Rajoy asegura ante los españoles en Río que el país saldrá adelante “con arrojo, determinación y paciencia”

“España sigue siendo un gran país” y es por eso que superará la crisis y saldrá adelante “con arrojo, determinación y paciencia”. Así de contundente se mostró el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante el centenar de españoles residentes en Brasil con los que se reunió el miércoles en la ‘Casa de España’ de Río de Janeiro, ciudad a la que viajó tras participar en la cumbre del G20 de Los Cabos (México).

El jefe del Ejecutivo aseguró que España atraviesa momentos “delicados” y se mostró consciente de que le ha tocado “asumir la responsabilidad de gobernar en un momento muy difícil”, pero aseguró que el país va a “salir adelante” y que ello se conseguirá “marcando una línea y no separándonos nunca de ella”.

Rajoy recordó que siempre dijo que el primer año no iba a ser bueno, y consideró que “lo realmente importante es que haya un Gobierno que haya hecho un diagnóstico de la situación, que sepa lo que tiene que hacer y que lo haga”.

En este contexto, el presidente español señaló que está obligado a tomar decisiones que “no son agradables y que no gustan”, pero que son necesarias para preparar al país para el medio y largo plazo.

“España está metida en una crisis difícil, pero el Gobierno sabe lo que tiene que hacer, tiene la determinación, el coraje y las ganas para hacerlo y España va a superar esta crisis como otras a lo largo de su historia”, insistió.

Frente a los que piden medidas que impulsen el crecimiento, Rajoy volvió a defender su objetivo de “gastar lo justo”. También habló de hacer reformas estructurales para ganar competitividad y promover que Europa dé pasos hacia una mayor integración fiscal y una unión bancaria.

El presidente destacó también los puntos fuertes de la economía española e hizo hincapié en el valor de sus ciudadanos: “La gente es lo que va a hacer que este país salga adelante”, sentenció.

Atención a los emigrantes

El presidente del Consejo de Residentes Españoles (CRE), Augusto José Domínguez, aprovechó la visita del jefe del Ejecutivo español a Río de Janeiro para trasladarle las necesidades de los emigrantes españoles y le instó a mantener las instituciones y centros que atienden a la colectividad en el exterior.

A su llegada a la Casa de España, Rajoy fue recibido con la protesta de un pequeño grupo de activistas anticapitalistas