El Gobierno asturiano asegura que la emigración vuelve a ser protagonista

El Gobierno del Principado de Asturias, presidido por Javier Fernández, hizo balance la semana pasada tras cumplir sus primeros 100 días, tras la toma de posesión el 28 de mayo. Han sido 100 días, según fuentes institucionales, caracterizados por la normalidad democrática y la seriedad institucional, en los que las políticas de emigración recuperaron su protagonismo con la constitución del pleno del Consejo de Comunidades como órgano asesor del Principado.
Este periodo de tiempo ha permitido solventar una grave crisis política para encarar desde el autogobierno los retos de la mayor recesión económica conocida en España y Europa en las últimas seis décadas.
Además, el portavoz del Ejecutivo del Principado de Asturias, Guillermo Martínez, destacó el pasado miércoles, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que los primeros cien días de gobierno se han caracterizado por la normalidad democrática y la seriedad institucional, frente a la “grave crisis política” precedente.
El consejero de Presidencia y portavoz indicó que la principal tarea a la que se ha enfrentado el Gobierno de Fernández en sus primeros cien días es la recesión económica, la mayor conocida en Europa en las últimas seis décadas, según ha añadido.
Martínez opinó que a esa crisis económica en Asturias se sumó antes una crisis política –en referencia a la legislatura de diez meses en que el presidente de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, fue jefe del Gobierno–, para crear “la borrasca perfecta”.
Entonces, agregó que el gabinete de Fernández tuvo que ofrecer como réplica la serenidad democrática.
Entre los hitos en materia económica el portavoz resaltó los proyectos de ley para endeudamiento y para el pago a proveedores y el Plan Económico Financiero que aprobó el CPFF tras rechazar el que presentó el Gobierno de Cascos.
En su relación con el Parlamento, el Ejecutivo, además de enviar dos proyectos de ley, dio  82 respuestas, mientras que Fernández y los consejeros comparecieron en quince ocasiones, catorce a petición propia, en pleno o en comisión.
“Han sido cien días sin exclusiones, cien días sin excentricidades, cien días sin ajustes de cuentas”, opinó.