Román Rodríguez invita a instalarse en Galicia a los jóvenes del exterior motivados para trabajar

Integrada también por la conselleira de Política Social, Fabiola García, además de por el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda –quien actuó de moderador–, y por la retornada Estefanía Rama –quien tuvo ocasión de contar su experiencia personal–, la mesa permitió a los dos representantes políticos de la Xunta explicar las actuaciones de sus respectivos departamentos en la Estratexia que Galicia pone en marcha este año y hasta 2006, para traer a la comunidad autónoma al mayor número posible de gallegos en el exterior. 

El apartado educativo fue desarrollado por el conselleiro Román Rodríguez, quien habló del esfuerzo que realiza su departamento para lograr la escolarización de los hijos de las familias retornadas, así como de las oportunidades que la comunidad ofrece a los que desean disfrutar de una beca para cursar en Galicia estudios de FP o un máster.

La Consellería resuelve cada año 4.000 expedientes de niños en edad escolar y tarda alrededor de “una semana” en adjudicar a los que retornan un centro educativo e insertarlos “en uno de los mejores sistemas educativos de España y de Europa”, dijo Rodríguez, quien destacó el “impulso” que la Secretaría Xeral de Emigración” le da a su departamento para resolver la cuestión “con una grandísima rapidez”.

De lo que se trata es de “darles oportunidades a los que vienen”, dijo el conselleiro, quien habló también de las posibilidades que se les abren en el apartado formativo con la concesión de las becas BEME para titulados universitarios, así como de un programa “más modesto” como es la formación profesional, que permite a los jóvenes encontrar “empleo inmediato”. 

El conselleiro recordó que en esta tercera edición de las becas de FP para los jóvenes del exterior se dispone de 75 plazas, con una ayuda económica de 6.500 euros, para que los integrantes de este colectivo se puedan formar antes de insertarse en el mundo laboral.

Dentro de las medidas que pone en marcha para los jóvenes del exterior, el departamento que dirige Román Rodríguez está también explorando para implementar la FP a distancia con carácter dual, de tal modo que en el segundo año los alumnos puedan desarrollar una formación dual en las propias empresas.

“Galicia necesita de personas jóvenes con ganas de trabajar y con motivación”, dijo el conselleiro, quien hizo hincapié en la importancia de mostrar esta actitud para ser capaz de dejar un país y “venir a vivir y trabajar en una tierra deseosa de acogerlos”.

“Reforzar la conciliación”

El apartado social fue desarrollado por la conselleira Fabiola García, quien habló del acompañamiento que su departamento realiza a los que retornan, “desde la cuna hasta la vejez”, matizó. García puso el acento en las medidas que se adoptan para procurar la integración laboral de los que regresan, así como de la posibilidad que tienen de disfrutar de los campamentos de verano para menores, de la ‘Tarxeta benvida’ para los recién nacidos y de la gratuidad de la enseñanza entre los 0 y 3 años.

“Les ayudamos a través de programas para que puedan empezar a caminar”, dijo García, en relación a los recién llegados, con el objetivo de procurar su “inserción laboral, poniendo a su disposición los mecanismos” para que encuentren un puesto de trabajo. Asimismo, explicó que una de las principales tareas que lleva a cabo su departamento consiste en ayudarles a cumplir con el requisito de disponer de carné de conducir, necesario la mayoría de las veces para incorporarse a un empleo o para emprender.

Como mecanismo para “reforzar la conciliación”, habló de los campamentos de verano, a los que también tienen acceso los hijos de los retornados y que les proporcionan los “cuidados” necesarios mientras sus padres atienden a sus responsabilidades laborales, así como de las medidas para fomentar la natalidad, a las que también tienen derecho, como es la ‘Tarxeta benvida’, que proporciona ayuda a las familias para atender las necesidades del bebé desde el momento del nacimiento, o la gratuidad de las escuelas infantiles, con lo que los niños de 0 a 3 años pueden acudir a un centro escolar a coste cero para sus padres, que se pueden ahorrar alrededor de 2.000 euros al año.

El objetivo es que “nos ayuden a afrontar el reto demográfico”, dijo la conselleira, quien, al igual que vienen haciendo otros representantes del Gobierno gallego, se mostró convencida de que “Galicia es el mejor lugar para nacer, crecer y para hacerse mayor”.

Acompañamiento desde las oficinas de retorno

La mesa de Diálogo Social también estuvo integrada por la técnico de la Oficina de Retorno de Lugo, Eva Solián, quien recordó que estos espacios fueron concebidos como “un elemento esencial” del programa de la Secretaría Xeral para colaborar con los residentes en el exterior que desean regresar. Un programa, apuntó, que, en esta segunda edición, “refuerza su papel” y tiene unos “objetivos más ambiciosos”.

Las oficinas son un “punto de atención presencial” que se asientan “cerca del lugar de residencia de los retornados” y constituyen “una ventana única” donde se da respuesta a las necesidades de los que regresan, al tiempo que se les ofrecen “programas de acompañamiento”, dijo la técnico.

En ellas se realizan desde los trámites iniciales, como puede ser la consecución del DNI español o la tarjeta sanitaria, hasta la inclusión de los retornados en la vida gallega.

Respecto al trabajo de las oficinas diferenció el que se realiza de modo telemático, a través de la correspondencia electrónica que se recibe del extranjero, relacionada mayoritariamente con la preparación del retorno, y el que se realiza de modo más pormenorizado, con los emigrantes y sus familias retornadas que se encuentran en Galicia. Dicho trabajo se lleva a cabo a través de un “itinerario personalizado de atención”, lo que supone que a partir de la identificación de las necesidades de la familia se hace la búsqueda de las acciones o recursos más adecuados, en las áreas educativas, laboral o social. 

Otra de las funciones que realizan estos espacios y de lo que dio cuenta la técnico está relacionada con el apartado sociológico o psicológico, que contempla la oficina como un lugar donde “el participante puede verter todas las emociones que el retorno le provoca: alegría, agradecimiento, pero también desorientación, desesperanza o frustración”. En este sentido, se convierte en un “instrumento en el acompañamiento de la gestión de ese estrés”. De la mano de los técnicos, el emigrante se puede sentir “comprendido, ayudado y valorado”, puntualizó Solián. 

Al respecto, destacó la importancia de la empatía de que deben gozar los trabajadores de estas oficinas, que debe ser una “actitud esencial” para “sintonizar tanto con las preocupaciones como con las emociones de la persona” retornada.

Solián apuntó que esa actitud fue bien entendida por los que están al frente de las oficinas, porque cada uno de ellos aportan no solo sus conocimientos técnicos sino el trabajo de atención de calidad, lo que redunda en la “satisfacción de los usuarios, que nos lo hacen saber con gestos o palabras sinceras y conmovedoras”. “Ello causa un eco que escuchan los futuros retornados que van a venir y que esperamos con los brazos abiertos”, sentenció.