El relato ganador fue escrito por una estudiante del Cervantes de São Paulo

El Cervantes presenta un libro digital con los diez mejores relatos del Concurso de Cuentos 2013

El Instituto Cervantes publica en su portal de internet un libro digital con los diez relatos seleccionados en el Concurso de Cuentos convocado con motivo de la última edición de ‘El Día E’, y que cuenta con prólogos del poeta José Manuel Caballero Bonald, premio Cervantes 2012, y de Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes.

El Cervantes presenta un libro digital con los diez mejores relatos del Concurso de Cuentos 2013

El Instituto Cervantes publica en su portal de internet un libro digital con los diez relatos seleccionados en el Concurso de Cuentos convocado con motivo de la última edición de ‘El Día E’, y que cuenta con prólogos del poeta José Manuel Caballero Bonald, premio Cervantes 2012, y de Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes.

La publicación de la obra, de 70 páginas, supone el colofón de un proceso que comenzó el pasado mes de febrero, cuando el Instituto Cervantes invitó a los alumnos de español de todos sus centros a inventar un cuento para participar en el certamen que se celebraría en el marco de ‘El Día del Español’, el 22 de junio.

El relato que resultó ganador lleva por título ‘El Rey de España’, y fue escrito por una estudiante del Instituto Cervantes de São Paulo (Brasil), Juliana Claro de Faria. El primer cuento finalista se llama ‘El atorrante del Lincancabur’, enviado por un alumno de Londres, y el segundo finalista es ‘Bienvenido a Madrid’, de un estudiante de Chicago.

El orden de estos tres relatos preseleccionados se decidió en una votación abierta a todos los internautas celebrada en vísperas de ‘El Día E’. El libro digital incluye los otros siete relatos seleccionados, que han creado alumnos de español de los centros del Instituto Cervantes de París, Atenas, Lisboa, Pekín, Palermo y São Paulo.

¿Un futuro escrito de fama?

José Manuel Caballero Bonald afirma en el prólogo que este concurso “significa algo más que un grato episodio literario: es una convocatoria que viene a reunir en una misma comunidad expresiva a personas procedentes de muy distintas partes del mundo. A lo mejor, entre todos ellos, surge alguno que empezará a partir de ahora a convertirse en un escritor de fama. Y eso ya es una perspectiva de veras estimulante”. El premio Cervantes 2012 concluye: “Se trata por tanto de un ejemplo de complicidad lingüística que tiene mucho que ver con una impecable tentativa de asociación internacional de la cultura”.

Por su parte, Víctor García de la Concha, cuyo prólogo comienza con una anécdota de cuando contaba cuentos a sus hijas, sentencia que estos “arrancan siempre, o tienen en su raíz, un sentimiento universal” y “configuran nuestro espíritu”. “Cualquier cuento condensa muchas experiencias humanas y la lengua en que se encarnan aporta valores expresivos a su tradición”, escribe el director del Instituto Cervantes, que concluye: “Aprender a contar en español significa conectar con las vivencias multiformes de una lengua que nació mestiza y que recogió en sí afluencias de muchas culturas”.

Tema libre con tres requisitos

El tema del cuento era libre, pero los concursantes debían cumplir tres restricciones o requisitos. La primera restricción era que el relato debía contener el siguiente fragmento de un libro de Caballero Bonald: “La verdad es que tampoco importa mucho constatar ahora la exactitud de todas esas evocaciones”.

La segunda condición obligaba a incluir un determinado fragmento de un autor teatral: o la española Angélica Liddell, o el argentino Claudio Tolcachir.

Y por último, en el cuento tenía que aparecer uno de estos tres lugares: la calle Amaniel (Madrid), el desierto de Atacama (Chile) o la laguna de Cuicocha (Ecuador).