‘El Día de Los Indianos’ transformó, un año más, a Santa Cruz de La Palma en la ‘Perla de las Antillas’

Los indianos, un año más, transformaron a Santa Cruz de La Palma en la capital de la Perla de las Antillas. El multitudinario desembarco convirtió este lunes 4 a la capital palmera en La Habana. Desde primeras horas, a los sones de la música caribeña, una marea de diversión inundó la ciudad. Santa Cruz de La Palma, con la celebración del Día de Los Indianos, volvió a convertirse este 4 de marzo en el corazón del Carnaval de Canarias.

El Día de Los Indianos, una fiesta que simboliza el hermanamiento entre las islas de La Palma y Cuba, principal destino de la emigración canaria a comienzos del siglo XX, congregó a miles de personas que, atraídas por esta singular celebración, caracterizada por el blanco de los trajes y de los polvos de talco, la cuidada ambientación, la música cubana y la sana diversión, arribaron desde todas las Islas y desde más allá del Archipiélago.

Para garantizar el normal desarrollo de la jornada se establecieron excepcionales medidas de seguridad que tenían como objetivo que ‘Los Indianos’ sigan siendo unas fiestas caracterizadas por la ausencia de incidentes.

Trasladado desde hace años el epicentro de la fiesta a la mañana y mediodía del lunes, la jornada arrancó desde las 10:30 horas en el atrio del Ayuntamiento con ‘La Espera’, la parodia del recibimiento indiano creada por los actores Pilar Rey y Antonio Abdo. El grupo Cuarto Son fue el encargado de iniciar las actuaciones de música cubana que llenaron Santa Cruz de La Palma durante todo el día.

En el otro extremo de la ciudad, la fiesta se inició a las 10:00 horas en la plaza de La Alameda, un escenario especialmente indicado para quienes quieren disfrutar de Los Indianos sin las aglomeraciones del centro. En este lugar se sucedieron durante toda la mañana las actuaciones de los grupos Punto Cubano, Tiramasil, Los Viejos y la Parranda de Teror.

En torno a las 11:30 horas se produjo la llegada al Puerto capitalino de la comitiva indiana, encabezada por el popular personaje de la Negra Tomasa, que encarna Víctor Lorenzo Díaz Molina, Sosó. Este año el Ayuntamiento apostó por reforzar el acto de recepción en el Puerto, por lo que preparó un recibimiento especial, escenificando un verdadero retorno inmigrante, para lo que además de contar con una embarcación de mayores dimensiones hubo una comitiva más numerosa. Musicalmente, la llegada estuvo ambientada por el grupo Parranda La Laja y, una vez producido el desembarco, la Conga de la Negra Tomasa, que interpretó el ya popular Sangre Indiana, de Fran Medina. 

Tras la llegada al Puerto, el foco de atención se desplazó nuevamente a la plaza de España, donde la música vino de la mano de Orillas del Son y el baile de la asociación Mil y Un Pasos. El momento álgido de la fiesta llegó con la entrada en la plaza de la Negra Tomasa, acompañada por el alcalde, por el cónsul de Cuba en Canarias, Ulises Barquín Castillo, y por la concejal de Fiestas, para bailar al ritmo de la Conga y ser recibida por la multitud. En ese momento tuvo lugar el descubrimiento de la placa que renombra el centro de la ciudad como plaza de La Habana.

La fiesta prosiguió tanto en la plaza de España, donde actuó el Sexteto Palmero, como en los otros escenarios de la ciudad. La Negra Tomasa acudió a esa misma hora al Recinto Central, donde arrancó el Gran Festival Latino, que se prolongó hasta la madrugada con la música de los djs latinos Pello y Bembé, los grupos Troveros de Asieta, Changó y Son del Caney y la orquesta Tropicana. Mientras, en La Alameda, tuvo lugar la actuación de Pepe Benavente, a la que se sucedieron hasta la noche las de la Parranda La Laja, El CarderoPuntoCom y Los Boinas.