Opinión

‘El Encanto de la Zarzuela’, obra de Federico Sánchez Aguilar

“Antes que nada, Federico Sánchez Aguilar es un intelectual al que la verdad ha hecho libre.
‘El Encanto de la Zarzuela’, obra de Federico Sánchez Aguilar
“Antes que nada, Federico Sánchez Aguilar es un intelectual al que la verdad ha hecho libre. Ni los convencionalismos ni las exclusiones de la caverna derechista o izquierdista ni lo políticamente correcto ni las modas y los modos han fragilizado su permanente voluntad de servir a la verdad”, escribe Luis María Ansón, de la Real Academia Española de la Lengua, en el ‘Prólogo’ que dedicó al bello y sugestivo libro titulado El Encanto de la Zarzuela, obra del escritor madrileño y académico de la Historia, sociólogo y periodista así como profesor del Instituto de Comunicación Radiofónica de la Universidad Complutense de Madrid. El volumen, impreso en Madrid, agosto, 2010, exhibe la portada de Marina Muñoz y la cita literaria de Federico Romero: “Llegará el día en que la zarzuela regresará triunfante de Hispanoamérica para reimplantarse gloriosamente en España”.
“La zarzuela nació en Madrid y desde Madrid se extendió por el resto de la Península y la totalidad de las provincias ultramarinas –señala la concejala-presidenta del Distrito de Tetuán Paloma García Romero en sus palabras de “Motivación”–. Es un género madrileño por antonomasia en cuyos argumentos quedan reflejados, en buena medida, tipos, costumbres, tradiciones y momentos históricos de la Villa”. Ciertamente, muchos de los avatares sociales de los siglos XVIII, XIX y primera mitad del siglo XX hallan resonancia en los libretos de don Ramón de la Cruz y Ricardo de la Vega, Luis Mariano de Larra y Pío Baroja, Jacinto Benavente, Ramos de Castro y Federico Romero. Un madrileñísimo estilo musical nacido de la inspiración de Barbieri y Chueca, Chapí y Serrano, Vives y Moreno Torroba. ¿Quién no ha tarareado alguna que otra vez las castizas obras del llamado “género chico” como ‘La Verbena de la Paloma’, ‘Agua, azucarillos y aguardiente’, ‘La Revoltosa’ o ‘La Gran Vía’? ¿Quién podría olvidarse de las notas de ‘Doña Francisquita’, ‘Luisa Fernanda’ y ‘La Chulapona’, que por el mundo entero expanden el nombre de Madrid? “La única pretensión de El Encanto de la Zarzuela es la de rememorar con los aficionados al género la influencia que ha ejercido Madrid en la zarzuela y la zarzuela en Madrid, e iniciar en su conocimiento a aquellos que la desconocen. Todas las obras seleccionadas se desarrollan en Madrid y, como soporte, cada una de ellas encajada en el marco histórico en que se sitúa su argumento”, matiza el escritor Sánchez Aguilar en la ‘Introducción’ de su vistoso libro, espléndidamente ilustrado con textos y fotografías de época.
Con exquisita fruición nos adentramos en las joyas musicales que va desgranando entre ‘asonadas y revoluciones’, ‘criollos en Madrid’ o ‘Don Francisco, el de los toros’. Revivimos el ‘anarquismo’ y el ‘bandido generoso’, ‘El Buen Retiro’ y ‘El Carnaval’. Nos interiorizamos en ‘El Casticismo’ y ‘El género ínfimo’ del “cuplé”. Recorremos los senderos de ‘El Lugarón’, de Quevedo’ y ‘El motín de Aranjuez’. Evocamos ‘El Romanticismo’, ‘El Socialismo’ y ‘La Bohemia’, ‘La Ilustración’ y ‘La lotería’. Recreamos la vida en ‘Las Posadas’ como en ‘El huésped del sevillano’. Y las ‘Verbenas’ merced a ‘San Antonio de la Florida’, ‘La Verbena de la Paloma’ y ‘El santo de la Isidra’. Y ‘Los Toros’, con ‘Pan y toros’. Y en el ‘Palacio de la Zarzuela’, por la gracia de ‘El Golfo de las Sirenas’. A ‘Pepe Botella’ con ‘El tambor de Granaderos’. Y a ‘La República’ gracias a ‘La del manojo de rosas’.
Rememoramos, en fin, a los ‘Cantantes’, ‘Compositores’ y ‘Libretistas’, al igual que ‘Los Teatros’ y a ‘Federico Romero’.