La muestra sobre los grabados de Albino Fernández se traslada a Cangas donde permanecerá hasta finales de enero
La Sala de Exposiciones de la Casa da Cultura de Cangas acoge desde esta semana y hasta el próximo 31 de enero la muestra con obras del artista gallego-argentino Albino Fernández (La Habana 1921-Buenos Aires 2014) que recorre los museos de Galicia desde 2021, al cumplirse el centenario del nacimiento del autor.
Los grabados de uno de los mayores exponentes de esta modalidad artística llegan a O Morrazo tras su paso por Vigo, Ribeira y Ferrol con el objetivo de ampliar la base de conocimiento sobre los trabajos que realizó entre 1951 y 1963, que son un canto a la libertad y presentan un trasfondo social, con referencias al mundo febril y también a la España franquista.
Nacido en La Habana, pero afincado más tarde en Buenos Aires, Albino Fernández, hijo de emigrantes gallegos, pasó parte de su infancia en Chantada (Lugo), donde supo lo que es labrar la tierra en una aldea gallega. Al llegar a Argentina –a donde sus padres emigraron por segunda vez, tras abandonar Cuba–, se empapó del ambiente cultural de la capital porteña, donde recibió la influencia de maestros como Antonio Berni, Lino Enea Spilimbergo o del uruguayo Joaquín Torres García.
Más de 60 obras suyas –xilografías en blanco y negro y color– forman parte de la muestra que ahora se pone a disposición del público en Cangas y que sus hijos (Marina, Mariana y Albino) quieren dar a conocer, para revitalizar la figura de un artista de talante humilde que destacó, sin embargo, por la calidad y el rigor de sus obras.
“No gozó del mismo crédito” que otros creadores contemporáneos con los que mantuvo relación, como Luis Seoane, destacó una de sus hijas, durante el acto inaugural en Vigo, en 2021, sin embargo, son la calidad y el rigor dos aspectos que retratan su obra, de la que sus hijos se sienten especialmente orgullosos.
El historiador Carlos López Bernárdez; el guionista, director y productor Xan Leira, y el pintor Xavier Magalhães se han prestado a apadrinar la exposición de uno de los artistas de la colectividad gallega en el exterior más creativos del siglo XX.
