Reunión con directivos del Centro Gallego de Buenos Aires
En el transcurso de su estancia en Argentina, el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, mantuvo una serie de reuniones –que no formaron parte de la agenda pública– con directivos del Centro Gallego de Buenos Aires. Durante su visita, que coincidió con el cierre del procedimiento de acreditación de deudas ante el Síndico, el dirigente adelantó que “en una temporada más o menos corta se podrá vislumbrar cuál será el futuro del Centro Gallego de Buenos Aires”. Camba dijo, asimismo, que “el gobierno tiene un ofrecimiento para salvaguardar la entidad” pero que no lo comentará hasta que no se defina la situación concursal.
Consultado al respecto, señaló que “el Centro Gallego de Buenos Aires está atravesando una situación financiera difícil” y se mostró preocupado porque, según afirmó, no sabía “hasta qué punto los que están gestionando la casa en estos momentos son gallegos”.
Finalmente, aseguró que el Gobierno gallego puede apoyar a entidades gallegas que presten atención socio-sanitaria, como el Centro Gallego de Buenos Aires, si éstas cuentan con planes serios, viables y con cuentas claras.
Consultado sobre la situación del Centro de Día en el Centro Gallego de Buenos Aires, Santiago Camba destacó, en primer lugar, que desde el Gobierno gallego se hizo “una apuesta clara por los centros de día”. Además, apuntó que éstos dependen “exclusivamente” de las asociaciones y que la Xunta no los mantiene directamente sino que “los acompaña en el funcionamiento”.
El Centro de Día del Centro Gallego de Buenos Aires, explicó, constituía una excepción a la regla porque su funcionamiento estaba a cargo de la Fundación Galicia Salud y no del Centro Gallego. Camba informó, asimismo, que el gobierno le hizo saber a la Fundación que disponía de una partida de dinero para gastos de funcionamiento pero que no recibieron respuesta. Además, señaló que los directivos del Centro Gallego querían “instalar un Centro de Imágenes donde funcionaba el Centro de Día” y afirmó que la directiva de la entidad estaría “en conversaciones con alguna administración que les exige priorizar el Centro de Imágenes dentro del Centro de Día”.
En otro orden, el secretario xeral opinó que la oficina delegada que funcionaba en el propio Centro Gallego “no tenía razón de ser” desde el momento en que se abrió, en Buenos Aires, una delegación del Gobierno gallego. Santiago Camba recordó que cuando se creó, en la época de Amarelo de Castro, la Delegación no existía todavía y que últimamente “casi no tenía actividad”.
Consultado al respecto, señaló que “el Centro Gallego de Buenos Aires está atravesando una situación financiera difícil” y se mostró preocupado porque, según afirmó, no sabía “hasta qué punto los que están gestionando la casa en estos momentos son gallegos”.
Finalmente, aseguró que el Gobierno gallego puede apoyar a entidades gallegas que presten atención socio-sanitaria, como el Centro Gallego de Buenos Aires, si éstas cuentan con planes serios, viables y con cuentas claras.
Consultado sobre la situación del Centro de Día en el Centro Gallego de Buenos Aires, Santiago Camba destacó, en primer lugar, que desde el Gobierno gallego se hizo “una apuesta clara por los centros de día”. Además, apuntó que éstos dependen “exclusivamente” de las asociaciones y que la Xunta no los mantiene directamente sino que “los acompaña en el funcionamiento”.
El Centro de Día del Centro Gallego de Buenos Aires, explicó, constituía una excepción a la regla porque su funcionamiento estaba a cargo de la Fundación Galicia Salud y no del Centro Gallego. Camba informó, asimismo, que el gobierno le hizo saber a la Fundación que disponía de una partida de dinero para gastos de funcionamiento pero que no recibieron respuesta. Además, señaló que los directivos del Centro Gallego querían “instalar un Centro de Imágenes donde funcionaba el Centro de Día” y afirmó que la directiva de la entidad estaría “en conversaciones con alguna administración que les exige priorizar el Centro de Imágenes dentro del Centro de Día”.
En otro orden, el secretario xeral opinó que la oficina delegada que funcionaba en el propio Centro Gallego “no tenía razón de ser” desde el momento en que se abrió, en Buenos Aires, una delegación del Gobierno gallego. Santiago Camba recordó que cuando se creó, en la época de Amarelo de Castro, la Delegación no existía todavía y que últimamente “casi no tenía actividad”.