La opinión de

Rafael del Naranco

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Tierra de hojarasca y barro

Sobre las aguas del Mediterráneo que observo cada amanecida tras haber inmigrado de Caracas en busca de serenidad, y a cuyas costas llegaron envueltas en papiros las palabras de Homero, Sócrates, Platón, Aristóteles y Fidias, y más tarde los versos de Kavafis, Odisea Elytis y Yorgos Seferis, asumo ahora mi parada y fonda.  

Querencias de vida

A lo lejos, en la parte de la necrópolis donde se hayan enterrados los masones, algunos suicidas, los no creyentes y protestantes de los baptisterios luteranos, siento venir la perenne canción de madre. Ella, cuando intuye mi llegada, mucho antes de acercarme a las tapias de los difuntos, tatarea melodías para envolver mi ánimo.

Río abajo, río arriba

En unas antiquísimas tablas de barro, se lee que 2.500 años antes de Cristo, “mientras la mimaba / Con sus arrumacos. / Seis días y siete noches, / Enkidu, excitado, / Hizo el amor con...

Una postal marina

Nos llega una postal de un pueblecito de la baja Andalucía, y uno siente el aire marino bajo los promontorios, sobre pinos negros, casitas blancas pintadas de cal y en cada esquina, ventanal o en el mismo suelo formado de guijarros, macetas de geranios, valerias salvajes, petunias, azaleas, y rosas cuyos tallos parecen subir por las paredes, mientras unas zapatillas blancas se adormecen.

Hacer una columna

Nuestro idioma castellano está construido sobre infinidad de armazones, siendo aquí, en América Latina, el sembradío donde pudo consolidarse al convertirse en plenamar entre las páginas de incontables escritores, siendo Pablo Neruda el malecón que amarró la barcaza con una malla de grandiosas palabras que expresaban más de lo enunciado al instante de articularlas. 

Ya no somos los mismos

El mundo parece volver a ser el propio de aquel 11 de septiembre de 2001, y eso nos obliga a regresar a los lóbregos salones de la novela ‘1984’ de George Orwell, y con ella a un tiempo de...

Unas gotas de lluvia

Llueve, pasan pájaros perdidos. Hace unos instantes que la ciudad se va volviendo baldía; tras los visillos de una ventana hay miradas que recuerdan viajes y flores, un adiós caduco entre las...

Unas palabras sueltas

Eduardo Galeano, en ‘El libro de los abrazos’, comenta que en los alrededores de La Habana (Cuba) llaman a los amigos “mi tierra” o “mi sangre”. En Caracas (Venezuela) “mi pana” o “mi llave”....

Las dobleces de la piel

Al decir de Flaubert, concurrió un tiempo –entre Cristo y Marco Aurelio– en que el hombre estuvo solo, abandonado a su suerte, y la única magia posible en esos momentos, era garrapatear los...

Pablo, el poeta

Al comienzo de un otoño boreal –era septiembre– igual a cobra pintada de estaño y barro, había lluvia, granizo, brisa rasa y tajante, mientras allá, más abajo donde comienza el Sur de la brújula,...

Tierra venezolana

Sobre la cúspide del Salto Ángel no cae, hacia el Cañón del Diablo, mucha agua, y los viajeros en el DC-3 que roza las impresionantes laderas del macizo, se emocionan cuando el avión hace unos...

Tierra venezolana

Sobre la cúspide del Salto Ángel no cae, hacia el Cañón del Diablo, mucha agua, y los viajeros en el DC-3 que roza las impresionantes laderas del macizo, se emocionan cuando el avión hace unos...

Esa energía atómica

La fuerza nuclear no es mala por si misma ¿Se estremecen? No lo hagan. James Lovelock, autor del libro ‘Gaia’ –nombre de la diosa griega que designa nuestro planeta– ha dicho exactitudes...

Los pájaros pintados

Decir que la juventud de ahora es peor que la nuestra no suele ser cierto. En infinidad de aspectos son mejores aun teniendo una manera de actuar que uno no comprende al habernos quedado varados...

Chocolate para el alma

Se ha escrito últimamente en forma poética sobre el chocolate, ese elixir de los dioses cuya preparación se pierde en la noche de los tiempos, pero igual a cualquier placer humano, se le ha...

Sopesar las heridas

A la entrada de un pequeño cementerio marino se levanta una tablilla con estas palabras: “Si deseas saber lo que es la vida, pregúntate a ti mismo lo que es la muerte”.  Se deslizaron...

Bosquejos de andar y ver

No he venido en los primeros días de febrero al Principado de Asturias para escuchar el resoplido del viento ni a contemplar la quietud del mar Cantábrico cabreado y embravecido, ni tan siquiera a...

Mi amigo Magroll El Gaviero

Al no saber improvisar, cada historia escrita en mis cuartillas es un suceso vivido durante años en el Mar Caribe, en donde escuché las historias y leyendas de Simbad el Marino –navegante de siete...

Una tarjeta viene de Canaima

Anidamos en la ciudad mediterránea de Valencia en la que rumiamos nuestro destierro venezolano, repasando evocaciones de Venezuela en la revista Élite , publicación de la que he sido director, y...

Renglones negros

Escribir es una tarea colmada de recovecos, dudas, soledad y aprensiones. Algunos días las palabras salen alborozadas igual a vientos mañaneros, suaves, casi sin ruido, melosas y tiernas. Son las...