Desmontó la tesis socialista de que viajó para ver a su hermana enferma, ya que ésta se hallaba en Galicia

Blanco dice que estuvo “muy a disgusto” el tiempo que actuó de agente electoral de Porto

El alcalde de Muxía, Felix Porto, utilizó a María Isabel Blanco para que actuara como agente electoral en Argentina durante la campaña de las municipales celebradas en España en mayo de 2007.
Blanco dice que estuvo “muy a disgusto” el tiempo que actuó de agente electoral de Porto
María Isabel Blanco, en su comparecencia.
María Isabel Blanco, en su comparecencia.
El alcalde de Muxía, Felix Porto, utilizó a María Isabel Blanco para que actuara como agente electoral en Argentina durante la campaña de las municipales celebradas en España en mayo de 2007, y para ello le proporcionó un contrato de trabajo en el sindicato ‘Unións Agrarias’, según confirmó la implicada durante su comparecencia, el miércoles, en la comisión que investiga el supuesto pago de viajes a agentes electorales del PSOE con fondos de la Secretaría Xeral de Emigración. “Yo no fui allí porque quise”, y “estuve muy a disgusto durante ese tiempo”, relató Blanco, quien añadió que Porto le comunicó en enero de 2007 que no había sido “contratada para trabajar en el sindicato, sino para su campaña en Buenos Aires”. La mujer reconoció haber recibido amenazas tras destaparse el caso.
María Isabel Blanco, Emigrante retornada y residente en Vimianzo, compareció en la comisión de investigación en medio de la expectación que despertó su caso, y con sus declaraciones ratificó lo que ya había declarado tras destapar el PPdeG la noticia de que actuó como agente electoral de los socialistas gallegos en Argentina Blanco, que relató que fue contratada en diciembre de 2006 como administrativa para trabajar en Ourense en la ‘Unión Viticultores do Castro’–entidad vinculada a ‘Unións Agrarias’–, viajó a Buenos Aires el 2 de abril de 2007, en pleno periodo preelectoral de las municipales, para “hacer campaña” a favor de Félix Porto, y su estancia en la capital argentina se prolongó hasta el 23 de mayo, dos días antes de la cita electoral. “Fueron 53 días siniestros en Buenos Aires”, dijo, y “lo pasé muy mal”, añadió. La mujer contó en la comisión que comenzó a trabajar para ‘Unións Agrarias’ el 10 de diciembre de 2006 y que en la firma del contrato, que tuvo lugar en Santiago, estuvo acompañada por el alcalde de Muxía, quien, en marzo de 2007, le pidió que se pusiera ya en contacto telefónico con los potenciales votantes en Buenos Aires. Con la intención de que comenzase a familiarizarse con lo que sería su misión a partir de ese momento, a Blanco se le entregó un CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes), un documento sobre el procedimiento de voto en el exterior y dinero en efectivo para gastos, que ascendieron en total a 2.500 euros, según relató. Su cometido, una vez en Buenos Aires, consistía en visitar a los electores “puerta a puerta” para solicitar el voto”, y asegurarse de que se cumplimentaba la solicitud para, luego, “recogerla”, afirmó. “El agente trata de convencer a las personas para que le den el voto a ella”, dijo, en respuesta al requerimiento de los portavoces de los grupos, a la vez que aseguró que durante su misión “nunca” abrió un voto y que en las actividades organizadas por el partido no tuvo constancia de que se fotocopiasen pasaportes para realizar la solicitud del voto. Respecto a su relación con la diputada socialista Marisol Soneira, quien actuó de intermediaria en la concesión del billete a Argentina, Blanco aseguró conocerla y dijo que fue la persona que le presentó a Porto. Sin embargo, reiteró que nunca fue su intención involucrar a Soneira en la tramitación del billete. “Soneira sólo me mandó un email” informando de la concesión del billete, pero “no sé quien lo gestionó”, agregó. Además, reconoció que la diputada le ayudó en más de una ocasión para paliar la situación en la que se encontraba su familia, tanto en Argentina como a su llegada a Galicia, pero negó la iea defendida por Soneira de que se le concedió la ayuda por una razón de necesidad y para visitar a una hermana enferma en Buenos Aires. Blanco dijo que el viaje no se produjo para visitar a su hermana, ya que, en el momento en el que viajó, ésta se encontraba en Galicia. En respuesta a una pregunta del portavoz del BNG, Iago Tabarés, sobre el proceso de selección para trabajar en la ‘Unión de Viticultores do Castro’, Blanco aseguró que en el sindicato no le pidieron “nada” para acceder al empleo y que “nunca” estuvo en Ourense, sino que trabajó en Vimianzo. También reconoció que su hermana recibió amenazas de parte del secretario de Organización del PSOE en Argentina, Evaristo Oroña, a raíz de este conflicto, aunque luego, dijo, “lo negó”. Por su parte, confesó no haber actuado por motivos económicos al reconocer que actuó como agente electoral socialista, sino que “el PP trajo la documentación fehaciente” sobre lo ocurrido, “y yo dije la verdad y presenté lo que presenté”, pero “nadie me dio dinero”, matizó. En respuesta al portavoz socialista, Xaquín Fernández Leiceaga, sobre las ayudas que percibió de la administración en todo este tiempo, la implicada aseguró que recibió una Risga durante cuatro meses, hasta que su marido encontró un empleo, y que su madre tuvo que esperar más de dos años para cobrar una pensión no contributiva. Leiceaga acusó a Blanco de prestarse a formar parte de “un montaje” y de actuar “movida por la venganza”, por lo que le espetó: “Sus escrúpulos son retrospectivos y llegan con nueve meses de retraso”. Además de reconocer que trabajó como agente electoral para el PSOE en las últimas municipales, celebradas en 2007, Blanco también informó de que trabajó en favor del PSOE durante la campaña de las autonómicas de 2005–en las que Touriñó fue elegido presidente de la Xunta– haciendo llamadas telefónicas al exterior. Sobre los problemas que le puede acarrear el haberse involucrado en este conflicto, dijo: “Soy consciente de que no voy a tener nunca un trabajo”.