El próximo 4 de marzo, Rusia abre el ciclo electoral presidencial que en el 2012 está reservado para algunas de las principales potencias mundiales, en particular Estados Unidos de América (EE UU), Francia y China, siendo este último país una elección de carácter diferente por tratarse de un sistema político de partido único, donde los delegados del Partido Comunista chino elegirán a su nueva dirección central.