Mery Ballester: “La discriminación de la mujer en el extranjero es doble, por eso son tan significativos días como este”

El Día Internacional de la Mujer es para Mery Ballester, consejera general del CRE de Suiza, “un día muy importante, teniendo en cuenta que ha habido una desigualdad histórica”. No obstante, advierte, “este día no es como el de San Valentín”. Quiere decir, “no es un día para regalar flores a tu mujer”, sino “para reconocer que queda camino por recorrer en lo que respecta a la igualdad”.

Natural de Huelva, Mery Ballerter estudió periodismo y a sus 29 años reside en el país helvético donde tuvo ocasión de aprender y de emplearse en comunicación y marketing. Su experiencia en Suiza no fue un camino de rosas y reconoce que se sintió discriminada con respecto a otros compañeros que realizaban idéntico trabajo.

Pese a ser uno de los países con la renta per cápita más alta del planeta, Suiza no debe tomarse como ejemplo a seguir en políticas de igualdad, da a entender. “Aquí hay derechos que no se han conseguido aún, como puede ser la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad”. Confiesa, además, que en este país considerado uno de los más avanzados de Europa, se ha sentido en “desigualdad” con respecto a sus compañeros hombres. “He tenido jefes –sostiene– que me han dicho que no podría irme de ese trabajo porque no iba a poder encontrar algo mejor por ser mujer y extranjera”.

En su caso, no ha sido así, pero sí es cierto que “la discriminación de la mujer en el extranjero es doble”, asegura esta joven. De ahí que para ella, días como ese, en el que se pide la igualdad de la mujer con respecto al hombre, sean, si cabe, todavía “más significativos”. Porque, en el Día Internacional de la Mujer, lo que se quiere resaltar es que las mujeres son iguales a los hombres. Eso es algo que se empieza a asumir, que “el feminismo no es contrario al machismo, sino que implica igualdad”. Y eso, “hay algunos hombres que ya lo están asimilando”, apostilla.

La realidad es que, ahora, en España “estamos  empezando a cambiar las reglas del juego, aunque es cierto que queda mucho por cambiar y por trabajar”.

Por eso, la celebración de este día “es tan significativa para nosotras, porque es la manera de hacer valer ese derecho y seguir reivindicándolo”, dice, y añade que si bien es cierto que “tenemos que reivindicarlo el resto del año, estamos en proceso”.