Cuando la Unesco proclama el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía tuvieron en cuenta el advenimiento de la primavera, siguiendo la norma generalizada de pensar desde el hemisferio norte celebraciones que también se tendrán en cuenta en las antípodas (los emigrantes al sur de la línea del Ecuador saben muy bien cómo es celebrar una fiesta invernal como la Navidad, por ejemplo, en pleno verano).