Opinión

Una vuelta por la avenida Garzón

En la esquina del ‘Rover’ la barra se pregunta sobre una súbita afección mental que entró en la conciencia de algunos españoles para hacerles perder la memoria de un día para otro. No entienden que el país con la legislación social más avanzada del mundo condene a un activo juez defensor de los derechos humanos.
Una vuelta por la avenida Garzón
En la esquina del ‘Rover’ la barra se pregunta sobre una súbita afección mental que entró en la conciencia de algunos españoles para hacerles perder la memoria de un día para otro. No entienden que el país con la legislación social más avanzada del mundo condene a un activo juez defensor de los derechos humanos. Les extraña mucho que, por otro lado, los autores de unas entradas en el ‘Diccionario biográfico español’ ofendan impunemente a miles de familiares de las víctimas del terror franquista.

Pocho: ¡No se puede creer! Acaban de cagar bien de bien al juez Garzón y lo acontecido no tiene otra lectura que la de considerar que algo no funca por las hermosas tierras españolas. En vez de recibir una condecoración por su laburo ejemplar, van y lo tiran como si fuese basura. No sé pero a lo mejor el tribunal inquisidor se basa en que el diablo se había apoderado de él. Si es así me callo la boca pero creo que aún en casos de posesión satánica el último recurso es la hoguera. Antes de agarrar los fósforos se tendría que llamar al exorcista para que intente desalojar al señor de las tinieblas del interior del acusado.
Tito: A lo mejor no andás muy errado con lo del diablo [por acá los paisanos le decían Mandinga] ya que durante siglos fue perseguido implacablemente para que no entrase en las buenas almas de Dios. Se atisba que un sector minoritario de la sociedad española quiere resucitar aquellos concurridos ‘Autos de Fe’ en los que los herejes morían sufriendo entre las llamas. Me voy a dar una vuelta por la avenida Garzón para ver si las chapas indicadoras siguen en su sitio. Tengo miedo de que la sentencia incluya también el borrado en el exterior de toda referencia al apellido Garzón.
Don José: Bueno, muchachos, también hay que destacar lo positivo de que los señores inquisidores sean permisivos con la utilización del nombre de pila del juez. Al parecer, según lo razonan expertos juristas, sería anticonstitucional el desilusionar a los devotos creyentes de los Reyes Magos. Además no podemos olvidarnos de cumplir con las sanas enseñanzas del gran teólogo Santo Camino de Balaguer que afirmaba sin ruborizarse que los negros son seres humanos iguales a los demás. Estoy absolutamente perplejo. Vamos a suponer que los argumentos jurídicos sean impecables y que llevan a una condena de Garzón por infringir legítimos derechos de los imputados. Bien, entonces habrá que hacer lo mismo con el juez que lo sucedió en la causa. Si eran ilegales las escuchas no pueden pasar a ser legales al cambiar el titular de la instrucción...digo yo.
Pocho: Hay algo que no cierra en todo este merengue. A lo mejor cierra perfectamente porque los perseguidores de Garzón lo querían chapar y joder. Es evidente que lo consiguieron pero con una sentencia que es injusta. Una cosa es la ley y otra bien distinta la justicia. Es legal que se lo expulse pero no es justo. Acá pitaron media docena de penales siempre contra el mismo lado. Pero, che, ni que fueran hinchas de los ‘bolsos’... ¡pará un poco! Se comprueba aquello de las diferentes ‘varas de medir’, una para los amigos y otra para los enemigos.
Tito: Ahora que sacás el tema de las ‘varas’ que en buen criollo son palos, te digo me calienta mucho que unos historiadores tengan la desfachatez de poner en letras de imprenta que el general Franco “montó un régimen autoritario pero no totalitario” y que el presidente Negrín era el titular de un gobierno “prácticamente dictatorial”. Son sus palabras las que los delatan como personas deshonestas que mienten porque están llenos de venenoso sectarismo. No me jodas, resulta que el militar golpista es un caballero y un sorete el presidente constitucional.
Don José: Vamos a ver, muchachos, escuchen dos textos que les voy a leer sobre el caso que nos ocupa. Uno es actual y el otro antiguo; uno es de un gallego y el otro de un alemán. El primero dice así: “Si Garzón realmente fuese una estrella oportunista hoy sería, por lo menos, presidente del tribunal que lo juzgó. Si algo ha acreditado es que su única ambición era su trabajo: hacer justicia”. Ahora el segundo: “Muchos jueces son incorruptibles, nadie les puede inducir a hacer justicia”. El gallego es Manuel Rivas,  escritor que nos emocionó con ‘La lengua de las mariposas’. El alemán es Bertolt Brecht [1898-1956], genial dramaturgo. Todos aplaudimos en ‘El Galpón’ la versión de su ‘Ópera de dos centavos’ y escuchamos su canción ‘El ciruelo’ en las voces del grupo ‘Canciones para no dormir la siesta’.
Pocho: Dicen que el nuevo presidente español es hombre sensato. Se me ocurre que nuestro presidente lo invite para compartir un buen asadito en Rincón del Cerro. Estoy seguro que el presidente Rajoy Brey escuchará con atención los comentarios sobre el proceso de recuperación económica y social del Uruguay. Pero lo que recordará para sus memorias será cuando en diálogo distendido le comente don José: Mire, la verdad es que todavía no me acomodo al nuevo trabajo. Usted sabe que por mis años soy un jubilado más que de lo único que entiende, algo, es del cultivo de flores. Al ser usted de tierras gallegas le quiero preguntar sobre la posible adaptación de las hermosas camelias de Galicia al clima montevideano. El humor estará presente porque nuestro presidente es muy canchero y será una reunión histórica de la que luego don Mariano comentará a sus más cercanos colaboradores: Oye, no imaginaba que el presidente Mujica fuese tan campechano a la vez que serio en sus razonamientos. Considero que es un muy honorable miembro del  grupo de estadistas que aprenden de sus errores y eso es muy valioso en un líder político.
Tito: Me estás diciendo entonces que el tema del juez Garzón no saldrá a la palestra en el asadito. Supongo que así deber por el protocolo que se debe seguir en las relaciones internacionales. Acá y allá el poder judicial es un poder independiente y no corresponde hablar de los asuntos internos de cada país. Cada país tiene que lavar sus trapitos sucios. Hay quien arreglará con una pastilla de jabón ‘Bao’ y otros necesitarán varias lavadoras industriales y media tonelada de jabón en polvo. Como yo soy medio pesado no reprimiré mis críticas a la sentencia. Claro que a lo mejor me joden en el aeropuerto de Barajas –espero que no– cuando viaje al lindo municipio coruñés de Carballo de Bergantiños para festejar el cumpleaños de Amanda, la hija de mis amigos de la infancia Lourdes Rey y Juan Pallas.