Incluye las fichas de estudiante de Federico García Lorca en esta institución

La Caja de las Letras del Cervantes recibe un cuantioso legado de la Universidad de Granada

La Caja de las Letras del Instituto Cervantes recibió un abultado legado de la Universidad de Granada en el que destacan las fichas originales de estudiante, con fotografía, de Federico García Lorca, así como numerosos documentos y libros que resumen la trayectoria de este centro fundado por bula papal en 1531. Cuando se celebren los 500 años de su creación, en 2031, se abrirá este legado, que quedó depositado en la caja que coincide con aquella fecha simbólica: la número 1531.

La Caja de las Letras del Cervantes recibe un cuantioso legado de la Universidad de Granada
Caja de las Letras Instituto Cervantes 2
Un momento de la intervención de Luis García Montero en el acto de la Caja de las Letras.

La rectora, Pilar Aranda, y los vicerrectores de Extensión Universitaria y de Docencia, Víctor Medina Flórez y Juan Manuel Martín, respectivamente, explicaron el contenido y significado de este legado, uno de los más numerosos desde que se inauguró la Caja de las Letras en 2007. Algunos documentos son una cesión temporal al Cervantes hasta el 14 de julio de 2031, y otros son una donación para la biblioteca patrimonial del Instituto.

Entre los documentos originales cedidos se encuentran los expedientes académicos de García Lorca (1898-1936), quien empezó los estudios de Derecho y de Filosofía y Letras en las respectivas facultades de la Universidad de Granada. Sus fichas de estudiante contienen fotografías del joven poeta granadino.

También son originales el expediente de examen de Estado de Gabriella Morreale (1930-2017), investigadora pionera, y el expediente personal de Asunción Linares (1921-2005), que fue la primera catedrática de una Facultad de Ciencias en España.

El legado resume la trayectoria de la veterana Universidad y es un primer paso de cara a la celebración de sus 500 años. Precisamente uno de los documentos principales depositados es la ‘Bula de fundación y privilegios’ de la Universidad: la reproducción facsímil del original manuscrito por el papa Clemente VII en 1531 (cinco años antes, en 1526, el emperador Carlos V había promovido durante su estancia en la ciudad la creación de la universidad, la única de iniciativa real en la España renacentista).

Otros valiosos facsímiles son el ‘Codex Granatensis’, posiblemente la obra más valiosa de la Biblioteca Universitaria granadina; o el primer libro de grados y actas de Claustro, en el que se registran los grados universitarios desde 1532 a 1560. Este libro recoge el expediente del Grado de Bachiller de Juan de Sessa, más conocido como Juan Latino (1518-1594), gran humanista, poeta y latinista que llegó a ser catedrático de la Universidad a pesar de sus orígenes: era hijo de una esclava negra.

El legado incluye también documentos referentes a Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), que obtuvo la licenciatura en Derecho en 1859; Blas Infante (1885-1936), considerado como el padre del nacionalismo andaluz y Salvador Vila Hernández (1904-1936), que fue rector de la Universidad, fusilado al comienzo de la Guerra Civil, al igual que Lorca.

Entre las mujeres pioneras se encuentran la reconocida poeta y bibliotecaria Elena Martín Vivaldi, Gertrudis Martínez Otero, la primera mujer licenciada en Farmacia por dicha universidad; Eudoxia Píriz Diego, la primera licenciada de la Facultad de Medicina; o las citadas Asunción Linares y Gabriela Morreale de Castro.

El director del Instituto, Luis García Montero, profesor de la universidad granadina desde 1981, agradeció el valioso legado, así como el apoyo que presta en el patrocinio de la Reunión Anual de Directores del Cervantes que se celebrará la próxima semana (del 19 al 21 de diciembre) en el recinto universitario, y que contará con la presencia de la reina Letizia. Asimismo, reivindicó la importancia de las universidades para el conocimiento y el desarrollo, y recordó los legados que depositaron en su día otras dos grandes universidades: las de Salamanca y Buenos Aires.

Pilar Aranda, que es la primera mujer rectora en los casi 500 años de historia del centro, anunció que deja una carta en un sobre lacrado para que la abra quien en 2031 ocupe el cargo de rector de dicha universidad.