I PLENO DEL VI MANDATO DEL CGCEE

La mesa redonda sobre derechos civiles se centra en la reforma de la Loreg y la nacionalidad

La mesa redonda sobre derechos civiles centró su atención en la reforma de la Loreg llegando a plantearse el consejero por Marruecos, Rafael Castillo, la posibilidad de dejar el Pleno. “Si nos cortan los derechos de participación, me planteo la continuidad o no en el Consejo”, dijo Castillo, quien reflexionó sobre el concepto de vecindad utilizado para suprimirle a los emigrantes el voto en las elecciones municipales.

La mesa redonda sobre derechos civiles se centra en la reforma de la Loreg y la nacionalidad
Rafael Castillo en un momento de su intervención en la mesa redonda de derechos civiles.

La mesa redonda sobre derechos civiles centró su atención en la reforma de la Loreg llegando a plantearse el consejero por Marruecos, Rafael Castillo, la posibilidad de dejar el Pleno. “Si nos cortan los derechos de participación, me planteo la continuidad o no en el Consejo”, dijo Castillo, quien reflexionó sobre el concepto de vecindad utilizado para suprimirle a los emigrantes el voto en las elecciones municipales. Según explicó, vecino, en la segunda acepción del diccionario, es quien tiene una propiedad en un sitio viva o no viva allí.

“Cuando mandaban dinero eran vecinos y ahora ya no”, se quejó Castillo, quien aseguró sentirse decepcionado “porque nosotros hemos hecho todo lo que podíamos y ellos ni siquiera nos preguntaron antes de cambiarlo”. Además, Castillo mostró sus dudas sobre la voluntad de los partidos políticos de cambiar la Loreg.
Ángel Capellán, por su parte, destacó la oportunidad que tenían en el Pleno de dirigirse a los parlamentarios y planteó la necesidad de hacer una pregunta a los partidos que “los ponga entre la espada o la pared”.
Por su parte, Eduardo Dizy, de México, habló de nacionalidad, una ley “parcheada y maltrecha”. “Ellos –aseguró– no recogieron las propuestas que nosotros les enviamos y siguen legislando fuera de la realidad”. Dizy defendió la supresión del requisito de un año de residencia para que el cónyuge obtenga la nacionalidad, “igual que se hace con el cuerpo diplomático y el personal de la administración en el extranjero” porque “nosotros también estamos fuera de nuestro país por trabajo”.
Además, Dizy pidió la supresión de la ratificación de la nacionalidad ante el registro civil consular. “Es injusto y discriminatorio” porque es “un derecho que no se debe tener que ratificar”. Según explicó la mayoría de la gente que no la ratifica es por desconocimiento y eso “se demuestra en que la mayoría de los que pierden la nacionalidad son los hermanos mayores porque luego los pequeños se enteran y ya la ratifican”.
Por su parte, Pilar Ayra, de Chile, incidió en la necesidad de que los partidos políticos se posicionen en referencia a la Loreg y aseguró que “la emigración es un grupo de presión en dos temas: voto, que hemos perdido, y representación parlamentaria y circunscripción propia en el Congreso y Senado.