Como si fueran el paradigma de la honradez, los medios afines al PSOE se empeñaron durante meses en denunciar la corrupción en el PP, los trajes famosos de Camps y la supuesta financiación irregular del partido de Rajoy. En ese tiempo, los periódicos del PP se encargaron de mostrar –de demostrar– que en el fondo, el PSOE tiene la misma basura en su casa.