Trabaja en el desarrollo del telescopio espacial James Webb, sustituto del Hubble

La astrofísica viguesa Begoña Vila Costas recibe este miércoles uno de los premios de la NASA

La ‘Exceptional Public Achievement Medal’, distinción honorífica con la que la NASA reconoce la aportación de sus miembros no funcionarios a una misión promovida por la propia agencia aeroespacial estadounidense, recae este miércoles en una española: la astrofísica Begoña Vila Costas, quien desempeña su trabajo como ingeniera en el centro de vuelo espacial Goddard, el primero que estableció la NASA, en 1959, en el estado de Maryland.

La astrofísica viguesa Begoña Vila Costas recibe este miércoles uno de los premios de la NASA

La ‘Exceptional Public Achievement Medal’, distinción honorífica con la que la NASA reconoce la aportación de sus miembros no funcionarios a una misión promovida por la propia agencia aeroespacial estadounidense, recae este miércoles en una española: la astrofísica Begoña Vila Costas, quien desempeña su trabajo como ingeniera en el centro de vuelo espacial Goddard, el primero que estableció la NASA, en 1959, en el estado de Maryland.

La agencia aeroespacial reconoce con esta distinción “sus logros excepcionales” en la materia, lo que la convierte en la primera española en recibir una medalla de este organismo. “Estaba muy orgullosa por el hecho de que me nominaran, pero ahora que me la han dado mucho más”, dijo a ‘La Voz de Galicia’, en una entrevista publicada por este periódico el pasado 28 de agosto.

Nacida en Vigo en 1963, Vila Costas comenzó su formación profesional en la Universidad de Santiago de Compostela, en el Instituto de Astrofísica de Canarias y en diversas universidades británicas, antes de recalar en la NASA, donde lidera el diseño, desarrollo y pruebas del instrumento Fine Guidance Sensot (FGS) que llevará en su misión el telescopio James Webb, buque insignia de la observación espacial en la próxima década y en el que se han invertido 8.000 millones de euros.

Se trata del telescopio más grande que jamás se haya puesto en el espacio y participar en este proyecto “ha sido la oportunidad de mi vida”, asegura. Es por eso que esta gallega, que vuelve a su tierra cada verano para seguir manteniendo contacto con su familia, se considera “muy afortunada”.

Está convencida de que el nuevo observatorio, que se pondrá en órbita en octubre de 2018, “revolucionará nuestro conocimiento del espacio”. “A diferencia del Hubble, que observaba la luz visible, ahora podremos mirar en infrarrojos, lo que nos permite mirar hacia atrás, ver las primeras luces del universo, de las incipientes estrellas y cometas, descubrir cómo se formaron y evolucionaron hasta llegar a lo que son hoy”, asegura, y añade: “También podremos descubrir nuevos planetas”.

Vila Costas empezó a trabajar en el telescopio James Webb en el año 2006, concretamente en el instrumento FGS, que era el que tenía que desarrollar la Agencia Espacial Canadiense dentro del proyecto de colaboración con la NASA y que se contrató a la empresa en la que trabajaba. Ella era la jefa técnica del instrumento y, cuando lo entregaron, la agencia aeroespacial ya la quiso contratar de forma directa. Ahora trabaja con ellos, aunque como no es estadounidense, no puede ser funcionaria.

En 2019 acabará su trabajo en esta misión y su futuro es incierto. Pese a todo, no ha pensado en volver a España porque, según dice, no cuenta con “un equivalente a la NASA, que es un sitio muy estimulante para trabajar”. Por eso, no oculta su intención de participar en el W1FIRST, el futuro telescopio que sustituirá al Webb.