los “cabezaleiros da Independencia”, caso de O´Neil, el hijo de Tyrone, o de O´Donnell, quienes evocaban a su “devanceiro” Breogán en la Torre de A Coruña. Aparte de la entrada de tantos nobles en los linajes de nuestros pazos gallegos.

Era natural, por ende, que el historiador Álvarez Sotelo sintiese interés por evidenciar los nexos de los viejos hechos de nuestros descubrimientos y de la ocupación de Irlanda, en su obra Historia del Reino de Galicia. Si consideramos la época del Romanticismo, esta preocupación del “origen céltico” se acrecienta, con Verea y Aguilar, además de Manuel Murguía, quien tenía conocimiento del “Leabhar Gakbhala”. A través de ellos, desde luego, Eduardo Pondal estaría sabedor de tales referencias históricas y mitológicas. Probablemente no dejaría de leer a Florián de Ocampo y algunas partes del libro de Álvarez Sotelo en la obra Galicia de La Iglesia. ¡Y cómo no resaltar la apasionada lectura de los “Cantos” de Ossián –o, mejor digamos, el “falso Ossián”– del poeta Macpherson!

Todo en su conjunto concedió aliento poético al vate Pondal para su idea de sustituir el “Olimpo” clásico greco-romano –dentro de su estética del “parnasianismo” francés, por la divinidad y los héroes de los pueblos célticos. Mas, ¿cuáles fueron los textos del Libro de las Conquistas que inspiraron a nuestro bardo en aras de la glorificación del dios Breogán? Espiguemos algunos de ellos: “Un hijo le nació a Brath, hijo de Death, después de estar en España: Breoghan’, su nombre. Fue criado hasta que fue dispuesto a tomar las armas. Brath murió después de un tiempo, ocupando ‘Breoghan’ el principado. Entonces se levantaron contiendas y discordias entre las distintas razas de España y de la tribu Gedheal, tantas fueron las escaramuzas que hubo entre ellos. Sin embargo, fue ‘Breoghan’ con sus soldados y pueblo quien salió victorioso en todos los combates, tanto que las tribus de España fueron sometidas, al cabo, a él”.