Opinión

La emigración, Feijóo y Castelao Bragaña

Empieza a preocuparme la demora en el nombramiento del nuevo secretario xeral de Emigración de la Xunta. O la demora está determinada por la importancia que el PP le da a esta responsabilidad y está estudiando muy bien el candidato o de lo contrario, Feijóo no pensaba ganar las elecciones y la persona para este cargo no lo tenía en la mente.
La emigración, Feijóo y Castelao Bragaña
Empieza a preocuparme la demora en el nombramiento del nuevo secretario xeral de Emigración de la Xunta. O la demora está determinada por la importancia que el PP le da a esta responsabilidad y está estudiando muy bien el candidato o de lo contrario, Feijóo no pensaba ganar las elecciones y la persona para este cargo no lo tenía en la mente. Los rumores de los últimos días, de que el candidato podía ser un hombre que reside en Buenos Aires, persona de confianza de Alfredo Baltar, hicieron prender todas las alarmas. De haberlo nombrado podía el nuevo presidente generar el primer resbalón institucional. Parece ser que los informes que le fueron llegando de las personas que conocen el Río de la Plata, le hicieron cambiar de opinión. Seguramente a esto se deba el retraso del nombramiento. De todos modos muchas son las cosas que me preocupan, que creo que el nuevo gobierno debe abordar: En primer lugar es devolverle a la emigración el lugar que por derecho tiene en el propio gobierno gallego. Durante el último gobierno de Manuel Fraga se creo la Consellería de Emigración, donde Aurelio Miras Portugal dio un cambio positivo en la política migratoria. Durante su mandato se crearon distintos espacios de participación de los movimientos migratorios, sociales y sindicales. También se potenciaron foros de encuentros, en distintos países latinoamericanos, donde se potenciaron el ida y vuelta entre ambas realidades. Entre las dos Galicias.
Con el gobierno de Touriño, por imposición del BNG, esta consellería pasó a ser Secretaría y los emigrantes volvieron a perder un lugar donde se definen las políticas para nuestro país.
Pensé que Feijóo –que me parece un hombre sin complejos e inteligente– volvería a crear la Consellería de Emigración. Lamentablemente, con el cuento de unos y otros de reducir gastos y puestos de designación política, la emigración nuevamente queda relegada.
Mientras escribo este artículo, que espero que lea el nuevo presidente, me preguntaba para adentro: ¿Es tan difícil nombrar a un secretario xeral de Emigración, cuando el PP ha tenido hasta hace muy poco tiempo a un diputado por la emigración que fue Castelao Bragaña?
Creo que los lectores conocen de sobra los méritos de mi amigo Castelao. El que fuera presidente del Consejo General de la Emigración, es un hombre formado en la Argentina, abogado, con talante dialogante, inteligente, honesto y lo más importante una gran persona. Me animo a decir más, Castelao siempre ha defendido a la emigración independientemente de su propio partido, poniendo en lo más elevado los derechos de los emigrantes. Y de esto puedo dar pruebas, por haber sido compañero suyo, en el Consejo General de la Emigración, por más de diez años.
Pocas personas en nuestro país conocen tan bien la emigración y sus necesidades. Yo me pregunto: señor Feijóo, ¿Galicia y su gobierno se pueden dar el lujo de no proponerle esta responsabilidad?