Tribuna abierta Gonzalo Muñoz Sanz

El gobierno abandona a los españoles en el exterior

Emigrar es siempre un salto de fe. Implica dejar atrás a parte de tu familia, a tus amigos y a tu país para construir un futuro mejor. Esa apuesta por tu futuro tiene un precio muy alto: tu pasado. Para los españoles, además, implica el abandono total por parte de nuestras instituciones públicas.

El gobierno abandona a los españoles en el exterior

En situaciones normales, los emigrantes cuentan con el apoyo y el respaldo del Estado a través de las misiones diplomáticas. Todos hemos visto películas de Hollywood en las que la embajada de EE.UU. invierte millones de dólares en recuperar a un ciudadano perdido en el desierto o a un niño víctima de un secuestro. Por desgracia, la ficción estadounidense está muy lejos de nuestra realidad cotidiana. Y no debemos culpar a los profesionales que nos atienden, ya que los cónsules, embajadores y demás personal español en el exterior son de una gran calidad humana y profesional. El problema está, como casi siempre, en un gobierno que no considera ciudadanos de primera a los emigrantes y no dota a los consulados de los recursos necesarios para que puedan trabajar.           

El primer ejemplo de este abandono es la situación de injusticia de estar 12 años sufriendo un voto rogado con el que nadie decía estar contento. Tuvo que llegar Alberto Núñez Feijóo a la política nacional para desbloquear un acuerdo que era crucial para los que vivimos fuera. Y aun así el gobierno ha conseguido pervertir esta norma, haciéndola coincidir con una ley de memoria que habilita a los sindicatos cercanos al gobierno y a otras asociaciones afines a certificar quién puede acceder a la nacionalidad española y quién no.

Otra iniciativa de gran importancia para los emigrantes españoles que cuenta con menos recursos cada año es el programa ALCE (Aulas de Lengua y Cultura Españolas). La gran mayoría de demarcaciones consulares no cuenta con ningún ALCE a pesar de haberlo solicitado en repetidas ocasiones. En EE.UU., por ejemplo, las demarcaciones de Boston, Chicago, Miami, Houston, Los Ángeles, San Francisco y Puerto Rico no tienen ni un solo euro presupuestado para estas aulas, a pesar de que algunos ciudadanos llevan años solicitándolo y hasta han organizado Consejos de Residentes para conseguirlo. La respuesta que tenemos de nuestros representantes públicos es siempre la misma: no hay dinero.

También podemos apreciar una falta de interés alarmante si prestamos atención al personal en el exterior (PLEX). Huelgas recurrentes, pérdida de poder adquisitivo, condiciones laborales indignantes… o incluso ilegales en el caso de los españoles en Australia, donde los salarios del personal en Sídney han llegado a estar por debajo del salario mínimo.

Todos estos problemas son síntomas de una misma enfermedad, la desidia institucional. En España necesitamos construir entre todos una mejor cultura democrática basada en el respeto al ciudadano, dándole las herramientas y los canales para que su voz cuente tanto como la de quienes viven en España. En 2023 tenemos varias citas con las urnas para pedirle a nuestros representantes regionales y nacionales que nos escuchen. Démosle la oportunidad a un gobierno distinto para que resuelva los problemas que éste no ha querido atajar.

Gonzalo Muñoz Sanz es experto en liderazgo empresarial. También es miembro del consejo de administración de la Cooperativa Bancaria de Harvard, Gobernador de la Asociación de Boston de Harvard Business School y presidente del Consejo de Residentes Españoles en Boston.