Carta de Amarelo de Castro en 2001

“Hoy soy más gallego que ayer y un poco menos que mañana”

En septiembre de 2001, Fernando Amarelo de Castro envió una carta a ‘Galicia en el Mundo’ para despedirse de la diáspora gallega después de 12 años al frente de la Secretaría Xeral para as Relacións coas Comunidades Galegas. Reproducimos a continuación el texto íntegro de la carta.

“Hoy soy más gallego que ayer y un poco menos que mañana”
Leyendo Galicia en el Mundo
Fernando Amarelo de Castro, leyendo 'Galicia en el Mundo', en Sidney.

En septiembre de 2001, Fernando Amarelo de Castro envió una carta a ‘Galicia en el Mundo’ para despedirse de la diáspora gallega después de 12 años al frente de la Secretaría Xeral para as Relacións coas Comunidades Galegas. Reproducimos a continuación el texto íntegro de la carta.

Desde aquellos comienzos de 1990, han transcurrido ya casi 12 años; completamos pues, tres legislaturas de gobierno presidido por Manuel Fraga Iribarne, auténtico guía y conductor de nuestra tierra en esta etapa histórica con realizaciones que han cambiado Galicia en su concepto más universal.

Me siento, personal e institucionalmente orgulloso de haber participado en esta etapa en la que hemos logrado juntos tantas cosas, conseguido la realidad de tantos objetivos y proyectos, consolidado políticas, reafirmando sentimientos de unidad, universalizando nuestras acciones, e intensificando esfuerzos que han permitido, a través de presencias y comunicación permanente, un mayor y más exacto conocimiento de una Galicia exterior, viva y fortalecida, que mira hacia el futuro sin olvidar un pasado que tanto ha representado para las Galicias y los gallegos del mundo.

Vosotros, que en el pasado y en el presente tantos gestos habéis protagonizado, y tantas acciones solidarias habéis promovido, debéis sentiros orgullosos con todo merecimiento de ser los actores, sin perder de vista vuestras señas de identidad, origen y cultura, en sociedades y países aportando trabajo, ideas e iniciativas ejemplares, que permanecerán como testigos inmutables y fruto de una galleguidad proyectada hacia el mundo.

Estos años me han permitido vivir momentos únicos e irrepetibles, sentir sensaciones de emoción y humanidad, poder entender la grandeza de la emigración y la permanente relación como vínculo de amistad, aprender a valorar hechos, actitudes y sacrificios de mujeres y hombres de nuestra tierra a lo largo de la historia, profundizar un poco más en el significado auténtico de la nostalgia, nuestra ‘morriña’, y sobre todas las cosas, aprender a ser más gallego, aproximándome a su auténtico significado, pudiendo afirmar la certeza de aquella máxima de que hoy soy más gallego que ayer y un poco menos que mañana. Mucho es lo que debo agradeceros, por lo que ha aprendido y por la experiencia adquirida.

He puesto al servicio de una idea, de unas realizaciones, de unas instituciones y de todos vosotros, gallegos nacidos en Galicia y gallegos de sangre, sin excluir a los de adopción y devoción, toda mi ilusión, capacidades intelectuales y de trabajo, de esfuerzo no habiendo recibido otra cosa que alegría y satisfacciones, con el convencimiento de un deber cumplido, y por tantas atenciones y afectos recibidos de todos vosotros en un nivel de merecimiento inferior a aquellos.

Ha llegado, después de esta intensa y sólida etapa, el momento de decir adiós, con un cierto grado de emoción, con el brillo en los ojos resultado de tantos recuerdos y relación de auténtica amistad y mutua colaboración; un adiós que con seguridad nos acercará en un afecto que, permanecerá más allá de razones con un cierto carácter institucional: Me sustituye un buen amigo relacionado, en el orden político y desde hace tiempo, con el exterior, Aurelio Miras Portugal, que hasta hoy, desempeñó el cargo de Director General de Turismo.

Por mi parte, inicio una nueva etapa no alejada de vosotros, unidos desde mi nueva vinculación parlamentaria, como Diputado al servicio de y para la emigración, entendida desde las comunidades gallegas del exterior que me permitirá seguir unido a vosotros.

Gracias. Hasta siempre