El artista argentino, con raíces gallegas, participa en la Bienal de Arte y Derechos Humanos de Corbera d’Ebre

Rubén Borré: “Las Abuelas de Plaza de Mayo hacen un trabajo admirable, tratando de recuperar a sus nietos, y lo hacen en paz y sin venganza”

La Bienal de Arte Corbera d´Ebre cuenta en su octava edición con un invitado excepcional, el artista argentino Rubén Borré, reconocido como uno de los personajes más comprometidos con los derechos humanos en su país. Borré concurre al certamen con una obra escultórica dedicada a las ‘Abuelas de la Plaza de Mayo’, esas heroínas que todavía hoy “buscan a los nietos que les fueron arrebatados por la dictadura del 76”.

Rubén Borré: “Las Abuelas de Plaza de Mayo hacen un trabajo admirable, tratando de recuperar a sus nietos, y lo hacen en paz y sin venganza”
Rubén Borré
El artista, durante la visita a la redacción de ‘Crónicas de la Emigración’.

Corbera dËbre, municipio a los pies del Poble Vell, donde se libró la batalla del Ebro –la más sangrienta de la guerra civil española y hoy declarado Bien de Interés Cultural–, reúne, desde el 28 de junio y hasta el 11 de septiembre, la obra de más de treinta artistas llegados de distintos países, dispuestos a sumarse al espíritu que marca la Bienal de Arte que organiza desde 2009, y que cumple su octava edición manteniendo vivo el espíritu de denuncia de las injusticias, las detenciones arbitrarias y los juicios carentes de equidad que socavan la dignidad de los hombres.

Ferviente “defensor de los derechos humanos”, el escultor argentino Rubén Borré se cuenta entre los participantes, con una escultura realizada a propósito para la ocasión, en la que refleja la lucha de las ‘Abuelas de la Plaza de Mayo’ por recuperar a sus nietos, víctimas de la dictadura argentina de 1976.

Pregunta. ¿A qué obedece su participación en este certamen artístico?

Respuesta. Como defensor de los derechos humanos que soy, fui invitado a participar y se me ocurrió componer una escultura de hierro que sirviera de homenaje a las ‘Abuelas de la Plaza de Mayo’; unas luchadoras que siguen buscando a sus nietos años después de la crueldad y la injusticia que provocó la dictadura del 76 en Argentina. Con el más reciente, se eleva a 147 la cifra de encontrados de un total de 500 bebés que se calcula fueron robados.

P. ¿En qué consiste la escultura?

R. Es una composición de la imagen de una mujer, una abuela, que mira hacia el cielo. También hay un sol que ilumina la escena y, junto a todo ello, aparecen dos niños –niño y niña– con los brazos levantados, lo que simboliza el encuentro de los nietos con las abuelas. Está fabricada en hierro y tiene unas dimensiones de dos metros de altura y 1,50 de ancho. Va a estar emplazada dentro de una iglesia en ruinas, como tantas otras edificaciones del lugar, que quedaron destruidas con los bombardeos de la guerra civil, pero luego va a quedar expuesta en el exterior.

P. ¿Qué papel juegan las ‘Abuelas’ en la recuperación de estos niños?

R. Desde el año 76 realizan un trabajo admirable, tratando de recuperar a sus nietos en una campaña incansable y, lo que es más importante, desarrollada en paz. No buscan venganza ni adoptan actitudes violentas. La dirigente es Estela de Carloto quien, no hace mucho, recuperó a su nieto. La mayoría de aquellos niños, hoy personas adultas, no conocen su identidad. Por eso, cada vez que se encuentra una fosa común de fusilados, se les hace el ADN a todos y el resultado queda archivado. Además, se les pide a los que puedan tener dudas sobre su identidad y hayan nacido entre 1975 y 1983 que colaboren e investiguen sobre su pasado. Algunos de los que se hicieron las pruebas prefirieron seguir en su estatus, pero otros se reencuentran con su familia. 

P. Tanto tiempo después de ocurrido, ¿por qué incide sobre este asunto?

R. Hace años había hecho una escultura sobre las ‘Madres de Plaza de Mayo’ que buscan a sus hijos, y ahora quise dedicar un homenaje a las abuelas. El tema me pareció simbólico e interesante para reflejar esta lucha, porque lo cierto es que en Argentina estamos viviendo un momento muy difícil con el actual gobierno de Milei y les ha sacado a las ‘madres’ y ‘abuelas’ el apoyo económico que tenían para encontrarse con sus hijos y nietos, respectivamente.

P. Milei ya había anunciado recortes importantes. En ese contexto, parece lógico que se les retire la ayuda a ambos colectivos.

R. El problema es que Milei apuesta por un negacionismo claro y contundente de la dictadura, y eso hizo aflorar algunas ideas nefastas que estaban dormidas. En algunos sectores ahora se refieren a los protagonistas de la dictadura como esos pobres viejecitos a los que había que sacar de prisión y poner en arresto domiciliario. Lo cierto es que se restableció el debate y el problema deriva de que en los gobiernos anteriores –ni con Alfonsín ni con los Kirchner– no se legisló contra el negacionismo, cosa que sí se hizo en Alemania, donde no se puede reivindicar el nazismo. En Argentina, nos quedó una cuenta pendiente y ahora estamos pagando las consecuencias con el gobierno de Milei.

P. ¿Qué opinión tiene del Gobierno de Milei?

R. La verdad es que no podemos decir qué es este gobierno, si es un gobierno de ultraderecha o esquizofrénico, porque es una cosa muy extraña lo que está pasando. Lo que sí me parece claro que es un gobierno apoyado por las multinacionales y por los intereses de los grandes monopolios, que ponen la mirada sobre un país como Argentina, que es sumamente rico, aunque parezca contradictorio, porque tiene una mala distribución de la riqueza. Ahora acaban de reconocer que Argentina es la tercera reserva mundial de cobre en el mundo y la segunda en litio, que son los materiales que escasean, y vendrán países dispuestos a explorar la comercialización de ambos materiales.

P. La riqueza de la que habla, ¿quién se la va a llevar?

R. Yo creo que Canadá, como hace con el oro, y Estados Unidos, que se lleva el petróleo a través de las multinacionales. Benetton tiene 95.000 hectáreas en la Patagonia argentina y el magnate inglés Joe Lewis cuenta con 125.000 en un espacio donde se halla el famoso Lago Escondido, que es un lago sagrado de los mapuches, que ahora no pueden hacer su rito anual, porque cercó el terreno y les puso guardia armada para que no pudieran pasar. En Argentina estamos en ese momento.

Yo creo que ese tema es el gran tema y el otro es lo que está pasando con la cultura.

P. ¿Se redujeron las ayudas a la cultura?

R. La restricción de ayudas es brutal. Hace un año que no se dan subsidios para el cine, que me parece que ha ocupado un lugar importante en el mundo entero. Y en el teatro y en las artes visuales, el recorte que hay es tremendo. Yo no creo en la justificación de que se recorta para que haya déficit cero, más bien creo que es un ataque a la cultura. Estamos librando una batalla cultural, mientras hay sectores que se están enriqueciendo mucho con la especulación. Lo terrible es que es más prometedor especular económicamente que producir y la gente que tiene capital prefiere jugar con el dinero, por lo que cada vez hay menos mano de obra y menos trabajo para los obreros. Todo ello está provocando que la clase media se esté cayendo y a la gente le cuesta tener dinero para comer y pagar el alquiler.

P. ¿Todo eso es culpa de las políticas de Milei?

R. Milei reduce el déficit sin industria, sin trabajo, privatizando las empresas. Lo que creo es que no se puede recaudar dinero de cualquier manera y la represión sobre las movilizaciones se agudizó en un 50%. A los jubilados que salen a la calle los miércoles se les somete a una represión horrible. Buenos Aires, sobre todo, es un campo de lucha. Antes el bienestar se tambaleaba por las dictaduras, ahora por los golpes económicos.

P. A su modo de ver, ¿cuál es la solución?

R. Estamos en un momento muy complicado, sobre todo porque Sudamérica está un poco aislada. Por una parte, Lula, en Brasil, con un proyecto; en Bolivia, donde hubo un antes y un después de Evo Morales, también están mal. Pero lo que hay que hacer es un proyecto de patria grande entre todos. De lo contrario, no hay salida.

P. Usted se considera un peronista, ¿qué tuvo de bueno esa etapa?

R. El peronismo es la contradicción nacional. Incluye a sectores de izquierda y de derecha. Pero las reivindicaciones sociales más importantes de la Argentina las luchó el peronismo: el voto femenino, la jubilación, las vacaciones pagadas, el derecho a la vivienda… Es impresionante el abanico que hubo. Hasta la ley de divorcio del año 48 que declaran a Perón hereje. Yo soy peronista de esa franja y creo que no hubo ningún gobierno superador de esa etapa.

P. ¿Qué espera de la próxima cita electoral?

R. Yo creo que no volverá a salir Milei. Ellos dicen que están bien, pero hasta en Santa Fe y en Formosa perdieron las elecciones, y eso no sale en la prensa, está todo muy oculto todo. Hay gente que no tiene para comer, y no estamos para cambiar de auto y todo eso se va a reflejar en las elecciones.

P. En materia de vivienda y seguridad, ¿tampoco se observan mejoras?

R. En vivienda están caros los alquileres, pero la compra bajó un poco por la falta de mercado. Un apartamento en plena capital con una habitación puede rondar los 60.000 euros, cuando antes estaba por los 90.000. Y, en cuestión de seguridad, es complicado, porque al no haber trabajo, la seguridad se complica más. Lo que sí parece tremendo es la represión. El equipo que compró, en coches, cascos, etc., parece de película, lo que indica que esperan problemas sociales. Pero lo cierto es que se echó a mucha gente de los trabajos y eso se nota. El colectivo gallego, que fue importante, también lo está sufriendo. Y eso se ve en el Centro Gallego de Buenos Aires, que está prácticamente fundido. Me pregunto qué fue de esa biblioteca histórica, con primeras ediciones de un montón de libros. Y de su colección de cuadros, con obras de Seoane o Castelao. La generación que construyó eso ya falleció o es mayor, pero la riqueza que hay ahí dentro es tremenda.

P. Usted tiene raíces gallegas. ¿Qué importancia le da a esa circunstancia?

R. Mi abuela era gallega, de Vigo. Se apellidaba Abeledo, pero no tuve relación con ella, porque se murió joven. Mi padre, que nunca me mostró deseo de conocer Galicia, me contaba algunas anécdotas sobre ella, pero, las veces que vengo a Vigo, no se me ocurre investigar sobre su pasado. Mi hermano sí lo hace y guarda algunos documentos al respecto.