Representante por Italia en el CGCEE

Laura Foglia: “Un gran problema que tenemos todos los países de Europa es que la gente no se apunta al consulado”

La diferencia entre los españoles registrados en los consulados y el número real de residentes en cada país impide adecuar los servicios exteriores, asegura Laura Foglia de Hériz, miembro del recién creado CRE de Milán y representante por Italia en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE).

Laura Foglia: “Un gran problema que tenemos todos los países de Europa es que la gente no se apunta al consulado”
Laura Flogia
Laura Foglia.

“Un gran problema que tenemos todos los países de Europa es que la gente no se apunta al consulado”, afirma Foglia, quien explica que, aunque sea obligatorio registrarse en el consulado, muchos españoles no lo hacen “porque tienen el temor a perder su tarjeta sanitaria y perder sus derechos sanitarios cuando vuelvan a España”.

“Si la gente está en precario y no sabe si se va a quedar o no en el país, tiene miedo a soltar el ancla del país del que viene y por eso acaba no apuntándose al consulado”, explica la consejera por Italia, quien añade que mucha gente piensa que “apuntarse al consulado le va a traer más desventajas que ventajas”.

Laura Foglia explica que el problema con la sanidad –uno de los principales argumentos para no inscribirse en el consulado– no es cuando vuelves, el problema es cuando estás fuera. “Un español que llega aquí, –asegura– tiene derecho a tarjeta sanitaria mientras esté trabajando”, pero si deja de trabajar pierde ese derecho y debe darse de alta de nuevo en la sanidad española y volver a hacer el trámite de baja cuando consiga un nuevo contrato de trabajo. “Como estamos en Europa y tenemos tarjeta sanitaria europea por ser español, muchos se ahorran toda esa burocracia y no se apuntan al consulado”, apunta.

Laura Foglia es española de segunda generación, ya que nació en Italia y se considera medio española y medio italiana. Esta no es la primera vez que participa en un CRE, ya que cuando tenía entre 18 y 20 años estuvo en el CRE de Génova, “pero tuve que dimitir porque me fui a vivir a Berlín y allí no había Consejo”. Al regresar a Italia, Foglia volvió a la demarcación de Milán y “estando tan lejos no tenía los contactos como para intentar que hubiera un CRE, a pesar de haber vivido siempre experiencias muy buenas en los CRE y saber lo útiles que son”.  

Tras cerrar el pasado año el Consulado de Génova, todos los contactos del CRE de esta demarcación pasaron a Milán y se activaron para que hubiera un CRE en Milán. “Yo pensé, pues esta es la mía. No puedo no participar ahora que me lo están poniendo organizado, prácticamente en bandeja de plata”, explica Foglia, quien, además de ser miembro del CRE, representará a Italia en el CGCEE. “En realidad lo que hemos decidido con el CRE de Roma, fue una elección amistosa porque lo que queremos es que ambos CRE estén involucrados”, asegura Foglia.

La representante de Italia en el CGCEE explica que, por el momento, están recogiendo los temas que preocupan a la colectividad y tanto desde Milán como desde Roma están llevando a cabo una encuesta sobre los temas relacionados con la Consejería de Trabajo –sanidad, trabajo y jubilación, entre otros– porque queremos organizar una reunión. “Luego –continúa– queremos hacer lo mismo con las diferentes consejerías para conocer las preocupaciones de la colectividad”.

Respecto a la baja participación de la población en la elección de los CRE –en Milán un 0,40% y en Roma un 0,49%–, Foglia cree que les falta conocer la demarcación. “El contacto con la demarcación es muy bajo. Nosotros tenemos miles de contactos, pero de las provincias que habían sido demarcación de Génova”, manifiesta Foglia, quien explica que le han dicho al consulado “que dé nuestro contacto a la gente cuando vaya a registrarse, pero es una cosa que hay que hacer poco a poco”.

“Parece una broma cuando lo decimos comparado con Sudamérica o Estados Unidos, pero la demarcación de Milán es muy grande para lo que es Italia, porque es todo el norte de Italia. Yo que estoy en la punta este del país y me doy cuenta que, a partir de Milán, no tenemos a nadie”, aclara la consejera por Italia, quien recuerda que está a seis horas de tren de Milán, “con lo cual hacer un encuentro presencial es muy complicado”.

“Es algo en lo que estamos trabajando y queremos trabajar, pero nos falta llegar a los españoles que viven en la demarcación”, dice Foglia. Destaca que otro de los motivos para la baja participación tuvo que ver con la imposibilidad de mucha gente para poder votar, “incluso la gente que nos había avalado, no pudo votar” porque el material no les llegó a tiempo.

La representante por Italia en el CGCEE asegura que desde el Consulado han sido receptivos a su propuesta para que les ayuden a darse a conocer “han sido superamables, yo creo que también porque han visto la experiencia de Génova. Ellos mismos se han encontrado con tres regiones más bajo el Consulado y con una carga de trabajo bestial y si pueden contar con esta ayuda, aunque sea solo para decirle a alguien a dónde se tiene que dirigir para cada trámite, lo ven como algo que les puede ayudar muchísimo y por eso han sido superamables”.

Voto rogado

Laura Foglia también muestra su preocupación por el voto rogado y explica que desde que se implantó sólo pudo votar cuando vivía en Berlín. “Desde que vivo aquí yo no he vuelto a poder votar a pesar de haberlo pedido”, confiesa Foglia, quien explica que, a pesar de eso, lo sigue pidiendo “para demostrar que la gente lo pide y luego no puede votar”. “Incluso el año pasado –asegura– llegué a remitir mi voto por correo certificado y todo, a pesar de estar segura de que no iba a llegar a Milán a tiempo porque lo que yo quería era que quedara constancia de que llegaban votos tarde”.

El cierre del Consulado de Génova, explica la consejera por Italia, complicó aún más el proceso a la colectividad de esa zona que estaba acostumbrada a recoger las papeletas el último día e ir al Consulado a votar. “No es correcto que tengas que ir al Consulado el mismo día que recibes las papeletas, pero al menos antes tenían esa posibilidad”, recuerda.

Convalidación de títulos

La convalidación de títulos es otro de los problemas con los que se encuentra la colectividad española en Italia.

“En el fondo, –explica– todos creímos que con el 3+2 (tres años de carrera y dos de máster) y la unificación de los programas iba a ser más fácil. Todos venimos del sueño de la generación Erasmus que nos podíamos mover a estudiar por Europa libremente, pero en el fondo nunca ha llegado a ser así, ya que en cada país la manera de convalidar es diferente”.

ALCE

Las Aulas de Lengua y Cultura Española (ALCE) permiten que los hijos de españoles que residen en países de habla no hispana puedan aprender el idioma y la cultura de sus padres. Italia no cuenta con ninguna de estas Aulas.

“El tema de las ALCE es bastante complicado en Italia porque la comunidad está muy dispersa” y es difícil crear un ALCE cuando no hay una concentración de niños en una ciudad o alrededores de una ciudad.

Las ciudades en las que hay niños suficientes para tener un ALCE son Milán y Roma y ya cuentan con enseñanza en castellano “y entonces las familias no sienten la necesidad de tener ALCE”.

“En el futuro y con la tecnología, tenemos que empezar a pensar en aulas ALCE a distancia. Los niños ya se han acostumbrado a la educación a distancia y quizás en unos años estemos hablando de unas aulas ALCE virtuales que lleguen a toda la demarcación”, afirma Foglia, quien explica que “lo más complicado es que se acepte el concepto de aula ALCE virtual”.