Opinión

Corría el año 1935. Aunque todavía no gozara de la justa fama que, a partir de la primera década después de su muerte, lo iba a convertir en uno de los más significativos escritores argentinos contemporáneos, Roberto Arlt (nacido, con el siglo, en abril de 1900, y que iba a fallecer un 26 de julio de 1942), ya había probado el éxito.
“La dimensión histórica de todo lo que acabamos de reseñar es imponderable y sus efectos están patentes en la vida medieval de los pueblos y ciudades que giraron alrededor de Compostela, constituida como centro religioso, cultural y artístico de Galicia y de toda España”, afirma el historiador Hipólito de Sa Bravo, de las Reales Academias de la Historia y Gallega, en su monografía titulada Influencias del Camino de Santiago
Laura Isola, socióloga y periodista, en su artículo ‘Gombrowicz en Buenos Aires’, dice: “Al cruzar el Atlántico en sentido inverso, rumbo a Europa, no pude dejar de pensar en la Argentina. Y una vez más, el mapa territorio se desvanece y se vacía de paisajes para dar lugar a la especulación sobre la existencia (…).
A mí no me van a ver ustedes acampado en un sofá en el centro de mi pueblo porque no estoy de acuerdo con esta estrategia del 15-M (es demasiado minoritaria como para perpetuarse en la calle) y soy partidario de buscar nuevos métodos para desenmascarar la indiscutible corrupción, pero no se me ocurre una sola razón democrática, ni de izquierdas o de derechas, para impedir a estos ciudadanos continuar su campamento eventual, y mucho menos para
El análisis preliminar de las elecciones municipales y autonómicas celebradas el pasado 22 de mayo en España, identifica una contundente e inobjetable victoria para el derechista Partido Popular (PP), la formación opositora que se ha beneficiado de la debacle del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del desgaste del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El hombre camina por las calles del centro con su amigo gallego. El hombre conversa y escucha. Manuel Suárez Suárez, su amigo gallego, le habla de Compostela, de nombres, de apellidos. Habla también de Montevideo, de las calles de Buenos Aires, de los centros gallegos, de la diáspora. El hombre lo escucha y también hace referencias a la situación política y económica, a los vaivenes. El amigo gallego, Manuel, vino por poco tiempo.
La humanidad, partiendo del principio de los tiempos, cuando las primeras moléculas se fueron organizando –no al azar, sino obligadas por la mecánica de la existencia– y abrieron al alba el caldo espeso de la vida, ya tenía dentro el germen que millones de años más tarde resurgiría con las preguntas de nuestro incierto futuro: ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? ¿Qué somos? ¿Por qué
Habitualmente, a este fenómeno de los países que son poblados por extranjeros, a los países de formación aluvial, como bien definió el lúcido José Luis Romero, en la parte dolorosa que encierra, en el hecho de abandonar otra patria, siempre se lo presenta desde el punto de vista de esos extranjeros, digamos de los padres, de los que vinieron de otros países y tuvieron que sufrir el desgarramiento de dejarlos, de alejarse.
“En este libro, que tengo la honra de presentar, hay un gigantesco esfuerzo investigador, y aunque se le cerraron al autor las puertas de los archivos diocesanos, se le franquearon las puertas del Archivo Secreto Vaticano en las secciones de los fondos de Secretaría de Estado y en los fondos de Representación Pontificia”, escribe el historiador y profesor Xosé Ramón Barreiro Fernández en el ‘Prólogo’ de Cruzados o herejes.
Recordando la fecha de la edición en 1863 del libro ‘Cantares Gallegos’ de Rosalía de Castro, en La Habana (¡cuántas cosas importantes pasaron en la diáspora!), se celebró nuevamente el 17 de Mayo pasado el ‘Día das Letras Galegas’. La Edición 2011 fue dedicada al poeta Lois Pereiro.
España era igual de corrupta hace veinte o treinta años. El franquismo no sólo se ocupó de fusilar y torturar sino que planificó una economía desastrosa, impulsó el engaño del ladrillo, censuró la creatividad industrial, fomentó la subvención y el paternalismo sobre los emprendedores y dio cobijo a ilustres familias de especuladores y rentistas antes que dinamizadores de una economía más competitiva con
“Madrid es un pueblo de dejar solos a sus propios hijos, a sus propios grandes hombres –escribió el gran Don Ramón Gómez de la Serna–. No se preocupa nadie de ellos. Viven perdidos”. Ciento veintiuno para el XXI: madrileños es el título de la obra del escritor, profesor y periodista Federico Sánchez Aguilar, publicada en Madrid e impresa en Vía Gráfica, Fuenlabrada, 2003.
En principio, me desilusionó.  Después de tanta hipócrita bulla mediática, que aprovechó para clamar “¡censura!” un leve desacuerdo inicial, rápida y limpiamente cicatrizado por la Presidenta argentina, Mario Vargas Llosa habló al fin en la mal llamada Feria del Libro de Buenos Aires (que debería ser en realidad Feria del Negocio del Libro).
Según el francés Brillat-Savarin, anfitrión es aquel que nos recibe en su casa, nos da de comer, y se encarga de hacernos sentir bien mientras estamos bajo su techo.
Durante la euforia urbanística, no se escribió ni una línea de gran titular ni se produjeron visitas reales a las familias plebeyas en relación a los trabajadores muertos en la construcción, en siniestros que no se habrían producido jamás en países más avanzados/democráticos que España. En ninguno de esos años los muertos bajaron de 250. Comparemos. “España llora la tragedia de Lorca”.
La contundente victoria del Partido Nacionalista Escocés (PNE) en las elecciones autonómicas celebradas a comienzos de mayo en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, deja entrever un escenario abierto para la posible independencia escocesa de Gran Bretaña, a través de un referendo popular a celebrarse en los próximos años.
El fin de semana, próximo a romper el claroscuro del alba –una vez cruzada la cordillera del Atlas viniendo de Marraquech y dejando atrás las alturas del volcán fósil del Sirua, al encuentro de la recordada Al Mahbes de los años juveniles en alquerías de soledades y espasmos en el alma– arribé al Sahara.
La barra del ‘Rover’ anda a vueltas con la fecha del 18 de mayo que recuerda el triunfo militar artiguista en los campos de Las Piedras. Unos dicen que hace ahora doscientos años fue cuando empezó todo y otros dicen que recién a partir de 1825 o 1830 podemos hablar de independencia. Es cierto que el tema tiene divididos a los historiadores pero hay coincidencia en recordar el heroico esfuerzo del gran José Artigas.
Tal vez persiguiendo musas esquivas, o queriendo descifrar imágenes detrás de los espejos, o simplemente volver a respirar el aire de mi valle y oír el rumor de mi río Sil, releo a Antonio Paz Míguez, que en su libro ‘Galicia, tierra de peregrinar’ nos recuerda: “Hay un río en Galicia que tiene su leyenda, y como toda leyenda, una oculta verdad que no siempre se alcanza a descubrir como se debe.