Beatriz Carballo: “Cuando uno hace las cosas desinteresadamente no espera reconocimiento, pero nos emocionó”

La Medalla del Parlamento de Galicia a la emigración gallega supuso una “emoción enorme” para los galardonados, porque es “un gran honor y un acto de justicia que los cientos de miles de hombres y mujeres que tuvieron que dejar su tierra para buscarse un futuro mejor en otros lugares” puedan disfrutar de un reconocimiento de estas características. Por eso, “estamos muy contentos y muy emocionados y lo agradecemos en nombre de todos los que trabajaron por la emigración y en nombre de todos los emigrantes, en especial de aquellos que hoy no tienen voz y no lo pueden agradecer”. “Solo el que lo vivió puede explicarlo”, dijo a ‘Crónicas de la Emigración’ Beatriz Carballo Regueira, representante de la Asociación Civil Hijos del Ayuntamiento de Zas, con motivo de la reunión extraordinaria que la Comisión Delegada del Consello de Comunidades Galegas celebró el pasado viernes en el Parlamento de Galicia, un día antes de la entrega de la medalla con la que la Cámara honró este año a toda la diáspora gallega a través de las 14 entidades que integran la Comisión.

Para Beatriz Carballo, “la obra” de la emigración gallega “fue enorme” y, “a veces, no se tiene suficiente idea” de todo lo que se hizo, “pero fue una obra inmensa, para Galicia y para el mundo, porque ni Galicia ni los países de acogida hubieran sido los mismos sin la emigración”, apostilló Carballo, quien añadió: “Ellos favorecieron a su patria yéndose y al país de acogida, llegando, por el trabajo, por la ayuda al desarrollo…”, pero “cuando uno hace las cosas desinteresadamente no espera reconocimiento”. Aún así, "nos emocionó, nos emocionó mucho que se haya reparado en ello”, puntualizó.

Discurso en el Parlamento

Como dirigente de ‘Hijos de Zas’, Carballo recogió el pasado sábado de manos del presidente del Parlamento, Miguel Santalices, la Medalla de la más alta institución de la comunidad autónoma y tuvo el honor de pronunciar un emotivo discurso en nombre de las entidades distinguidas de América: Sociedad Cultural Rosalía de Castro de Cuba, Unidad Gallega de los Estados Unidos, Centro Pontevedrés Social y Deportivo de Montevideo, además de la Asociación Civil Hijos del Ayuntamiento de Zas.

Ante el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y en un Salón dos Reis del Pazo do Hórreo repleto de invitados y autoridades, Carballo agradeció a la Cámara el reconocimiento y al Gobierno gallego, el trabajo que desarrolla en favor de la diáspora, y resaltó la contribución de la emigración gallega a la Galicia territorial, colaborando con ella en la construcción de escuelas y hospitales de un modo desinteresado.

Los emigrantes “ayudaron al progreso de Galicia y en el país de acogida construyeron otra Galicia: la Galicia universal”, recordó, y puntualizó que “gran parte de lo que constituye nuestra identidad: la bandera, el himno, la ‘rianxeira’… es legado de la emigración”; una emigración “de la que existen datos”, pero de la que se “desconoce la realidad cotidiana”, resaltó. De ahí el afán de las generaciones actuales por resaltar “el trabajo” de sus antepasados para “difundir la cultura de la región”, “con el mismo desinterés que ellos supieron poner en su momento”.

“Entendemos que la Galicia universal magnifica a la territorial porque quien tiene contacto con la emigración se transforma para siempre”, ahondó en su discurso Beatriz, para quien la Galicia universal “tendrá carácter propio, pero su manera de plasmar la vida estará siempre marcada por los valores propios de la ‘galeguidade’ que ellos [sus antepasados] nos supieron inculcar”.

Como profesional de la docencia, la representante de la Asociación Civil Hijos de Zas, que dedicó con emoción “un trozo” de esta medalla a sus padres, esposo, hermano e hijos en día tan memorable, finalizó su discurso proponiendo que la emigración forme parte de las asignaturas que se imparten en la enseñanza en Galicia. Para ello, se comprometió a colaborar “con todo lo que sea preciso” para que esta demanda se haga realidad, pese a las dificultades administrativas, que, “me consta”, dijo, pudieran existir.