El evento ‘Tardes de Machín’, en el Centro Andaluz de La Habana, se dedicó este mes al desaparecido Mario García Olazábal

Llegó por vez primera una joven talentosa, con una gran voz y carisma: Janny Mei, dejando al público en espera de otra ocasión para escucharla, atrapado con su bella interpretación y despliegue escénico.
De Machín se conoció su osadía de actuar en un circo en pleno 1948, empresa arriesgada para un artista ya consolidado como él, pero que sólo le representó la ocasión de confirmar que, donde quiera que se parara a cantar, arrastraba multitudes, daba igual un teatro que la carpa de un circo. ‘Su Majestad el Bolero’ siempre triunfaba.
El ‘Padre de la Patria’ cubana Carlos Manuel de Céspedes y la intelectual española María Zambrano fueron recordados en las efemérides del mes, donde cada nacimiento trae consigo una historia, tanto aquí como allí.
La lírica llegó de manos de Alejandro David y Ana Beatriz, que siempre acompañan a la peña para dar un toque de bel canto a la tarde.
Y para ponerle sabor y movimiento al cuerpo, estuvo nuevamente Ernesto Pedroso, que con su música hizo bailar y recordar a los asistentes.
Y, por supuesto, sin flamenco la tarde estaría incompleta y no sería la peña de Machín sin los amigos de Nirvana Flamenco, compañía insignia del género y fiel representante del buen arte de bailar y cantar flamenco. Arte, corazón y música unidos en estos excepcionales artistas que ponen fin a la tarde.
Agradecimientos a la presidencia del Centro Andaluz en las figuras de Isidro Jiménez, como presidente, y María de los Ángeles, coordinadora de cultura.
Estuvieron también Sobeida Stenia Roldán, secretaria de la Junta Directiva del Centro, y desde Andalucía llegó Hermenegildo Mediano, ‘Gildo’ para los amigos.
La próxima cita será el 3 de mayo para celebrar el primer aniversario, aquí, donde el bolero y el flamenco se dan la mano, donde las tardes ya no son sólo de Machín, sino de esta gran familia de artistas y público.