Rumí: “La emigración española es una gesta prolongada durante más de un siglo”

“La emigración española es una extraordinaria gesta prolongada durante más de un siglo”, declaró el pasado jueves, 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante, la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, en la inauguración de los actos de conmemoración que tuvieron lugar en la sede de su Secretaría, donde once especialistas de distintos campos relacionados con la emigración presentaron 17 obras que estudian aspectos de la misma y donde se exhibió una exposición de fotografías de rostros de migrantes, españoles que salieron fuera y extranjeros que han llegado a España.
Valorando las obras que se presentaban, cuya creación fue apoyada por la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, Rumí apreció que la memoria de le emigración española, así como su comprensión y el análisis de sus muchas dimensiones “será crucial para que las generaciones más jóvenes no olviden jamás este movimiento que llevó a millones de ciudadanos españoles por todos los rincones del mundo. Para que recordemos sus lecciones, para que incorporemos esa experiencia a nuestra realidad más próxima y para que siempre represente un activo del presente colectivo de nuestro país”.
La secretaria de Estado estuvo acompañada en el acto por, entre otros, el director general de la Ciudadanía Española en el Exterior, Agustín Torres, y el presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, Francisco Ruiz –a quien dedicó un especial saludo significando en él al más de millón y medio de españoles que viven en el extranjero–, que fueron los encargados de clausurar el acto.
Rumí apreció que la celebración del Día del Migrante tiene “una indudable y muy especial impronta para España” y que “nadie, salvo unos pocos espíritus aventureros, abandona voluntariamente su casa, su familia, sus amigos para alejarse miles de kilómetros y abrirse paso en un nuevo mundo, siempre incierto”.
Aseguró que “gestionar estos movimientos no es una tarea sencilla; a veces, para quien disponemos de alguna responsabilidad pública, va aparejada a la toma de decisiones difíciles”. “Ejerzo mi tarea con un enorme sentido de la responsabilidad aunque jamás olvido que, detrás de cada proyecto migratorio, se encuentra el origen, hasta el drama, de quien no puede vivir en su propia tierra”, declaró.
Dos corrientes entrecruzadas
Apreció asimismo que “hoy nuestro país conmemora esta fecha, en un momento en que en su piel se entrecruzan dos corrientes, la de la emigración y la de la inmigración, que de un modo u otro marcan su historia”.
En lo que se refiere específicamente a la emigración española, destacó que “es un capital inestimable que nuestro país no se puede permitir desperdiciar”, no sólo por lo que le debe a su esfuerzo sino también porque “sin ese formidable bagaje que ha comprometido a muchas generaciones, nuestro presente, los perfiles de la vida del país serían hoy muy distintos”.
“Los españoles llevamos la emigración, su historia, pegada a nuestra experiencia vital”, afirmó, señalando que quienes la protagonizaron en primera persona “la han traspasado a las siguientes generaciones con una fuerza que permanece”.
Según la secretaria de Estado, el Gobierno quiso estar a la altura “de la responsabilidad que le confiere esa historia y ese presente” y situó a los españoles que residen en el exterior “en primera línea de nuestras políticas de derechos y bienestar”, elevando su capacidad de gestión desde las instituciones con la creación de la Secretaría de Estado; elaborando un Estatuto propio para ellos que, “además de conferir y consolidar derechos, representó en sí mismo un reconocimiento a la emigración española”; reformando los instrumentos para gestión pública de los intereses de la emigración; “haciendo viable y extendiendo las prestaciones sociales que llevan bienestar y calidad de vida a nuestros compatriotas”; y reformando los órganos de participación de los residentes en el exterior.
Rumí también sostuvo que “el compromiso del Gobierno con la ciudadanía en el exterior permanece intacto en la legislatura que acaba de comenzar hace apenas unos meses”, que siguen siendo una de las prioridades de su trabajo, y consideró que se ha puesto de manifiesto con la reciente reforma para el acceso a la nacionalidad española, “que destierra agravios e injusticias históricas que permanecían desde etapas muy difíciles de nuestra historia”, y en “el mantenimiento de nuestros compromisos presupuestarios con la emigración en una situación económica nacional e internacional de dificultades”.
En cuanto a los compromisos futuros, aseguró que el Gobierno está dispuesto a seguir impulsando su “compromiso reformista con los emigrantes”, trabajando en la mejora de su situación en los ámbitos que precisan de apoyo público y, señaló especialmente, la atención a la dependencia. “La extensión a la ciudadanía en el exterior de los derechos sociales que configuran el cuarto pilar del Estado de Bienestar merecerá una actuación prioritaria en esta etapa”, explicó.
Se refirió asimismo al actual debate sobre la mejora de los procedimientos de participación electoral y la introducción de nuevas expresiones de representación de quienes viven fuera del país, del que juzgó que “debe ser abordado con rigor y sin precipitaciones, aunque deberá concluir con acuerdos políticos que promuevan importantes cambios en este ámbito”; y a las “nuevas caras de la emigración española”, las de los descendientes de quienes protagonizaron en primera persona la emigración y “también de las nuevas realidades que hoy exporta un país moderno y avanzado como el nuestro y que también son, con todo el derecho, parte de la ciudadanía española en el exterior”.
“La ciudadanía española en el exterior es ya, después de estos últimos años, una parte activa de la agenda política del país y sus intereses se han incorporado con normalidad a las prioridades de la acción pública”, sostuvo.