Un total de176 empresas bodegueras de Galicia compitieron este año con 500 muestras, cien más que en la pasada edición

La Cata de 2025 premia al blanco Eduardo Peña del Ribeiro y al tinto Prómine de la Ribeira Sacra

El desarrollo de Galicia está asociado en gran medida a la actividad que se lleva a cabo en el medio rural, ámbito que ha evolucionado desde la producción para el consumo propio a la elaboración con métodos artesanales de alimentos y bebidas que se comercializan dentro del país y se exportan. Todos ellos emblemas de ‘Galicia Calidade’.

La Cata de 2025 premia al blanco Eduardo Peña del Ribeiro y al tinto Prómine de la Ribeira Sacra
10.Gala Catas de vinos 256
Eduardo Rodríguez recogió el premio al Mejor Vino Blanco de Galicia.

El sector vitivinícola es uno de tantos que ha visto despuntar el negocio en los últimos años, gracias a las iniciativas de los empresarios y emprendedores de este área en concreto, que cada año genera un valor ecónomico en la comunidad autónoma de 230 millones de euros.

Conformado por 500 bodegas, más de 10.000 viticultores y 15 destiladores, está considerado uno de los pilares de la economía gallega y es por eso que el Gobierno autonómico, por medio de la Consellería de Medio Rural, contribuye en cada nuevo ejercicio a su impulso, con una partida que, en 2025, alcanzó los 11 millones de euros. Tales cantidades estuvieron destinadas de manera específica a la reestructuración y reconversión de viñedos, a la promocion de los caldos en mercados de terceros países o para su elaboración y comercialización.

Galicia cuenta actualmente con cinco denominaciones de origen  (DO) para avalar sus vinos blancos y tintos que son Valdeorras, Ribeiro, Rías Baixas, Monterrei y Ribeira Sacra y con cuatro Indicacións Xeográficas Protexidas (IXP), que se conocen con los nombres de Terra de Betanzos, Ribeiras do Morrazo, Val do Miño Ourense y Barbanza e Iria. Asimismo, incorpora también las indicaciones geográficas de bebidas espirituosas, en las que se agrupan el Licor Café de Galicia, Licor de Hierbas de Galicia, Orujo de Galicia, Augardente y Augardente de Herbas de Galicia.

Tales distintivos –indicativos de haber pasado por rigurosos controles–, junto con el impulso del Gobierno autonómico, hacen que estos productos gallegos consigan alcanzar una mayor dimensión en el mercado, al garantizarse así su calidad y trazabilidad.

La excelencia de los mismos se examina cada año en el concurso de Catas de Galicia (catas de vinos, aguardientes y licores tradicionales típicos del país), que premia con el Acio de Oro, Plata y Bronce a los concursantes.

Concurso de catas

El celebrado el pasado 5 de noviembre en el Hotel Monumento San Francisco, en Santiago de Compostela, distinguió con el Acio de Ouro al Mejor Vino Blanco de Galicia al que se conoce con el nombre de Eduardo Peña, de la bodega Eduardo Rodríguez y Luz Cánovas, perteneciente a la Denominación de Origen Ribeiro, mientras que el galardón al Mejor Vino Tinto fue para Prómine, de Bodegas Petrón, de la Denominación de Origen Ribeira Sacra.

El evento premió también con Acios de Ouro, Prata y Bronce a las modalidades tintas y blancas, a los mejores vinos de cada una de las cinco denominaciones de origen gallegas, así como a los que forman parte del distintivo de indicaciones geográficas protegidas.

500 muestras registradas

El certamen, que va por su 37ª edición en lo que se refiere a los vinos; por la 27ª en el caso de los aguardientes y por la 14ª en el de los licores tradicionales, contó concursando en este 2025 con 500 muestras registradas, pertenecientes a 176 empresas acogidas a las distintas denominaciones de origen e indicaciones geográficas, lo que supone un centenar más que el año pasado.

El proceso de evaluación de las muestras en el concurso de Catas es totalmente anónimo, de tal manera que las botellas de vino se introducen en una bolsa opaca y se señalan con un número. Por su parte, las muestras de aguardientes y licores se recogen, numeradas, en botellas de vidrio transparente proporcionadas por la Consellería de Medio Rural.

Para la valoración por los catadores, se facilitó una tablet cargada con un softwate especialmente diseñado para esta finalidad, en el que se valoran las características de las muestras en las diferentes fases visual, olfativa y gustativa, con una apreciación global al final del proceso. En el caso de los espumosos, se evalúa además la efervescencia.