Con el tema ‘Las leyendas negras de la hispanidad’

La ciudad de San Rafael acogió la celebración del Congreso Anual de Institutos de Cultura Hispánica

Auspiciado por el Viceconsulado Honorario de España en la ciudad de San Rafael, en la provincia de Mendoza, se celebró, el pasado mes de octubre, la 46ª edición del Congreso Anual de Institutos de Cultura Hispánica, cuyo tema central fue ‘Las leyendas negras de la hispanidad’, y al que se presentaron unos 20 trabajos y ponencias.

La ciudad de San Rafael acogió la celebración del Congreso Anual de Institutos de Cultura Hispánica

Auspiciado por el Viceconsulado Honorario de España en la ciudad de San Rafael, en la provincia de Mendoza, se celebró, el pasado mes de octubre, la 46ª edición del Congreso Anual de Institutos de Cultura Hispánica, cuyo tema central fue ‘Las leyendas negras de la hispanidad’, y al que se presentaron unos 20 trabajos y ponencias.

Durante la celebración del Congreso, se realizó una ceremonia recordatoria del recientemente fallecido presidente de la Confederación de Institutos de Cultura Hispánica, Ignacio Tejerina Carreras.

Hubo representantes de Institutos de Tucumán, San Rafael, Chubut y Catamarca. Del Instituto de Cultura Hispánica del Chubut ‘Provincia de Nueva León’ participaron la secretaria Virginia Bulacio y el presidente Carlos A. Malbarez.

Se realizó, como es tradicional, la declaración del XLVI Congreso de Institutos de Cultura Hispánica de Argentina, que dice: “La llamada Leyenda Negra Antihispana, salvo casos puntuales y particulares que siempre tienen lugar, en más o en menos, bajo cualquier régimen social o político, carece de razones que justifiquen la misma. La gestación y supervivencia de la leyenda obedece, en cambio, a usos estratégicos de sometimiento cultural, fundados en motivaciones de orden político, económico o religioso. Se trata de descalificar y desautorizar la tradición, la idiosincrasia y los valores de nuestra mestiza cultura hispano-criolla, a efectos de substituir tales vectores por otros, útiles a las señaladas estrategias de sometimiento. En función de tales conclusiones se reafirman los valores que a continuación se puntualizan: a) En el orden natural, el de la recta razón, que alcanza a todos los hombres en general, al margen de cultos religiosos, se reafirma la vigencia del Derecho natural, con sus principios fundamentales: hacer el bien y evitar el mal; el hombre es social por naturaleza, no por contrato; los hombres, aunque desiguales en accidentes, son iguales en esencia; no dañar injustamente a otro; dar a cada uno su derecho; cuidar y favorecer la vida, unirse hombre y mujer; procreación y educación de la prole; buscar la verdad y evitar la ignorancia; reconocer un orden superior al hombre, llámese diseño inteligente, causa primera, ordenadora, incausada, etc.; respetar la libertad; respetar la propiedad pero en función social. Se conviene en rechazar toda acción o iniciativa contraria a los principios enunciados. b) El orden sobrenatural, religioso o de la gracia, éste no anula ni suprime el orden natural, en todo caso lo perfecciona. En ese orden sobrenatural, las tres grandes religiones monoteístas de Occidente, en general, coinciden con los principios antes enunciados. En ese mismo orden, la Iglesia Católica, fundamento genético de la mestiza cultura hispano-criolla, debe ser sostenida como clave de bóveda del orden social y político, sin que por ello se suprima el orden natural de entendimiento entre creyentes y no creyentes. Es ilegítimo pretender afectar la creencia católica y su primacía, bajo cuyo signo se formaron tanto la Patria Chica como la Grande, en función de atender reclamos igualitarios abstractos”.