Tribuna abierta de David Casarejos

2021 otro año que pasa sin pena ni gloria… ya se preocuparán otro año de la emigración

CasarejosAl final de cada año hacemos mentalmente una lista de todo lo que hemos logrado, lo que ha mejorado algo, y lo que sigue igual. Estas listas las hacemos desde diferentes perspectivas, ya sean sobre el ámbito profesional, personal o familiar, y a veces pensamos en lo que ha afectado a colectivos importantes, que a veces se olvida que existen. 

2021 otro año que pasa sin pena ni gloria… ya se preocuparán otro año de la emigración
Casarejos
David Casarejos.

Al final de cada año hacemos mentalmente una lista de todo lo que hemos logrado, lo que ha mejorado algo, y lo que sigue igual.

Estas listas las hacemos desde diferentes perspectivas, ya sean sobre el ámbito profesional, personal o familiar, y a veces pensamos en lo que ha afectado a colectivos importantes, que a veces se olvida que existen.

Hay un colectivo de gente que llevamos demasiados fines de año que parece que estamos cerquísima de lograr cubrir algunas de las aspiraciones perpetuas y anhelos de mejoras. Pero siempre acabamos igual, a punto de que solucionen algunos problemas, pero sin avances concretos. Este colectivo somos los emigrantes.

Los emigrantes en Reino Unido hemos experimentado el primer año con el nuevo sistema de inmigración, y con los cambios que ello conlleva. Algunos lo han sufrido y siguen sufriendo en sus carnes y, tras 6 meses desde el cierre del período oficial de solicitud de estatus de asentado, aún quedan decenas de miles de expedientes en el limbo legal de no saber si el Ministerio de Interior británico considera que están residiendo en el país de manera legal o ilegal.

Muchos han ido llegando con total desconocimiento del nuevo sistema y o bien fueron detenidos y repatriados, o entraron en el país y bajo el estatus de turista han intentado encontrar trabajo en los seis meses que pueden estar libremente en Reino Unido, pero desconociendo que esta manera de buscar el asentamiento en el país no esta contemplada en su nuevo sistema. En 2022 veremos las consecuencias.

Nos sigue sorprendiendo que Reino Unido sea de nuevo el país con mayor crecimiento en el número de españoles en el exterior, y ya van muchos años así. Los números que producen nuestras instituciones en comparación con los números del Ministerio de Interior británico son preocupantes, o al menos dignos de estudio.

Según la estadística del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) a 1 de enero de 2021 éramos mas de 160 mil, y sabemos que este 2021 ha subido al menos en otros 9 mil más, pero en el EUSS (nuevo programa para registrar nuestra residencia en Reino Unido) en septiembre había más de 360 mil españoles.

La lectura que tiene es que los emigrantes no se registran como nos dice la ley cuando emigran, y la falta de registro hace que nuestros gobiernos solo pongan recursos consulares acordes a los registros que ellos poseen.

El Brexit ha impulsado que la gente se registre, ya que ahora puede que fuera del paraguas de la UE necesiten más asistencia consular, o simplemente quieran ser beneficiados por las condiciones que te otorga el simple registro como residente en el exterior: acogerte a ayudas de planes de retorno, poder retornar con todas tus posesiones sin pagar IVA, etc.

Ya no se ve el mismo número de jóvenes ‘aventureros’ de los que hablaba Fátima Báñez hace pocos años… de hecho estos jóvenes ‘aventureros’ solo los veía ella, yo veía emigrantes económicos.

Los emigrantes hemos mantenido la vista en varias iniciativas y propuestas para cambios en aspectos que nos preocupan como la nacionalidad o el voto rogado y tenemos un extraño sentimiento de ‘deja vu’ respecto a 2020 o a 2019. Siempre parece que ya lo tocamos con las yemas de los dedos, pero al final siempre estamos “a 3 o 4 meses” de su aprobación.

En el caso de la ley de nacionalidad nos han cambiado la propuesta de ley completísima de Sara Vila Galán, y parece que una vez esta propuesta ha sido aparcada en la mesa del Senado, se busca aprobar la mayoría de los casos que quedan a través de la Ley de Memoria Histórica, y esperemos que nadie vuelva a confundirse y no haya enmiendas que debiliten la propuesta que está encima de la mesa.

En este aspecto nos queda claro que esta ley será de nuevo un parche temporal, como en 2007, y que habrá que seguir luchando por parecernos más a Portugal, Francia, Alemania o Italia y llegar a optar por la aplicación del ‘Ius Sanguinis’.

El voto rogado que parecía que ya no lo necesitaríamos jamás, parece que los últimos que lo vamos a sufrir seremos los castellanos y leoneses.

Los emigrantes de esta comunidad autónoma, que según los datos del 16 de diciembre publicados por el INE seguimos emigrando, volveremos a tener que rogar el voto.

Más de 180 mil ciudadanos de Castilla y León viven en el exterior y les aseguro que ninguno de los programas políticos que se presentarán a las elecciones representarán las necesidades de los más de 50 mil leoneses, o 35 mil salmantinos que emigraron de una España vaciada que cada vez se vacía más. Ni se preocuparán en hacer un guiño a través de un plan de retorno digno que nos atraiga de vuelta, ya que en realidad les venimos muy bien fuera.

De hecho, al parecer, al líder de uno de los partidos le preocupan más los niños de Cataluña y hablará más de ellos que de los 180 mil emigrantes.

…aparte de la nacionalidad, y el voto rogado, este 2021 hemos seguido con unos planes educativos para nuestros hijos españoles que son inexistentes en grandes ciudades europeas y americanas con decenas de miles de españoles, y las aulas ALCE que se usan de escaparate para mostrar lo mucho que se preocupan de los emigrantes, solo existen en un puñado de ciudades a los que se le otorgó este privilegio hace lustros, y no hay seguimiento para conocer dónde hemos emigrado y dónde hay que poner o mover estos recursos.

Los trámites burocráticos se nos siguen permitiendo hacerlos por fax, pero no hay flexibilidad para usar tecnologías más acordes a 2021. Parece que ahora hay interés en comenzar una digitalización de procedimientos que quizás nos ayude a poder disfrutar de nuestra nacionalidad sin viajes a consulados, citas imposibles, y días de vacaciones usados para renovar un pasaporte o registrar a un recién nacido.

Los más de 2 millones y 600 mil españoles en el exterior esperamos que los reyes magos nos faciliten la vida… incluso nos conformaríamos con que fueran los políticos los que hicieran su trabajo.

David Casarejos Moya

Presidente del Consejo de Residentes Españoles del centro del Reino Unido, representante por este país en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior.