José Antonio Hernández Pérez-Solórzano, nuevo embajador en Rumanía, era hasta ahora cónsul general en La Habana
Nacido en Ciudad-Rodrigo el 6 de enero de 1963, José Antonio Hernández Pérez-Solórzano se licenció en Derecho en la Universidad de Salamanca, ingresando en la carrera diplomática española en 1990. Como momentos destacados de su trayectoria en territorio español, trabajó en la Secretaría de Estado para la Unión Europea durante la presidencia española de la Unión en el primer semestre de 2002, mientras que de 2010 a 2015 fue subdirector general de México, Centroamérica y Caribe en los servicios centrales del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
En el exterior, José Antonio Hernández Pérez-Solórzano ha desempeñado las segundas jefaturas en las embajadas de España en Luxemburgo, San José de Costa Rica, Quito y Haití, además de ser consejero de Cultura y de Cooperación en la Embajada de España en El Cairo (Egipto). Asimismo, fue cónsul general en Agadir (Marruecos).
Llega a La Habana en agosto de 2020, en medio de una situación delicada, debido a la pandemia, y sustituyendo a su compañero Carlos Pérez Desoy Fages, hoy cónsul general en Salvador de Bahía.
Iniciaba un nuevo reto bajo una circunstancia compleja que afectaba al funcionamiento del consulado, si bien hay que reconocer el esfuerzo incansable de los funcionarios.
Junto con un equipo de diplomáticos y de trabajadores muy implicados en brindar el mejor servicio, el Consulado General reabrió sus puertas el 3 de octubre de 2020 de manera paulatina y empezó a brindar todos sus servicios desde el 13 de octubre. Es el único Consulado en La Habana que no ha cerrado nunca durante la pandemia y hasta que se levantaron la totalidad de las restricciones decretadas por las autoridades cubanas en noviembre de 2021.
Entre los logros más reseñables del periodo desempeñado como cónsul general cabe destacar la conclusión de la revisión y la inscripción de todos los expedientes de nacionalidad presentados en Cuba al amparo de la ley 52/2007 conocida como Ley de Memoria Histórica o la creación de una nueva oficina de pasaportes con 5 puestos de atención al público (dos hasta 2020) en unas modernas oficinas en el edificio de la Lonja. Finalmente, bajo su dirección se comenzó a realizar una distribución periódica de los pasaportes solicitados por los residentes en Cuba, a través de la red de viceconsulados honorarios, ante las dificultades y carestía de la movilidad en la isla.
Hasta la designación de un cónsul general en La Habana por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la representación queda a cargo del cónsul general adjunto, Jaime López-Dóriga.
