Reciente embajador de España en Chile, es el actual director de Casa de América

Enrique Ojeda: “Las más de 70 instituciones españolas en el país juegan un papel muy destacado en las relaciones entre España y Chile”

El embajador Enrique Ojeda Vila, actual director de Casa de América, recibe a ‘Crónicas de la Emigración’, en esta Casa en la que, sin lugar a duda, se respira esa unión entre España e Iberoamérica, y que para mí como cubano me llena de gran satisfacción. Enrique Ojeda es un experimentado diplomático de carrera, con 27 años de profesión a sus espaldas, y quien recientemente fuera el embajador de España en Chile. Antes de su destino en Chile, había sido embajador en Bolivia y en El Salvador, y previamente había estado destinado en las embajadas en Guatemala y Bolivia.

Enrique Ojeda: “Las más de 70 instituciones españolas en el país juegan un papel muy destacado en las relaciones entre España y Chile”
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Enrique Ojeda Vila, director de Casa de América.

El embajador Enrique Ojeda Vila, actual director de Casa de América, recibe a ‘Crónicas de la Emigración’, en esta Casa en la que, sin lugar a duda, se respira esa unión entre España e Iberoamérica, y que para mí como cubano me llena de gran satisfacción.

Enrique Ojeda es un experimentado diplomático de carrera, con 27 años de profesión a sus espaldas, y quien recientemente fuera el embajador de España en Chile. Antes de su destino en Chile, había sido embajador en Bolivia y en El Salvador, y previamente había estado destinado en las embajadas en Guatemala y Bolivia.

El nuevo director general de Casa de América cuenta con acreditada experiencia de gestión cultural, habiendo dirigido durante cinco años la Fundación Tres Culturas, una de las principales instituciones dedicadas al diálogo intercultural en España.

Su propuesta como nuevo responsable de la Casa de América vino de la mano del ministro de Asuntos Exteriores, Unión y Cooperación, José Manuel Albares, tras consultar y recabar el consenso de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, y miembros del consorcio de Casa de América.

Pregunta. ¿Por qué decide estudiar la carrera diplomática?

Respuesta. Siempre me habían interesado mucho los temas internacionales, pero, cuando en 1991 acabé la carrera de Derecho en la Universidad de mi ciudad, Sevilla, decidí hacer oposiciones a notarías, probablemente por seguir la tradición de mi padre, que era notario. Llegué a preparar notarías algunas semanas, pero me pareció un temario muy árido y poco atractivo, así que hablé con varios diplomáticos sevillanos amigos de mi familia –Enrique Viguera, Juan González Barba, ambos con una gran trayectoria diplomática– que me animaron mucho y me explicaron con algo más de detalle lo que entrañaba e implicaba la oposición a diplomacia. Así que en 1992 me vine de Sevilla a Madrid con mi hermano Antonio, él a estudiar la carrera de economía y yo las oposiciones a la carrera diplomática… 

P. ¿Cómo fueron sus inicios en el desarrollo de sus funciones?

R. Mi primer puesto en el Ministerio, en 1994, fue en el gabinete del entonces secretario general de Política Exterior, Paco Villar. En ese gabinete estaban, además de Villar, Carles Casajuana y Juan José Rubio de Urquía, y de los tres diplomáticos aprendí muchísimo en esos casi dos años iniciales que pasé allí. En el primer concurso de puestos en el exterior que participé, en 1996, mi idea inicial era ir destinado al mundo árabe –había tomado árabe como tercer idioma en la Escuela Diplomática–, pero al ser de la penúltima promoción apenas llegaron unos pocos puestos. Recuerdo que entre los cinco que se podían pedir puse Bolivia de primero y luego Argelia, Mauritania, Camerún y Angola. Por esas cosas del ‘bombo’ de la carrera me llegó Bolivia y en agosto de 1996 aterrizaba en La Paz como cónsul de España…         

P. Una anécdota simpática que recuerde especialmente de alguno de sus destinos.

R. La más simpática y feliz es que en mi segundo destino, Guatemala, conocí a mi esposa, Kathy, en las Navidades del año 2000. A todos los destinos posteriores ya siempre fuimos juntos, y en los cuatro últimos (El Salvador, Reino Unido, Bolivia y Chile) ya con nuestros dos hijos, Mariana y Gustav. No es fácil para la familia moverse de un destino a otro cada cierto tiempo, y su apoyo ha sido siempre fundamental para poder instalarnos bien en un país y, en mi caso, desarrollar mi labor diplomática.

P. Un recuerdo de su etapa como embajador en Chile.

R. Me voy a permitir dos: la conmemoración del V Centenario del Paso del Estrecho de Magallanes, como parte de la conmemoración de los 500 años de la I Vuelta al Mundo de Magallanes y Elcano, que celebramos en octubre del 2020 en circunstancias muy difíciles en Chile por la pandemia del Covid. A pesar de ello tuvimos la visita del buque escuela ‘Juan Sebastián Elcano’, que navegó por el Estrecho de Magallanes 500 años después de la primera travesía por esas aguas de la expedición de Magallanes y Elcano. Pude ir a recibir al ‘Juan Sebastián Elcano’ a Punta Arenas, donde fondeó acompañado del buque escuela chileno, el ‘Esmeralda’, junto al presidente Piñera, y allí rendir homenaje a la hazaña de esa primera circunnavegación.

El otro momento que no puedo dejar de recordar es el estallido social de octubre del 2019, del 18 de octubre del 2019 para ser precisos, y que cambió el Chile que conocíamos hasta entonces. Sigo muy de cerca la evolución política y el proceso constitucional del país y deseo lo mejor para ese extraordinario país, que en el caso del estallido social supo encontrar una salida institucional a una situación muy difícil y compleja.   

P. Aunque Chile no figura entre los países iberoamericanos que mayor volumen de emigración han recibido, hay en el país una numerosa, arraigada y bien asentada colectividad española en este país. ¿Es socialmente relevante? ¿Ocupa alguno de sus componentes una posición importante?

R. Sí tiene una gran importancia social, y también territorial, pues está asentada en toda la geografía del país, desde Arica a Punta Arenas pasando por Santiago, Valparaíso o Curicó. Al igual que la sociedad que la acogió, la inmigración española se institucionalizó rápidamente, y las más de 70 instituciones españolas en el país, agrupadas en la Asociación de Instituciones Españolas en Chile (AIECH), juegan un papel muy destacado en la continuidad de las relaciones entre las sociedades de España y Chile. En esa labor también realizan una gran aportación las y los cónsules honorarios de España, que en un país tan extenso y con geografía tan compleja como Chile son indispensables para asegurar la atención a los españoles en todo el territorio y para la relación con las autoridades regionales y locales.

Ha habido y hay muchos ministros, parlamentarios, empresarios e intelectuales de origen español y que mantienen la relación con nuestro país, son socios o acuden a los Estadios Españoles, son seguidores del equipo de fútbol Unión Española, uno de los históricos del fútbol chileno y el más importante de los llamados ‘clubs de colonias’, o son miembros de las Compañías de Bomberos Voluntarios españolas (las conocidas como ‘Bombas España’, de una gran tradición y muy reconocidas por el conjunto de la sociedad).            

P. Dirigida a nuestros lectores dentro y fuera de España, haga una breve reseña del nacimiento de Casa América.

R. Efectivamente, la Casa de América nació en 1992 con el Palacio de Linares como su sede, albergando el 25 de julio de ese año la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. En 2022, por lo tanto, cumplimos 30 años de vida y de actividades, tres décadas de unir y acercar España y América Latina. En esta tercera década del siglo XXI queremos seguir siendo el referente del vínculo entre Latinoamérica y España en todos los campos, del institucional al cultural, de las sociedades del mundo iberoamericano a la economía, el arte y la reflexión compartida sobre nuestra historia y patrimonio común.  

P. Casa América, antiguo Palacio de Linares. Como dicen: un palacio sin fantasma no es palacio ¿Ha visto algún fantasma referido a esta leyenda urbana?

R. Hay varias leyendas en relación con los antiguos habitantes del palacio, los marqueses de Linares, sus familiares, empleados y sirvientes, y de hecho el palacio se puede encontrar dentro de las guías de rincones encantados de Madrid. Estas historias se remontan al periodo previo a la restauración del palacio y a su reapertura como Casa de América. De momento tengo que decir que no creo haber visto nada extraño, al menos nada sobrenatural, aunque alguna responsable de un departamento de la Casa que lleva muchos años trabajando aquí sí dice haber visto y oído algo… En todo caso los ciudadanos que quieran ver todos los rincones del palacio pueden hacerlo a través de nuestras visitas guiadas los viernes (18:00 y 19:30), sábados y domingos (11:00, 12:00 y 13:00).

P. ¿En qué consiste su trabajo diario en Casa América?

R. Mi trabajo diario es muy variado y se puede decir que muy diferente en cada jornada. En primer lugar, destacaría la importancia de los encuentros y reuniones para crear vínculos y sinergias con otras instituciones y organismos. También destacaría una labor de diplomacia pública con el mundo de las embajadas americanas en Madrid. Hay otra parte de estrategia y de reuniones internas para conceptualizar la programación de la casa. Asimismo, hay que asegurar una correcta comunicación con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, así como con la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para que todos estemos implicados en las actividades de la Casa. Y también hay una no menor labor de comunicación y trabajo con las compañías e instituciones que forman parte de nuestro Alto Patronato.

Una parte esencial de mi labor es estar y participar en las actividades que organizamos desde la Casa. Y, por último, quiero destacar que en mi trabajo atiendo las solicitudes de los medios de comunicación y doy visibilidad a las actividades de la casa a través de las redes sociales. En todo caso, el equipo de Casa de América es extraordinario y son ellas y ellos los que aseguran una programación extensa, intensa, y de calidad y vigencia; al director de turno, en este caso yo, le corresponde representar a la institución, pero la actividad de la Casa se debe al trabajo de todo su personal, con independencia de la labor que cada uno desempeñemos y de que sea más o menos visible. 

P. ¿Puede explicarnos la relación de Casa América con las diferentes asociaciones latinoamericanas en España?

R. En Casa de América tenemos una intensa relación con las instituciones de ámbito iberoamericano o latinoamericano en Madrid, como lo SEGIB, la OEI, BID, CAF… además de con las embajadas iberoamericanas en España, a través de las que tenemos contacto con numerosas asociaciones y colectivos. Quiero destacar el ciclo ‘Acá es aquí’, que tiene como finalidad dar voz a la experiencia de los ciudadanos latinoamericanos en su proceso de integración en España, así como reconocer su valiosa aportación a diversos ámbitos como la sociedad, la economía y la cultura.  Aspiramos a que la comunidad latinoamericana considere a la Casa de América como su propia casa.

P. ¿Existe algún programa de apoyo al emprendedor inquieto que desea dar a conocer su proyecto de cara al exterior desde Casa América?

R. Casa de América es, por esencia, un espacio abierto para el arte, la cultura, la economía y la sociedad iberoamericana; en definitiva, una institución abierta a la ciudanía y al conjunto de las instituciones españolas y latinoamericanas y, por supuesto, a sus propuestas, reflexiones y emprendimientos en todas esas áreas que vayan en la línea de los objetivos de la Casa, en la que queremos dar cabida en nuestra programación a los jóvenes y a los nuevos talentos en los actos que realizamos en las distintas áreas.

P. ¿Casa América es una dependencia del Ministerio de Asuntos Exteriores?

R. Casa de América es un consorcio público conformado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. Desde esta realidad, tenemos un objetivo que es estrechar los lazos entre España y el continente americano, en particular en América Latina y el Caribe.

P. ¿Cree que las directrices de la Casa de América influyen de manera positiva en la intelectualidad de Latinoamérica?

R. En realidad, desde Casa de América no damos directrices, más bien queremos ser un espacio que contribuya con sus actividades a la reflexión, el diálogo y el pensamiento sobre lo que significa el espacio iberoamericano. También queremos difundir la cultura, la sociedad, la política y todo lo que ocurre en América, pero siempre como un espacio para la libre expresión de ideas. En este sentido, creo que con nuestras actividades contribuimos a la reflexión, profundización y, por lo tanto, al reforzamiento del vínculo iberoamericano.