La peña ‘Tardes de Machín’ llegó a su cita de julio en el Centro Andaluz de La Habana, llena de calor humano y buena música

Las pequeñas de la compañía ‘LIV’, de la profesora Marina, dejaron claro con su actuación que el flamenco está en buenas manos y que el futuro de ese género va por buen camino.
Ana Beatriz y Alejandro David entregaron dos clásicos, ‘Salida de Cecilia Valdés’ y ‘A mi manera’, en los que cada cual por separado hicieron gala de sus voces, para luego unirse y propiciar que una ‘Lluvia de amor’ inundara el Salón García Lorca del Centro Andaluz de La Habana.
Otro grupo y otras alumnas ya mayorcitas de la compañía ‘A Compás Flamenco’ también sostienen lo dicho, otra generación de bailarinas de flamenco que deslumbran con su baile. Y qué decir de su maestra Lisandra, que junto a su pequeña hija bailaron demostrando una conexión entre ambas que llena de orgullo a quien las mire.
Volvió Lidia Antúnez, con dos temas ya conocidos por todos que interpreta con la elegancia que la caracteriza.
Karel, con su melodiosa voz, puso a bailar con un tema movido y que es del agrado de todos.
Janet Machín, como continuadora de la tradición artística familiar, siempre deja a los asistentes con ganas de más. Desde el conocido tema interpretado por Antonio Machín ‘Toda una vida’ hasta el pasional y fuerte ‘Por eso lloré’, arrancó una ovación al público que siempre la espera con ansias de escucharla. Es que la buena música y el buen cantar corren por sus venas.
Héctor vino por vez primera y compartió su arte y su música e interpretó con Janet Machín un tema a dúo que fue del agrado de todos los presentes.
De palabras, pocas, dos hechos relevantes en este mes: los natalicios de Blas Infante y Antonio Machado Ruiz, junto al fragmento de la sección ‘Viajando con Su Majestad el Bolero’, que pasea por su vida y obra y nos la hace llegar para saber un poco más de Machín y su quehacer.
De pasiones y fuerza, muchas, porque Nirvana Flamenco es eso: magia, duende, giros y lunares sobre el tablao. Ellos dan el cierre a la tarde sabatina como sólo un bailaor y su grupo saben hacerlo: desde el corazón.
Como siempre, agradecimientos al presidente del Centro Andaluz de La Habana, su coordinadora de Cultura y su Junta Directiva, que permiten que cada primer sábado de mes se disfrute de una más de las Tardes de Machín.