Para la venta del edificio y la “cesión del servicio de prestaciones médicas” bajo una serie de condiciones

Los representantes del Centro Gallego de Buenos Aires autorizaron las negociaciones con el Grupo Ribera Salud S.A. y la Fundación Favaloro

Los representantes de los socios de la Mutual del Centro Gallego de Buenos Aires autorizaron por unanimidad las negociaciones con el Grupo Ribera Salud S.A. y la Fundación Favaloro “a fin de procurar la venta” del edificio y la “cesión del servicio de prestaciones médicas” bajo una serie de condiciones.

Los representantes del Centro Gallego de Buenos Aires autorizaron las negociaciones con el Grupo Ribera Salud S.A. y la Fundación Favaloro
Trabajadores del Centro se manifiestan afuera del teatro Castelao
Los trabajadores del Centro se manifiestan en las puertas del teatro Castelao.

Los representantes de los socios de la Mutual del Centro Gallego de Buenos Aires autorizaron por unanimidad las negociaciones con el Grupo Ribera Salud S.A. y la Fundación Favaloro “a fin de procurar la venta” del edificio y la “cesión del servicio de prestaciones médicas” bajo una serie de condiciones.

En el marco de la asamblea extraordinaria que tuvo lugar el lunes 18 en el salón del teatro Castelao, solicitaron, además, la conformación de una comisión negociadora integrada por seis representantes (uno por cada agrupación, con su respectivo suplente) para encarar las tratativas, a la brevedad posible.

Asimismo, los representantes decidieron –también por unanimidad– rechazar “en su totalidad” los balances pendientes de aprobación y negaron la autorización al interventor judicial del Centro Gallego a presentar el acuerdo preventivo extra-concursal (APE), es decir, la homologación judicial del total del pasivo de la entidad.

También rechazaron la proclamación de la Junta Directiva y propusieron, en su lugar, la formación de una junta de consenso.

Tras la sesión, la presidenta de la agrupación Galicia, Patricia Pérez, señaló en declaraciones a esta publicación la expectativa de los representantes de los socios de la mutual de que el proceso “continúe avanzando”. 

“Nosotros queremos que el arreglo de la posible venta cubra todas las deudas presentes, futuras y contingentes del Centro Gallego de Buenos Aires y que, además, el producido de la venta se subrogue en cabeza del comprador”, sostuvo, y precisó: “Es decir, que el dinero lo maneje directamente el comprador para afrontar todas las deudas a nuestro cargo”.

“Todos nosotros trabajamos mucho, muy duramente, y estamos muy satisfechos con lo que logramos”, valoró, y añadió: “Sufrimos amenazas que nos tuvieron mal a todos. Realmente algunos de los nuestros no vinieron porque tuvieron miedo, pero nosotros, como siempre, fuimos al frente y acá estamos. Hemos logrado para los socios y los empleados lo que siempre quisimos: preservar las fuentes de trabajo, garantizar la atención médica de los socios y preservar lo que le corresponde al Centro Gallego”.

De aquí en más se abre un período de negociación, de dos meses, entre el grupo oferente y la comisión de representantes.

El interventor judicial del Centro Gallego, Martín Moyano, precisó que “nuestra tarea está delimitada a mantener la administración del hospital y tratar de colaborar para que la gestión de los representantes sea exitosa y que el hospital sea transferido no más allá del mes de marzo”. 

Si bien en este mes todavía no pudieron pagar salarios, Moyano estima que durante “el período de transición” podría llegar a contar con el apoyo de fondos públicos. Para ello, adelantó que ya han solicitado una reunión con el ministerio argentino de Trabajo y que están buscando la manera de financiar el funcionamiento de la actividad sanitaria hasta que la operación se concrete”.

No obstante, aclaró que el sostenimiento no se extenderá mucho más allá de los dos meses que tienen los representantes y el grupo oferente para negociar la venta.

El interventor señaló, por otro lado, que un tema insoslayable en la negociación será el discernimiento del pasivo de la entidad. Un pasivo, que consideró resultado directo de “las relaciones laborales”. “El problema –avanzó– es que la mutual no puede pagar los sueldos. Le pasó a la Junta directiva, pasó con las diferentes gestiones del INAES y me pasa a mí también”.

Sin embargo, destacó que “lo importante es que hay una voluntad de venta que está expresada en determinadas condiciones que son la respuesta de la mutual al grupo oferente”. “A partir de ahí –planteó– los frutos serán resultado de la negociación entre ellos (la comisión de representantes y el grupo oferente)”.

Asimismo, dado que la mutual continúa acéfala y que el expediente judicial establece expresamente “la  normalización institucional” del Centro; “lo mas probable –indicó– es que se convoque a elecciones anticipadas para poder resolver esto a la brevedad”. 

Un dato importante a considerar es que el INAES este verano no estará de feria, por lo que se podría convocar  a elecciones en un plazo corto.

Finalmente, Moyano Barro indicó que “ahora se va camino a una solución que no es fácil pero que abre una expectativa de salida”. “Hablamos –dijo– de una inversión extranjera de 150 millones de dólares” y se mostró optimista sobre la posibilidad de que las negociaciones arriben a buen puerto.

Dos miembros de la gerencia de fiscalización, dos por la gerencia de la intervención y el veedor de la Cámara Civil, contador Serafini, fiscalizaron esta nueva convocatoria, que contó con la participación de 46 representantes (poco más que el quórum reglamentario) y más de un centenar de socios que siguieron en vivo el desarrollo de la asamblea, mediante una pantalla gigante montada en el hall principal del edificio.

Asimismo, un grupo de dirigentes sindicales, con bombos, aguardaron a los representantes en las puertas del Castelao, en apoyo a la propuesta de compra de la Fundación Favaloro  y el Grupo Ribera. Inclusive, durante el transcurso de la sesión ingresaron hasta las escalinatas del teatro donde se desarrollaba el orden del día; aunque, a pesar de ello, la asamblea se desarrolló con relativa normalidad.