AL ACTO ASISTIERON NUMEROSAS PERSONALIDADES DE LA CULTURA ESCOCESA Y DE LA UNIVERSIDAD DE EDIMBURGO

Inaugurada en Edimburgo una exposición que cuenta con dos comisarios gallegos y cinco artistas españoles

En el Edinburgh College of Art se inauguró el pasado lunes, día 4, una exposición que cuenta con dos comisarios gallegos, Antonio Cervera y Ana González Chouciño, y ocho artistas: cinco españoles, un portugués, un escocés y una sueca afincada en Glasgow.

Inaugurada en Edimburgo una exposición que cuenta con dos comisarios gallegos y cinco artistas españoles

En el Edinburgh College of Art se inauguró el pasado lunes, día 4, una exposición que cuenta con dos comisarios gallegos, Antonio Cervera y Ana González Chouciño, y ocho artistas: cinco españoles, un portugués, un escocés y una sueca afincada en Glasgow.

En la impresionante sala de exposiciones Sculpture Court se congregaron numerosas personalidades de la cultura escocesa y de la universidad de Edimburgo, destacando la presencia del cónsul español, Miguel Utray, así como un número importante de españoles afincados en Escocia.

Aprovechando un ciclo de conferencias que hablará de esas ciudades que encogen, de calles que quedan vacías y de nuevas formas de recorrerlas, la exposición es una búsqueda de alternativas y de atajos que no dependen del planeamiento urbanístico, sino de los ciudadanos. De cómo vemos nuestras ciudades y nuestros mapas, de cómo los modificamos al mismo tiempo que los recorremos.

Algunos de los artistas elegidos muestran lo evidente. Robert Davies y Daniel Lema recorren las afueras de Edimburgo y sacan esas fotos que nunca se convertirán en postales. Vías de trenes que no llevan a ninguna parte, y edificios tan inmensos como olvidados.

Otros, buscarán soluciones. Santiago Cirugeda y el colectivo Recetas Urbanas aprovechan los vacíos legales para colarse y devolvernos la ciudad que por momentos dejó de pertenecernos. Carme Nogueira introduce elementos urbanos que rompen los límites entre lo privado y lo público; al fin y al cabo, todo es nuestro.

El resto de los artistas ha encontrado belleza en nuevos vacíos. Stina Wirfelt convierte autopistas sin acabar en monumentos, devolviéndonos a Robert Smithson, y a sus paseos por Passaic. Filipe Condado transforma edificios derruidos en pinturas abstractas, melancolía transformada en rectángulos monocromos destinados a desaparecer. Manuel Eirís quita capas de pintura al mismo tiempo que quita capas de memoria. Convierte las paredes en un yacimiento arqueológico en el que recuperar nuestros recuerdos. Por último, Lara Almarcegui narra la historia de unos jardines olvidados. El proyecto de Margaret Tatcher para la recuperación de unos jardines en Liverpool quedó paralizado y la naturaleza recuperó lo que era suyo. A veces, el fracaso de la utopía se convierte en la verdadera utopía.

La exposición podrá visitarse hasta el 16 de noviembre, y promete ser un primer paso, para acercar ciudades. Volvemos a emigrar, pero quizás, como en la obra de Lara Almarcegui, los nuevos contextos se conviertan en posibilidades.