Carlos Núñez: “El gallego tiene un pie en su país, pero está preparado para dar la vuelta al mundo”

El gallego Carlos Núñez llegó a la Argentina para presentar ‘Discover’, un disco doble que recorre 15 años de su trayectoria musical, en el marco de una apretada gira que contempla ‘shows’ en las ciudades de Córdoba, Rosario, Buenos Aires y Mar del Plata. Considerado como uno de los gaiteros más virtuosos del mundo, Carlos Núñez fue distinguido, el pasado miércoles día 18 con el título de ‘Huésped de Honor’, que le fue otorgado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Carlos Núñez: “El gallego tiene un pie en su país, pero está preparado para dar la vuelta al mundo”
Carlos Núñez, la pasada semana en Argentina.

El gallego Carlos Núñez llegó a la Argentina para presentar ‘Discover’, un disco doble que recorre 15 años de su trayectoria musical, en el marco de una apretada gira que contempla ‘shows’ en las ciudades de Córdoba, Rosario, Buenos Aires y Mar del Plata. Considerado como uno de los gaiteros más virtuosos del mundo, Carlos Núñez fue distinguido, el pasado miércoles día 18 con el título de ‘Huésped de Honor’, que le fue otorgado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante su estancia de cinco días en el país también será agasajado en Rosario, con el título de ‘Músico Visitante Distinguido’ y en Mar del Plata, donde sería nombrado, este domingo 22, ‘Visitante Notable’ por la Legislatura de General Pueyrredón.
En la capital Argentina, donde ofreció dos funciones en el Auditorio de Belgrano, el sábado 21, entre nota y nota nos cuenta que en su último disco logra condensar lo aprendido a lo largo del camino transitado.
“Viendo ‘Discover’ te das cuenta que no es una antología, es una obra grabada en 15 años, ininterrumpidamente, en los que hemos ido tejiendo unos contactos musicales. El mundo celta está ampliando sus fronteras, ahora es Argentina, Japón, Estados Unidos, todos tienen su parte en este universo intercéltico. Muchas cosas están sucediendo”, relata en su habitual tono pausado y amable.
El intérprete vigués tocará acompañado por sus músicos Pancho Alvarez, Xurxo Núñez y Jon Pilatzke. Además, como acostumbra en cada ocasión, invitará a subirse al escenario porteño a un grupo de gaiteros del semillero de las asociaciones regionales.
A lo largo de su prolífica carrera, ha tocado junto a artistas de la talla de Bob Dylan, Joni Mitchel, The Who, Lou Reed, Spin Doctors, Eddie Vedder (de Pearl Jam), Bon Jovi, Alice Cooper e INXS, pero todavía recuerda la emoción que sintió cuando ‘The Chieftains’ lo invitaron a tocar con ellos por primera vez y devuelve el gesto.
“Yo me sigo acordando todavía del día que los ‘The Chieftains’ me dejaron tocar con ellos en el escenario. Fue el día más feliz de mi vida, sentí que me cambió la vida, me dio fuerzas; entonces me imagino a esos chicos y chicas que subes al escenario y las cosas que experimentan. Es lo más auténtico que me parece que tiene la música, esa ilusión de niños”, y cuando lo cuenta la mirada se le ilumina.
Pregunta. Este año ha recibido la Medalla Castelao 2013, ha tocado en la Catedral de Santiago para el Príncipe Narohito e interpretado la música para la Vuelta Ciclista 2013, en Galicia, ¿cómo lo estás viviendo? ¿Es un año de cosecha?
Respuesta. Ha sido un año muy rico, de muchos países, de muchas experiencias. Un año en el que también estoy intentando centrar el mensaje con este disco. Después de 15 años en los que he ido haciendo todo tipo de caminos de Santiago diferentes, tengo la sensación de que hemos logrado crear un mundo celta, ese mundo antiguo que sobrevivió al racionalismo del mediterráneo, ese mundo mágico que está más allá del finisterre, que viajó a Estados Unidos de la mano de irlandeses y escoses y a toda Latinoamérica de mano de los gallegos y españoles”.
Yo siento que ahora, de la misma forma que ‘The Chieftains’ me dieron a mi energía, me valorizaron para sacar lo que había allí, en Galicia; ahora me toca a mí en Latinoamérica ayudar a descubrir todas esas músicas celtas que están escondidas, no conocidas como tales.
P. También tiene previsto regresar los primeros días del mes de octubre a Japón, en el marco de su 11ª visita. ¿Qué puntos de contacto encuentra en una música y una cultura tan diferentes?
R. Es cierto que somos diferentes, ellos adoran el sol naciente y nosotros el mar al poniente pero, de pronto, descubrimos que compartimos el mar y las vivencias que tenemos de él como pueblos.
Para los japoneses las conchas de vieiras son también un símbolo casi divino y lo utilizan los pescadores en las rías, en toda esa zona que fue afectada por el tsunami. Es un contacto ancestral diría yo que conecta con lo celta. Y uno se pregunta cómo es posible, estando tan lejos, compartir ese misterio, y a ellos les gusta también el sentir que tienen algo en común con nosotros.
 P. Antes de venir a la Argentina, ya estuvo allí.
R. Hace una semana estuve allí visitándolos en la zona del desastre, en las rías. Son gente muy dura, hombres y mujeres muy duros que te contaban cómo fue todo, cosas increíbles, gente que ha perdido familiares, hijos, hermanos, de pie, con esa filosofía de que la vida continúa. Ellos cocinaban las vieiras para mí, yo tocaba música para ellos, los niños músicos tocaban las vieiras, han sido unos días muy bonitos en los que nos sentimos muy conectados a través de algo muy auténtico como es el mar.
P. ¿Cómo está Galicia?
R. Galicia está reviviendo lo que se vivió hace cien años, por eso creo que la gente en Galicia está más preparada para este momento que en el resto de España o  en Francia donde los ciudadanos tienen una confianza en el país o en el sistema. El gallego está preparado para en cualquier momento tener que emigrar, tenemos la emigración como parte de nuestra cultura y yo creo que es gente que tiene un pie en su país, pero ya está preparada para dar la vuelta al mundo.
Creo que están llevando con más filosofía que el péndulo esté ahora del lado de Latinoamérica. Es curioso, porque Madrid perdió hace poco la posibilidad de ser sede de los juegos olímpicos y creo que no es casualidad, creo que España está falta de nuevas ideas. Todo lo que se ha vivido con Madrid ya se vivió con Barcelona hace 20 años y tampoco hubo nada nuevo en las propuestas en esa línea.
Yo creo que Galicia sí que ofrece otro mundo, un mundo desconocido que significa, en el fondo, el Atlántico de la península Ibérica. Para mí la Península Ibérica no es un país, es un campo de juego, son dos energías, dos equipos: el mediterráneo y el atlántico, dos formas diferentes de ver el mundo. El mediterráneo es el humanismo, la modernidad, la ciencia, la cultura árabe, la confianza del hombre en sí mismo para resolver los problemas. El Atlántico es más el mundo de las leyendas, es más parecido a Japón. El Atlántico de la península Ibérica es la gaita y el mediterráneo, la guitarra. Hoy creo que es un momento de replanteamiento, de una renovación y yo creo que Galicia, en mi caso está claro, pues tiene que ir por libre. Como decía Castelao, somos un país que no existe. Bueno pues ya sabemos que nadie nos va a apoyar pero lo hacemos y lo bonito es que estoy empezando a notar un cariño increíble, de pronto siento que Galicia tiene la llave para juntar ese norte y sur del mundo celta.
P. ¿Qué puntos de contacto encuentra con Argentina?
R. Lo que le pasa a Argentina es un poco lo que le pasa a Galicia con Madrid, tiene su folclore, nunca reconocido por la gran capital y es ahí donde habitan las raíces de la música celta, en ritmos como el chamamé, por ejemplo. Músicas folclóricas que tienen ritmos de gaitas antiguos.
Tengo la sensación de que la balanza, el ciclo económico y social vuelve a estar del lado de Latinoamérica y noto a Argentina más crecida, más organizada y seguramente estoy repitiendo lo que han vivido mis abuelos y bisabuelos, cuando la capital ya no era Madrid sino que era a lo mejor Buenos Aires, entonces es posible que de nuevo la gaita vuelva a emigrar.