Rafael Palacios analiza los proyectos de cooperación financiados en Nicaragua

El director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios, está manteniendo una serie de reuniones con Organizaciones No Gubernamentales dentro de una ronda para retomar los contactos con aquellos grupos que trabajan en el ámbito de la cooperación tras su regreso al Gobierno a finales del pasado año, después del acuerdo de gobierno entre el PSOE e Izquierda Unida-Bloque por Asturias-Los Verdes.
Entre las reuniones que Palacios mantuvo la pasada semana estuvo un encuentro con Jilma Romero y Luis Alfredo Lobato, profesores de la Universidad Nacional Autónoma de Managua (Nicaragua), la UNAM. Ambos explicaron al responsable de Cooperación la marcha de los proyectos que desarrollan y que reciben financiación del Principado de Asturias.
Por una parte, vienen trabajando desde el año 2005 en un proyecto relacionado con investigaciones en el área educativa, para aportarles a los maestros de secundaria información para su docencia, y por otra, trabajan con los indígenas, que son comunidades pobres, para ayudarles a ser autosostenibles y que puedan poner en marcha proyectos en ese sentido, como en el caso del denominado ‘Café y cultura orgánica’, que este año comienza a dar sus primeros frutos con la comercialización del producto.
Otro proyecto, en marcha desde hace dos años en otra de las comunidades indígenas de la región, consiste en la puesta en marcha de una granja avícola, tanto para mejorar su dieta alimentaria como para la venta, de forma que puedan obtener otros productos que necesitan.
Una tercera línea de trabajo es la capacitación de líderes indígenas para que ellos, a su vez, se conviertan en multiplicadores y transmitan los conocimientos adquiridos a la comunidad. “Sólo en el departamento de Jinotega hay 40.000 indígenas y que hasta el momento hemos formado 82 líderes, la mitad de ellas mujeres”, afirma Luis Alfredo Lobato –asturiano que lleva más de treinta años en Nicaragua–, quien destaca que en estos programas tienen muy en cuenta tanto la política de género como que haya jóvenes para el relevo generacional. Ambos profesores también se encargan de la edición de libros sobre la historia de las diferentes regiones del país, para “hacer una historia más desde abajo, donde los distintos actores sociales tengan el peso que tuvieron realmente, no es que lo estemos inventando nosotros”, dice Lobato. “En la historia nacional sólo los grandes personajes, o los aspectos políticos o militares eran los que más se resaltaban”, añade. Los textos sirven también como herramienta para la docencia en enseñanza secundaria.