Pide a los CRE y al CGCEE que participen para superar la “coyuntura crítica” de la red

La Asociación de Diplomáticos propone elaborar un plan específico para mejorar el servicio de las oficinas consulares

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) vuelve a poner sobre la mesa sus reivindicaciones para dotar de más y mejores medios a los consulados españoles, así como para lograr mejoras salariales de los funcionarios al servicio de estas oficinas.
La Asociación de Diplomáticos propone elaborar un plan específico para mejorar el servicio de las oficinas consulares
Asamblea General de ADE
La Asociación de Diplomáticos Españoles celebró recitentemente su Asamblea General.

Basándose en un informe que han elaborado y en el que identifican los problemas existentes y sus posibles soluciones, piden la participación de los españoles residentes en el extranjero, representados por los Consejos de Residentes Españoles (CRE) y el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), para elaborar un estudio más “técnico y detallado de las muchas cuestiones que se suscitan” en dicho informe que, a su entender, deberían ser subsanadas para contar con un servicio de calidad y ajustado a los tiempos.

El objetivo es “elaborar en un plazo de tiempo lo más breve posible” un ‘Plan de Acción Consular’ que cuente con un “amplio consenso y que recoja propuestas concretas, factibles y presupuestadas”, además de un “calendario de implementación de las medidas acordadas”, detallan en su informe.

Los integrantes de la ADE consideran, y así lo ponen de manifiesto en su memoria, que la red consular española sufre “un deterioro imparable desde hace años”, debido a la escasez de los presupuestos disponibles para “atender el aumento continuo de la demanda” de estos servicios. Como consecuencia de ello, se detecta “falta aguda de personal y de medios materiales” para ejercer la función encomendada, y ello “pese al meritorio esfuerzo de todos los empleados públicos de la red por mantener en todo lo posible el nivel de los servicios”.

Entre las deficiencias detectadas, detallan que las plantillas fijas de las oficinas consulares se mantienen prácticamente inalteradas desde hace veinte años, lo que contrasta con el aumento (hasta llegar a triplicarse) del número de españoles residentes en el extranjero inscritos en los mencionados registros. También aluden a que hay oficinas consulares en las que el personal total se ha reducido y que la falta de nuevas plazas fijas se intenta paliar recurriendo sistemáticamente a contrataciones temporales.

Asimismo, aseguran que en los servicios centrales del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid hay 467 vacantes de un total de 1.373 puestos, debido a que los salarios están lejos de ser competitivos dentro de la propia Administración General del Estado.

Por lo que respecta a las infraestructuras, denuncian su pésimo estado y revelan que el Ministerio dispone apenas de 13,5 millones de euros anuales para mantener más de 500 edificios en todo el mundo. En lo que atañe a la modernización del servicio, denuncian igualmente un “gran atraso en la digitalización”, así como en las aplicaciones informáticas existentes, que “están absolutamente desfasadas”, aseguran.

“Es preciso acelerar al máximo la digitalización de la red consular”, que debe tener como objetivo “liberar en todo lo posible a nuestras oficinas consulares de tareas que puedan ser asumidas por otras instancias”, apuntan.

Al respecto, piden conocer los detalles del ‘Plan de Digitalización Consular’ anunciado en 2023, que, creen “debe adecuarse a las necesidades presentes y futuras de nuestra red consular”, para lo que consideran deseable se recabe “la opinión del personal consular y de los principales usuarios antes de adoptar decisiones definitivas en este terreno”.

El cúmulo de deficiencias que el personal de las oficinas consulares detecta desde año atrás supone un atraso de meses o, incluso, de años, en la resolución de trámites que deberían llevar poco tiempo y, como ejemplo, se refieren a lo ocurrido en el Consulado español en La Habana, que tardó “más de diez años en procesar las 192.000 solicitudes de nacionalidad que recibió entre 2008 y 2012 en base a la Ley de Memoria Democrática”.

La falta de medios afecta también, según señalan, a las tareas “diplomáticas” que realizan los consulados, que deben quedar en el olvido por carecer los cónsules de gastos de representación y dichas oficinas de presupuesto propio para la realización de actividades como el apoyo a las empresas españolas, la promoción de la cultura, la educación y la ciencia española, entre otras.

El “imparable deterioro” de la red consular llevó a la ADE a crear en febrero del año pasado un grupo de trabajo para elaborar un informe en el que reflejar todas estas cuestiones. Mediante un estudio comparado con el funcionamiento de las redes consulares de doce países, el informe pretende “proponer soluciones” y “contribuir a mejorar la eficacia y a modernizar el sistema consular español, incorporando buenas prácticas en línea con las tendencias actuales en materia de atención al ciudadano y mejora tecnológica”.

Propuestas

De este modo, identifican dos cuestiones estructurales para las que es necesario “encontrar soluciones de largo plazo”. Por una parte, hablan de la “financiación sostenible de la red consular” y, por otra, de la “mejora del régimen legal y salarial del personal contratado localmente”.

Por lo que respecta a la financiación, proponen que “la totalidad o una parte sustancial de los cuantiosos ingresos generados” por la red consular (unos 120 millones de euros en 2019, corroboran) reviertan en el Ministerio para el “mantenimiento y mejora” de ese servicio, así como “estudiar un aumento de las tasas consulares” que “son con diferencia las más bajas de todos los países objeto de estudio comparado”. Como ejemplo, se refieren a los 30 euros que cobra España para la tramitación de un pasaporte, frente a los 96 en el caso de Francia, los 75 de Portugal o los 117 de Italia. Recuerda, además, que España no cobra servicios consulares que sí tienen tasa en otros países, como en los casos de expedición de salvoconducto o los trámites de nacionalidad. Italia, remarcan, “cobra hasta 300 euros por estos expedientes y un 30% de la tasa se retiene en la red consular”.

En materia de personal, califican de “urgente” actualizar los salarios en los servicios centrales del Ministerio de Exteriores y los del personal local contratado (colectivo PLEX) en aquellos puestos en el exterior en los que están por debajo del mercado local. Otro punto que destacan en este apartado es demandar respuesta a las otras reclamaciones del PLEX respecto a su régimen laboral.

En otro orden, consideran importante revisar el modelo de contratación y creación de nuevas plazas, “origen y causa de muchos de los problemas existentes”, y piden también que se aumente las plantillas de las oficinas consulares que lo necesitan con personal fijo, contando para ello con un “estudio riguroso de las necesidades y circunstancias de cada oficina consular”.

Otras medidas

Entre las restantes medidas que proponen detallan la identificación de fórmulas que permitan disponer de personal adicional para llevar a cabo las tareas diplomáticas que se mencionan; la recuperación de los gastos de representación o el establecimiento de mecanismos presupuestarios flexibles para realizar el trabajo de representación; la asignación a los consulados de presupuesto propio para actividades culturales y de diplomacia pública, la puesta en marcha de un sistema de formación continua de todo el personal consular, la inversión en materia de instalaciones a partir de un plan de mejora de la infraestructura, el análisis de la posibilidad de externalizar algunos servicios adicionales a los visados, la modernización urgente de las actuales aplicaciones informáticas consulares y la creación de un ‘call center’ (centro de llamadas) en la sede del Ministerio en Madrid para atender y filtrar las llamadas a los teléfonos de emergencia consulares.

Elevar el rango del departamento

Entre las propuestas de la Asociación destaca también la elevación al rango de Secretaría de Estado, o en su defecto, de Secretaría General, la Dirección General de Españoles en el Exterior y Asuntos Consulares. Ello no solo tendría “una fuerte carga simbólica” para los tres millones de españoles que están inscritos en el exterior, sino también “efectos prácticos muy positivos para la gestión de la red consular, para la interlocución con otros actores dentro y fuera de la Administración y para el servicio que se presta” a los ciudadanos en el extranjero.

El informe “identifica problemas” y “apunta posibles soluciones”, que los integrantes de la ADE consideran insuficientes, por lo que consideran necesario contar con un “estudio más técnico y detallado” de las muchas cuestiones que se abordan. Dicho estudio, que deberá culminar en el ‘Plan de Acción Consular’, debería contar con la aportación de “expertos” y de los “principales interesados en que las cosas mejoren, comenzando por el colectivo de españoles en el extranjero, representados por los CRE y el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior. Incluye a los empleados de la red consular, a los representantes de los partidos políticos y de todas las administraciones públicas, sindicatos y entidades y sectores privados afectados.

Una red para atender a tres millones de españoles

La Asociación de Diplomáticos Españoles ya difundió en junio de 2022 un comunicado en el que daba cuenta de la grave situación de la red consular, compuesta entonces por 86 consulados generales, dos consulados y 92 secciones consulares de embajadas, así como por unos 500 consulados y viceconsulados honorarios. Dicha red tenía como misión prestar atención a cerca de tres millones de españoles inscritos como residentes en el exterior, además de a los más 20 millones de españoles que se desplazan anualmente al extranjero y a los millones de extranjeros que viajan, residen o tienen intereses en España.

Denunciaban entonces el “proceso de deterioro” que sufrían las oficinas consulares, que “viene de lejos”, apostillaban, así como la “infradotación” de las instalaciones. Todos estos problemas se mantienen, hasta el punto de que “el estado de la red consular ha continuado deteriorándose de forma acelerada” y se encuentra en este momento en “una coyuntura crítica”, concluyen en su informe.