La presidenta de AEGU participó, junto a más de 75 personas, en un acto para relanzar la conexión de todos los empresarios gallegos del mundo

Sandra Canedo: “La interconexión de los empresarios gallegos tiene un valor impresionante y ojalá podamos conseguirla”

Durante los últimos meses las diferentes asociaciones de empresarios gallegos en el exterior se han reunido para realizar actividades conjuntas y relanzar la idea de conectar a todos los empresarios gallegos repartidos por el mundo. “La interconexión de los empresarios gallegos tiene un valor impresionante y ojalá podemos conseguirla”, aseguró la presidenta de la Asociación de Empresarios Gallegos en Uruguay (AEGU), Sandra Canedo.

Sandra Canedo: “La interconexión de los empresarios gallegos tiene un valor impresionante y ojalá podamos conseguirla”
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Sandra Canedo, junto al actual presidente de Uruguay, Luis Lacalle, en un acto de AEGU en abril de 2019.

Durante los últimos meses las diferentes asociaciones de empresarios gallegos en el exterior se han reunido para realizar actividades conjuntas y relanzar la idea de conectar a todos los empresarios gallegos repartidos por el mundo. “La interconexión de los empresarios gallegos tiene un valor impresionante y ojalá podemos conseguirla”, aseguró la presidenta de la Asociación de Empresarios Gallegos en Uruguay (AEGU), Sandra Canedo.

La primera actividad conjunta que han llevado a cabo fue la charla ‘Claves para impulsar la motivación en la empresa’, a cargo de la presidenta de AEGARE (Asociación de Empresarios Gallegos de las Riberas del Ebro), Sara Dobarro. A la conferencia, que se realizó de manera telemática, asistieron más de 75 personas entre las que estaban el presidente de AEGAMA (Asociación de Empresarios Gallegos de Madrid), Julio Lage; el presidente de AEGA-CAT (Asociación de Empresarios Gallegos de Cataluña), Carlos Fernández; el presidente de AEGASP (Asociación de Empresarios Gallegos en São Paulo), Felipe Pousada; el presidente de UMEGAL (Unión Mexicana de Empresarios Gallegos), Antonio Cortez; y el presidente de AEGA (Asociación de Empresarios Gallegos de Argentina), Gerardo González.

“Estamos estudiando lo que puede llegar a ser un convenio o carta de intenciones para dar un poco más de formalidad a esto que se inició y hacer otro tipo de actividades, incluso de manera presencial cuando se puedan hacer en el futuro”, asegura Canedo, quien recuerda que “hay asociaciones con mucha actividad y muy pujantes y estamos intentando interconectar a nuestros asociados”. “Para nuestros asociados –asegura– tiene un valor importante el poder tomar contacto con personas de otros países pero que tienen el mismo origen”.

Canedo asegura que el conocimiento personal es fundamental a la hora de hacer negocios “porque es donde se gana la confianza” y, aunque las actividades de manera telemática permitieron continuar la actividad en este momento de emergencia sanitaria, esta abogada y notaria se muestra partidaria de las actividades presenciales porque ‘on line’ “es muy difícil ganar la confianza que da la presencialidad. Cuando tengamos la posibilidad de hacer alguna cosa presencial se va a encaminar un poco por ahí”.

Esta gallega de segunda generación explica que todavía hay mucho recorrido por hacer a la hora de conectar a los empresarios gallegos. “Creo que desde Galicia no se supo ver el potencial de la interconexión de todos los empresarios gallegos en el exterior”, asegura Canedo, quien recuerda que “en algún momento se impulsó, pero no sé porqué motivos se dejó de hacer y creo que es un potencial muy importante que se desaprovecha”. 

“Cuando Galicia quiere salir se encuentra que hay un montón de gallegos, pero que no los tiene identificados”, asegura Canedo, a la vez que reconoce que “quizás desde el exterior tampoco supimos hacerlo bien”.

De aquel impulso han quedado asociaciones que sí están funcionando y que ahora ya tienen 30 años, pero hay asociaciones que no funcionaron y están arrancando ahora. “Hay países con una presencia y descendencia gallega impresionante, pero lamentablemente están todavía muy en pañales”, asegura la presidenta de AEGU, quien espera que “este impulso que estamos dando entre todos desde fuera sirva para estimularlas”.

“Tuve la posibilidad de ver esto en sus inicios cuando en la época de Manuel Fraga se inició el sueño de crear un tejido empresarial gallego, lo que en aquel momento se llamaba la red de empresarios gallegos en el mundo, y sé que se hizo un esfuerzo grande desde Galicia, pero en aquel momento en muchos casos no floreció y en otros sí. Uno de los que funcionó es AEGU, que tenemos muchas actividades con los socios y donde se han hecho un montón de negocios”, explica Canedo. Reconoce que “esto es lo que a nosotros nos gratifica, saber que nuestros asociados se conocen en la asociación y luego hacen negocios”.

La presidenta de AEGU asegura que la interconexión de los empresarios gallegos en el mundo “nos interesa a los de fuera, nos interesa juntarnos y conocernos, no es algo que venga desde Galicia, es algo que a nosotros nos interesa por conocernos, por saber quiénes están en nuestra misma actividad en otros países y con quién podemos colaborar”.

AEGU

La Asociación de Empresarios Gallegos de Uruguay (AEGU) se constituyó en 1989 y cuenta actualmente con unos 200 socios. A lo largo de estos más de 30 años ha realizado numerosas actividades. La emergencia sanitaria por el Covid les obligó a hacer las actividades de manera telemática, pero se han mantenido activos y durante este tiempo han realizado unas 30 actividades “y seguimos preparando más”, explica su presidenta, Sandra Canedo, quien recuerda que para mayo tienen prevista charlas gracias a un convenio con el IESIDE (Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa) de Vigo y a la Universidad Católica de Montevideo.

Canedo recuerda que Uruguay es en estos momentos un país muy golpeado por la pandemia y los negocios se están viendo afectados. “Al cabo de tres meses de decretarse la emergencia sanitaria –explica la presidenta de AEGU– hicimos un encuentro para conocer cómo lo estaban pasando nuestros asociados. Elegimos empresarios de los sectores más volteados y de los más beneficiados. Evidentemente, asociados de los sectores hosteleros y de agencias de viaje lo estaban pasando muy mal porque no tienen ninguna actividad, y hay sectores que se pueden reconvertir fácilmente, pero en otros no es tan sencillo. Por otro lado, hay sectores, como los relacionados con los supermercados, a los que les va mejor”.

La situación actual es difícil, pero Canedo recuerda que “los gallegos –sobre todo los de origen– están acostumbrados a pelear y han transmitido a sus hijos lo que es pelear ante la adversidad y ante cosas desconocidas y creo que eso les ayuda para no hundirse. Ellos en su historia tuvieron que pelear ante adversidades mucho más fuertes que esta y eso les da la capacidad para poder afrontar este tipo de situaciones”.

Canedo lleva muchos años vinculada a AEGU y ha visto cómo la Asociación se ha ido transformando, ya que en sus inicios estaba compuesta por empresarios nacidos en Galicia y ahora la mayoría son descendientes, “que cuentan con otra formación y otra experiencia de vida”.

“Los empresarios transmitieron a sus hijos sus sentimientos hacia Galicia y, sobre todo, su manera de hacer las cosas. El hecho de venir a un país lejano en una época en que las comunicaciones eran muy difíciles casi nulas y con muy corta edad, transmitieron a sus hijos el valor del trabajo y el sacrificio. Todos vimos cómo nuestros padres tuvieron que luchar y pelear y tuvieron, en su gran mayoría, como objetivo darle a sus hijos lo que a ellos les faltó, que fue formación”, explica Canedo. Explica que “ahora, la gran mayoría de los descendientes están formados y, aunque muchos continuaron con las empresas de sus padres, ya hacen las cosas de otra manera”.

Canedo también reconoce que muchas veces costó esa transmisión de padres a hijos porque a los gallegos “les cuesta delegar y confiar en hacer las cosas de otra forma para lograr mejores rendimientos”. En este sentido, la Asociación realizó una actividad con padres e hijos que habían llevado a cabo esta transición para que contaran su experiencia, los problemas que habían tenido y cómo lo habían logrado. “Fue una charla muy linda porque pudimos conocer de sus propias manos las vivencias, las dificultades y el reconocimiento. Y era curioso ver cómo las historias se repetían en empresas de sectores diversos como la lechería o la automoción”, recuerda la presidenta de AEGU.