Narra la historia de cuatro nonagenarias marcadas por el desarraigo y el exilio

Se estrena en cines la película ‘Matrioskas, las niñas de la guerra’, de la directora navarra Helena Bengoetxea

Teresa, Alicia, Araceli y Julia son cuatro ancianas nonagenarias, aparentemente comunes, que esconden vidas extraordinarias marcadas por el desarraigo y el exilio: de España a Rusia y después a Cuba. Son las protagonistas de la película ‘Matrioskas, las niñas de la guerra’, de Helena Bengoetxea, que llega este viernes a los cines tras su paso por la 36ª Muestra Internacional de Cine y Mujeres, que se celebró en Pamplona el pasado mes de junio.
Se estrena en cines la película ‘Matrioskas, las niñas de la guerra’, de la directora navarra Helena Bengoetxea
Cartel del documental Matrioskas Las Niñas de la guerra
Cartel de la película ‘Matrioskas, las niñas de la guerra’.

La película se estrena este viernes 16 en Pamplona; el próximo martes 20, en Madrid; y en Burgos, el jueves 22.

Estrenada en la 63ª edición del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao-ZINEBI, y presentada en la 25ª edición del festival de Málaga y en el 19º Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián, la opera prima de Helena Bengoetxea se acerca a cuatro ‘niñas de la guerra’ que durante la contienda civil española fueron enviadas a Rusia y Ucrania siendo niñas y, tras la Segunda Guerra Mundial, emigraron a Cuba. Cuatro mujeres, hijas del exilio, que son desconocidas en su país de origen y olvidadas en el de acogida. 

El filme retrata su resistencia y capacidad de adaptación tras ser testigos de la guerra, el exilio, el peso emocional de la Unión Soviética, el socialismo... Sus recuerdos pueblan esta historia en forma de libros, fotos o matrioskas, esas muñecas tradicionales rusas que son un elemento recurrente en la película; un ‘souvenir’ que aparece en el hogar de todas, pero también el símbolo que representa la riqueza de sus vidas, la multiplicidad de situaciones y recorridos vitales. Vidas dentro de otras vidas.

El rodaje, con carácter internacional, se desarrolló entre julio de 2019 y octubre de 2020 en España (Donostia, Eibar, Bilbao, Gijón, Barcelona), Cuba (La Habana), Rusia (Moscú, San Petersburgo), Ucrania (Kiev) y Estonia. El plan de producción se vio alterado debido a la pandemia, ya que la filmación se tuvo que interrumpir en Cuba cuando se estableció el confinamiento.

Para rodar este documental, el equipo del filme ha contado con la colaboración de diversas entidades. En España, han contribuido con asesoramiento, información y materiales de archivo de la asociación Archivo, Memoria y Exilio (AGE), Associació Catalana d’Expresos Polítics del Franquisme (ACEPF), Asociación Los niños de Rusia (Asturias), Fundación Sabino Arana, Filmoteca Vasca, Arxiu y Filmoteca Nacional de Catalunya. En Rusia, el Centro Español de Moscú. En Cuba, el Censo de la Embajada española en Cuba, Asociación Vasco-navarra de La Habana, Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) e Instituto Cubano de cine.