Galicia desde antiguo, asomada a la mar que la penetra pacífico por cientos de Rías hospitalarias, fue tierra con vocación marinera, calidad de anduriña. Ya en tiempos míticos los hijos de Breogán habían domado cual Hércules intrépidos las olas del Tenebroso para arribar a las verdes costas de Irlanda e iniciar heroicas sagas familiares que han quedado inscriptas con sangre y fuego en el Libro de las Invasiones.