AHORA PODRÁN TENER LA DOBLE NACIONALIDAD, DESPUÉS DE CASI 30 ANOS REIVINDICANDO ESTE DERECHO
La Coordinadora inicia una campaña sobre la nacionalidad para españoles en Alemania
Según la reforma de la Ley de nacionalidad alemana del 19 de agosto de 2007, los emigrantes españoles residentes en la RFA podrán tener la doble nacionalidad, después de casi treinta años reivindicando este derecho. La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo (CFMA) realizará, junto con diversas organizaciones de emigrantes, una campaña de información al respecto. Para promocionar el espíritu europeo y facilitar la integración de los emigrantes de los países de la UE y de Suiza en la sociedad alemana, las autoridades del país modificaron la Ley de nacionalidad.
En esa reforma se renuncia de forma unilateral al requisito de reciprocidad que se exigía anteriormente, es decir, que se concediera el mismo derecho a los alemanes residentes en esos países.
Según la reforma, todos los ciudadanos europeos comunitarios y los suizos podrán nacionalizarse alemanes, sin renunciar a su nacionalidad de origen. El que puedan mantener ambas dependerá de la legislación de sus países.
Pero no todos los alemanes están de acuerdo con la idea de que la doble nacionalidad sea un instrumento para la construcción de Europa. En ciertos círculos de la derecha, con una ideología más conservadora, se teme que el aumento de ciudadanos alemanes con diferentes nacionalidades de origen amenace la unidad política del pueblo alemán.
España es uno de los pocos países comunitarios que no mantiene un convenio de reciprocidad con Alemania en materia de nacionalidad. Los españoles aquí residentes veían esta situación como un agravio frente a emigrantes de otros países de Europa; incluso emigrantes de países de anexión a la UE mucho más reciente, como Hungría o Polonia, podían adquirir la nacionalidad alemana sin renunciar a la de su país. La CFMA en Alemania llevaba años luchando por conseguir ese derecho para la emigración española. Su presidente, José Povedano, reconoce que, aunque no puede decirse que la actual reforma de la Ley es, directamente, un logro de la Coordinadora, sí cree que con sus reiteradas reivindicaciones ante las autoridades competentes del Ministerio del Interior alemán, a través de entrevistas personales y escritos, pero también por medio de las campañas de información dirigidas a los emigrantes españoles, se ha mantenido el tema sobre la mesa y creado un clima propicio a la reflexión y al debate sobre la situación, que contribuyó a que, finalmente, se llevase a cabo la reforma legislativa.
“Nosotros hemos insistido con todos los medios a nuestro alcance, y hemos seguido el proceso muy de cerca”, dice Povedano. Ya en enero de 2000, cuando entró en vigor la nueva Ley de extranjería en Alemania, la Coordinadora aplaudió la reforma, pues desde entonces, los hijos de extranjeros nacidos en la RFA adquieren automáticamente, al lado de la nacionalidad de los padres, la alemana. Los españoles, al llegar a la mayoría de edad, tenían un plazo de tres años para decidirse por una de ellas, pero eso no era bastante. La meta era conseguir la doble nacionalidad.
La Coordinadora reivindicó ese derecho para los emigrantes españoles también en España, llevando el tema, repetidas veces, ante el Consejo General de Emigración y el Ministerio de Asuntos Exteriores, para solicitar que se negociase el convenio de reciprocidad con Alemania que abriría las puertas a la doble nacionalidad, aunque sin resultado. Los políticos españoles temían que eso llevaría a que los miles de alemanes que tienen su residencia habitual en España pudieran solicitar nacionalizarse allí, con consecuencias sociales y políticas desfavorables para el país. Además, según Povedano, eran de la opinión que pocos españoles serían los interesados en tener la doble nacionalidad. Sin embargo, para los que viven la mayor parte de su vida en Alemania, la regulación de la Ley va a permitirles, si lo desean, ser electores y elegidos en los comicios y tener acceso a cualquier puesto de trabajo sin restricciones, ya que sólo se puede aspirar a ciertos cargos de responsabilidad al servicio del Estado alemán, con la nacionalidad alemana.
“Para la mayoría de los españoles, el cambio de nacionalidad no era la solución, lo que exigíamos de los Gobiernos alemán y español era la doble nacionalidad, como reflejo jurídico de nuestra identidad cultural”, dice Vicente Martínez, de la Asociación de Jóvenes de Hamburgo. Con la nueva reglamentación esto es ya posible. Único requisito, según el Art. 24 del Código Civil español, es que en un plazo de tres años a partir del día de la nacionalización, se declare ante el encargado del Registro Civil, en el correspondiente consulado, que se quiere conservar la nacionalidad española; si no se cumpliera este requisito, se perdería automáticamente al finalizar dicho plazo.
En la última reunión de la Coordinadora en Remscheid, a finales de 2007, ya se trató este asunto, pero no quisieron darle publicidad antes de estudiar la legislación, la alemana y la española, para asegurarse de que dicha información era correcta. José Povedano comentó como, ya anteriormente, algunas personas estaban en posesión de los pasaportes alemán y español, al margen de la legalidad, pero “nosotros luchamos por la legalidad, por una transparencia absoluta”, aseguró el sociólogo.
Según la reforma, todos los ciudadanos europeos comunitarios y los suizos podrán nacionalizarse alemanes, sin renunciar a su nacionalidad de origen. El que puedan mantener ambas dependerá de la legislación de sus países.
Pero no todos los alemanes están de acuerdo con la idea de que la doble nacionalidad sea un instrumento para la construcción de Europa. En ciertos círculos de la derecha, con una ideología más conservadora, se teme que el aumento de ciudadanos alemanes con diferentes nacionalidades de origen amenace la unidad política del pueblo alemán.
España es uno de los pocos países comunitarios que no mantiene un convenio de reciprocidad con Alemania en materia de nacionalidad. Los españoles aquí residentes veían esta situación como un agravio frente a emigrantes de otros países de Europa; incluso emigrantes de países de anexión a la UE mucho más reciente, como Hungría o Polonia, podían adquirir la nacionalidad alemana sin renunciar a la de su país. La CFMA en Alemania llevaba años luchando por conseguir ese derecho para la emigración española. Su presidente, José Povedano, reconoce que, aunque no puede decirse que la actual reforma de la Ley es, directamente, un logro de la Coordinadora, sí cree que con sus reiteradas reivindicaciones ante las autoridades competentes del Ministerio del Interior alemán, a través de entrevistas personales y escritos, pero también por medio de las campañas de información dirigidas a los emigrantes españoles, se ha mantenido el tema sobre la mesa y creado un clima propicio a la reflexión y al debate sobre la situación, que contribuyó a que, finalmente, se llevase a cabo la reforma legislativa.
“Nosotros hemos insistido con todos los medios a nuestro alcance, y hemos seguido el proceso muy de cerca”, dice Povedano. Ya en enero de 2000, cuando entró en vigor la nueva Ley de extranjería en Alemania, la Coordinadora aplaudió la reforma, pues desde entonces, los hijos de extranjeros nacidos en la RFA adquieren automáticamente, al lado de la nacionalidad de los padres, la alemana. Los españoles, al llegar a la mayoría de edad, tenían un plazo de tres años para decidirse por una de ellas, pero eso no era bastante. La meta era conseguir la doble nacionalidad.
La Coordinadora reivindicó ese derecho para los emigrantes españoles también en España, llevando el tema, repetidas veces, ante el Consejo General de Emigración y el Ministerio de Asuntos Exteriores, para solicitar que se negociase el convenio de reciprocidad con Alemania que abriría las puertas a la doble nacionalidad, aunque sin resultado. Los políticos españoles temían que eso llevaría a que los miles de alemanes que tienen su residencia habitual en España pudieran solicitar nacionalizarse allí, con consecuencias sociales y políticas desfavorables para el país. Además, según Povedano, eran de la opinión que pocos españoles serían los interesados en tener la doble nacionalidad. Sin embargo, para los que viven la mayor parte de su vida en Alemania, la regulación de la Ley va a permitirles, si lo desean, ser electores y elegidos en los comicios y tener acceso a cualquier puesto de trabajo sin restricciones, ya que sólo se puede aspirar a ciertos cargos de responsabilidad al servicio del Estado alemán, con la nacionalidad alemana.
“Para la mayoría de los españoles, el cambio de nacionalidad no era la solución, lo que exigíamos de los Gobiernos alemán y español era la doble nacionalidad, como reflejo jurídico de nuestra identidad cultural”, dice Vicente Martínez, de la Asociación de Jóvenes de Hamburgo. Con la nueva reglamentación esto es ya posible. Único requisito, según el Art. 24 del Código Civil español, es que en un plazo de tres años a partir del día de la nacionalización, se declare ante el encargado del Registro Civil, en el correspondiente consulado, que se quiere conservar la nacionalidad española; si no se cumpliera este requisito, se perdería automáticamente al finalizar dicho plazo.
En la última reunión de la Coordinadora en Remscheid, a finales de 2007, ya se trató este asunto, pero no quisieron darle publicidad antes de estudiar la legislación, la alemana y la española, para asegurarse de que dicha información era correcta. José Povedano comentó como, ya anteriormente, algunas personas estaban en posesión de los pasaportes alemán y español, al margen de la legalidad, pero “nosotros luchamos por la legalidad, por una transparencia absoluta”, aseguró el sociólogo.