Opinión

Para Hernán VillarinoTemprano aprendimos a amar los libros, esos extraños objetos que olían con incomparables aromas, excitándonos aún antes de abrir sus páginas y desentrañar los signos de la escritura.
Los historiadores del galleguismo dentro de sus diferentes etapas –desde el prenacionalismo hasta el nacionalismo– están de acuerdo en atribuir a Manuel Murguía la paternidad de “la teorización del hecho diferencial gallego”, fundamento teórico del movimiento cultural y político del galleguismo.
Los periódicos alaban la imagen –de hace dos días– del rey de España haciendo manitas con el emir de Kuwait, sentados ambos en doradas butacas poltronas mientras aplaudían el desfile de tanques y misiles recientemente comprados a las empresas del llamado Occidente. La prensa, la voz de su amo, hizo lo propio cuando Aznar o Zapatero se arrimaron a Gadafi, al que ahora no parecen conocer.
Con la dinámica de revoluciones en el mundo árabe y a la expectativa de qué será lo que finalmente suceda en la Libia de Muammar al Gadafi, pocos análisis han enfocado en cómo Israel observa los actuales acontecimientos en la región, y cuáles son sus perspectivas a corto y mediano plazo.
No es fácil reflexionar en estos tiempos. En verdad tal vez nunca fue fácil reflexionar. Han dividido aguas. Se miente, se roba, se levantan banderas de irracionalidad, de ortodoxia. Se tergiversa. Se habla de héroes que son ladrones, de gobiernos populistas que lo enturbian todo. Hay rencor, venganza, hipocresía. Es tan grosero que no se ve, que no se quiere ver. La experiencia política es también percepción de la perdida.
Hay dos placeres endémicos en el ser humano: el amor –instinto vital de reproducción– y comer, acto trascendental de la supervivencia. A partir de esa reacción, se han unido los valores imperecederos que forjan la esencia de su estirpe por encima de la propia existencia: Muerte.
Entré en el banco para cobrar un cheque por honorarios contables, cantidad modesta, por no decir exigua… Pasé el documento a la cajera, junto con mi cédula de identidad, cuyo número había yo anotado en el reverso, además del teléfono de contacto.
“Esta Agenda es un reconocimiento a la historia de las mujeres trabajando por la paz que es tan larga como la historia del mundo. Mi agradecimiento para Raquel Martín Sánchez, que en el año 2008 dio una hermosa conferencia en la ‘Fundación Entredós’ que despertó mi curiosidad para seguir investigando.
Cuando comencé a elaborar el libro ‘Cocina Celta, recetas y leyendas’, la mayor fuente de información sobre el modo de comer de los clanes celtas fue su mitología; en sus leyendas encontré muchas referencias a sus alimentos cotidianos, jabalí, cordero, salmón, apio, cerveza, eran los preferidos de sus dioses y héroes, y en las mesas de ultratumba nunca faltaban.
Los periodistas actuamos como las hienas: nos defendemos corporativamente aunque no tengamos razón y, además, pretendemos distanciarnos del muerto que devoramos señalando a quien tiene la pistola. Hoy vivimos tres grandes temas periodísticos de los que deberíamos aprender a medir a la Prensa, aprender a leerla y descreerla. En los tres casos se manifiesta cerril ese nacionalismo español que con tanto españolismo se niega.
Para el Partido Socialista Obrero Español y para el Partido Popular, España es un coto privado donde ellos deciden todo, nombran los capataces para que todo marche como ellos decidan y allí entre quien no les cree ningún problema, para poder seguir disfrutando de las ventajas del sistema que ellos mismos se han creado.
Cada fin de semana acudimos a un geriátrico en las afueras de la ciudad. Es un edificio níveo levantado en una inclinada ladera resquebrajada y recubierta de hierbajos. Allí la caridad de algunos y el abandono de otros amontonaron, igual a trastos inservibles, a docenas de ancianos que rumian sus agonías entre la amargura del tiempo perdido.
Micaela quedó fascinada con el pequeño adminículo electrónico donde voy acumulando libros. Quiso continuar con la lectura de Gide sobre Dostoievski… Le encantaban –como a mí– estos ejercicios indagatorios de meta literatura; coincidíamos en que puede ser entrañable disfrute analizar las palabras de otro, glosarlas y comentarlas como si las reescribiéramos; es parte del reto borgeano de la biblioteca infinita...
El modelo turco se puede convertir en una referencia viable para los cambios que actualmente están transcendiendo al mundo árabe, y que ya llevaron a la caída del régimen de Ben Alí en Túnez y la remoción del presidente egipcio Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.
Los hombres con tal comando de sus intestinos que puedan tirarse pedos continuamente a voluntad, de manera tal que produzcan el efecto de una canción.San Agustín (La ciudad de Dios)Hay cosas en el amor muy similares a las cuestiones del poder. Del celestial o del terrenal.
Los historiadores de la literatura gallega parecen coincidir en el hecho de que fuese el poeta Aurelio Aguirre, el admirado amor de Rosalía de Castro, el primer crítico literario que tuvo Manuel Murguía, quien sería el esposo de la Cantora del Sar.
Menos mal que existe el resto del mundo para que España sea observada con distancia. Es la misma distancia con la que la práctica mayoría de españoles de hace cuarenta años defendía la dictadura franquista de toda aquella perversión que venía de más al norte de los Pirineos.
Don Luís Seoane anda camiñando sen acougo. Vai comentando co seu compañeiro Lorenzo Varela que a sesión do Senado na que se derogou o dereito a votar nas eleccións municipais é o máis lamentable e egoísta triunfo dos ignorantes mesturadores de dereitos con xeografía e sentimentos.
Dicen que recordar es propio de los humanos, aunque se dice también que los elefantes poseen grande memoria, a la par de su envergadura corporal, y que las ballenas son memoriosas y que las tortugas combinan memoria y sabiduría, constituyendo su imagen símbolo mítico de ambas cualidades en culturas tan distantes y disímiles, como lo son Rapa Nui, Noruega o el alto Amazonas… Yo recuerdo y soy memorioso, a veces menos de lo que esperaría; en
Los álamos se hallaban deshojados, casi turbios; el castaño áspero, la higuera inerte, las paredes de la casa mantenidas con clavos de retraimiento. Las cuartillas escritas durante tantas noches, acumuladas en el aparador, eran borradores colmados de una letra menuda, apretada, y si las acercaba al rostro, olían a pistilos de azafrán.