EL CÓNSUL GENERAL EN CUBA DESTACA QUE ANTES DE LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA ERAN 28.000 LOS ESPAÑOLES “Y AHORA SERÁN CERCA DE LOS 210.000”

Tomás Rodríguez-Pantoja: “La participación activa de los cubano-españoles será muy importante en un futuro no lejano”

El nuevo cónsul general de España en Cuba, Tomás Rodríguez-Pantoja, ofreció una entrevista a ‘Crónicas de la Emigración’ en La Habana, en la que trató diversos temas de interés para la comunidad española en la península y en la emigración. Rodríguez-Pantoja consideró que, con las decenas de miles de nuevos ciudadanos cubanos-españoles por la Ley de la Memoria Histórica, se fortalecerán las históricas relaciones hispano-cubanas y que las inversiones españolas en Cuba serían muy bien acogidas por el empresariado español.
Tomás Rodríguez-Pantoja: “La participación activa de los cubano-españoles será muy importante en un futuro no lejano”
Rodríguez-Pantoja mantiene un especial interés por la diáspora.
Rodríguez-Pantoja mantiene un especial interés por la diáspora.

El nuevo cónsul general de España en Cuba, Tomás Rodríguez-Pantoja, ofreció una entrevista a ‘Crónicas de la Emigración’ en La Habana, en la que trató diversos temas de interés para la comunidad española en la península y en la emigración. Rodríguez-Pantoja consideró que, con las decenas de miles de nuevos ciudadanos cubanos-españoles por la Ley de la Memoria Histórica, se fortalecerán las históricas relaciones hispano-cubanas y que las inversiones españolas en Cuba serían muy bien acogidas por el empresariado español.

Pregunta. Al cierre de 2011 ¿cuántos nuevos españoles han sido registrados en el Consulado General de España en Cuba?
Respuesta. Hay algo más de 65.000 nuevas nacionalidades concedidas a nietos por la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica. En los últimos meses no hubo apenas nuevas resoluciones de expedientes para la concesión de nuevas nacionalidades españolas sino que nos centramos en recibir el mayor número de solicitudes posible para que nadie que lo desee se quedase sin recuperar o bien adquirir la nacionalidad española. Ahora tenemos más de 110.000 expedientes pendientes de resolución. De los revisados, las denegaciones están alrededor del 4 por ciento por manifiestas falsedades o bien por falta de apoyo documental esencial.
Al final de la vigencia de la Ley, en Cuba estarán en el orden de las 180.000 nuevos cubanos españoles. Eso va a provocar que la colonia española estará en torno a los 210.000 miembros, lo que tendrá su importancia desde un punto de vista sociológico porque antes de la Ley eran 28.000 los españoles y ahora serán cerca de los 210.000, de los que casi el 80% serán los nuevos cubano-españoles que habrán adquirido la nacionalidad recientemente.
Eso se reflejará en al composición del CRE y en las propias elecciones generales españolas. En las recientes elecciones del 20 de noviembre, a pesar de las complicaciones que presentaba el voto rogado, para nuestra sorpresa hubo más de 10.000 votos y más del 70% fueron de los nuevos cubano-españoles que evidenciaron que no sólo aceptan ser titulares de una nacionalidad sino que empiezan a ejercer como tales y esto supone un importante cambio sociológico en la colonia española en Cuba.
También tenemos noticias de que algunos de esos nuevos cubano-españoles, una vez que han conseguido la nacionalidad, se han ido para España y otros se han marchado a Estados Unidos por las ventajas de tener el pasaporte español para pedir un visado y viajar a Norteamérica. Pero lo más importante para mí es que la mayoría ha permanecido en Cuba, se siente bien, y están orgullosos por el hecho espiritual y emocional y no material de recuperar la nacionalidad de sus ancestros, de sus raíces, de su tierra de origen.
Esos son los que yo digo que van a cambiar radicalmente la identidad de la colonia española en Cuba y la van a poner en el segundo lugar por número total de españoles, sólo después de Argentina.
Cuba ha sido el tercer país en número de votos de españoles en el exterior en las recientes elecciones generales. La participación activa de los cubano-españoles será muy importante en un futuro no lejano y puede llegar a tener una repercusión en España como ya se empezó a notar en estas pasadas elecciones. Los estamentos políticos de mi país comienzan ya a valorar la importancia de este hecho que redundará en una mayor y estrecha relación entre Cuba y España.
P. ¿Habrá un impacto en las relaciones hispano-cubanas?
R. El hecho de que nacidos en Cuba recuperen la nacionalidad de origen de sus antepasados acentuará la presencia de España en Cuba y dará un nuevo impulso a la relación con Cuba, país que recibió a los españoles con los brazos abiertos.
Cuba acogió a los españoles sin condiciones en unos momentos en que España pasaba una situación deprimida. La gente vino a Cuba huyendo del hambre. Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta mediados del XX los españoles se establecieron aquí y un buen número de ellos hizo fortuna, con niveles de prosperidad importantes. La gran mayoría no fueron grandes empresarios, sino gente pobre y humilde que se afincó aquí. España siente una profunda gratitud hacia Cuba. Estos nuevos cubano-españoles supongo que deben tener la misma carga emocional de sus antepasados al sentirse cubanos y a la vez españoles por sus orígenes.
Cuba no es un país extraño para ningún español. Cuando se llega a Cuba no se tiene la sensación de llegar a un país extraño, muy al contrario. Yo personalmente he servido a lo largo de mi carrera como diplomático en diez países diversos y tengo que decir que por primera vez en un país extranjero como es Cuba no me siento una persona extraña dentro de la sociedad. Me siento uno más entre los cubanos.
P. ¿Habría interés en España por las pequeñas inversiones? ¿Usted cree que los españoles que tienen familia en Cuba le ayudarían a desarrollar sus negocios pequeños o medianos, o participar en las inversiones a gran escala?
R. Creo que sí. En este momento la situación económica en España no es simplemente mala, es bastante preocupante. La única gran alternativa de las empresas para al menos paliar la situación, cualquiera que sea su tamaño, es salir fuera a buscar nuevos mercados y oportunidades de inversión.
Si Cuba ofreciese nuevas oportunidades de inversión estoy convencido de que las empresas españoles vendrían en mucho mayor número.
Las inversiones en Cuba pueden resultar muy atractivas para las empresas españoles precisamente por esos vínculos afectivos e incluso en muchos casos personales que unen a nuestros dos países. En la medida en que este país continúe por el camino emprendido de dar una mayor prioridad a la iniciativa privada a distintos niveles, estoy totalmente convencido de que eso va a representar un nuevo incentivo para la inversión española en muy diversos sectores productivos.