Milagros Posadas demanda “más información sobre el retorno a Castilla y León” y “cursos de formación a distancia”
Cualquier circunstancia parece propicia para que los que residen fuera puedan empezar a tomar contacto con las entidades de la colectividad, y el caso de Milagros Posadas así lo demuestra. Nieta de emigrada a Mar del Plata, se vinculó con el Centro Castellano y Leonés en esa localidad argentina tras la pandemia, motivada por su intención de reclamar la ciudadanía.

La joven Milagros Posadas, de 29 años de edad y residente en Mar del Plata, comenzó a acercarse al Centro Castellano y Leonés de esa ciudad argentina después de la pandemia, interesada como estaba por “obtener la ciudadanía española”, proceso que en este momento todavía “está en trámite”, asegura.
Hasta entonces, afirma, no había sentido la necesidad de conocer detalles del lugar que su abuela paterna, natural de Linares de Riofrío (Salamanca), había dejado atrás cuando embarcó rumbo a otras tierras a la edad de cuatro años, y su vinculación con la entidad asociativa creada por los afincados en Mar del Plata era nula. El interés le llegó cuando se planteó trasladarse a vivir a la comunidad autónoma de la que procede –idea que le “ronda por la cabeza”, dice–, y ante la necesidad de regularizar su situación como ciudadana española. Entonces –como ya venía haciendo su hermana y su tía paterna– comenzó a establecer vínculo con la entidad.
Producto de ese acercamiento, el pasado mes de mayo, con motivo del III Congreso Internacional de Casas Regionales de Castilla y León en el Exterior’ –celebrado en Burgos–, Milagros tuvo ocasión de pisar por primera vez el territorio castellano y leonés, en representación del Centro de Mar del Plata.
Aprovechando la estancia en España, desde Burgos se desplazó a Salamanca, ciudad que le “encantó”, dijo, porque “España es hermosa”, añadió, al tiempo que resaltó “la calidad de la gente” con la que mantuvo contacto durante la visita al país.
Pendiente para otra ocasión le quedó la visita a Linares de Riofrío, lugar que ya fue recorrido por su hermana y al que “tengo ganas de ir”, confiesa.
Su papel como integrante del colectivo de representantes de los centros castellanos y leoneses en el Congreso de Burgos se centró en reclamar dos cuestiones sobre las que pide hacer énfasis a la hora de diseñar actuaciones a favor de las entidades en el exterior, así como de las personas a ellas vinculadas. Por una parte, habla de la necesidad de publicitar más las medidas implementadas por la Junta para facilitar el retorno al lugar de origen y, por otra, contribuir a la creación de nuevas sedes de la diáspora, de manera que el colectivo pueda contar con un espacio donde reunirse y desarrollar actividades propias de su región.
Respecto a las políticas de retorno, “me parecen espectaculares”, dice. No obstante, demanda mayor “difusión” sobre el contenido “para los que no están” en esos centros y, como consecuencia de ello, “no saben de estos programas para retornar”.
Más centros para reunir a la colectividad
Sobre la posibilidad de contar con más sedes para propiciar el encuentro, considera este hecho “importante” para que los residentes en el exterior “tengan un lugar físico a donde acudir” cuando se organizan eventos gastronómicos o de cualquier otro tipo.
Asimismo, y más allá de mostrarse consciente de los problemas que se derivan de las “trabas” para la “homologación de títulos” –asunto que se abordó durante el Congreso, y sobre el que pide soluciones–, demanda que se impartan cursos de “formación a distancia”, para que “el que quiera retornar, pueda tener una capacitación acorde con la demanda”.
Como ejemplo sobre la homologación, para reforzar su teoría, alude al caso de una amiga enfermera que se instaló en España con su marido y a la que le está resultando difícil acceder a un empleo que se ajuste a su formación.
La joven observa que, como esta amiga, “hay mucha gente con ganas de retornar”, pero la poca agilidad a la hora de homologar sus titulaciones y la poca información existente es, en ocasiones, lo que “dificulta” la toma de la decisión.
Milagros Posadas se desempeña en Mar del Plata como encargada de cajas en una cadena comercial dedicada a la venta de electrodomésticos. Sin estudios superiores, después de ocho años en la empresa, logró ascender hasta el puesto que ocupa actualmente. Pese a reconocer que se encuentra a gusto en Argentina, no descarta formarse por si se anima a dar el paso y trasladarse a España, porque, lo cierto es que “tengo ganas de ir” y de “aprender más de la cultura” de Castilla y León, asevera.