Con piezas rescatadas de la naturaleza, esculpidas en madera de castaño autóctono

El escultor lucense Darriba Caralladas exhibe ‘Natureza redimida’ en la Casa de Galicia en Madrid

‘Natureza redimida’ es el título de la exposición de esculturas que el artesano y escultor en piedra y madera lucense Darriba Caralladas –nombre artístico de Xosé Darriba Castro– muestra hasta el próximo día 29 en la Casa de Galicia en Madrid.

El escultor lucense Darriba Caralladas exhibe ‘Natureza redimida’ en la Casa de Galicia en Madrid
Darriba explicando una pieza
Darriba explicando una pieza.

‘Natureza redimida’ es el título de la exposición de esculturas que el artesano y escultor en piedra y madera lucense Darriba Caralladas –nombre artístico de Xosé Darriba Castro– muestra hasta el próximo día 29 en la Casa de Galicia en Madrid. Hace referencia a las características de las piezas que la componen: todas parten de estructuras halladas en la naturaleza en las que Darriba descubre las formas, animales y objetos que albergan. Son 15 obras esculpidas en madera –de castaño autóctono, en su mayor parte– combinando en algunas de ellas algo de piedra.

En representación del delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega, el escultor fue presentado por el coordinador de Actividades Culturales, Ramón Jiménez, quien resaltó el valor de su obra. “Darriba nos dice, con una humildad proverbial, que sus obras están hechas con las estructuras que la Naturaleza le regala, lo cual es cierto, pero no es menos cierto que sin el artista que lleva dentro no podría sacar las maravillosas formas que él encuentra dentro de esas estructuras para recreación de nuestra imaginación”, afirmó, subrayando también que trabaja con materiales nobles como son la madera y la piedra.

“Mis obras son siempre hechas a partir de estructuras que la naturaleza me regala, es decir, que la naturaleza me da el material y yo pongo a funcionar el pensamiento para ver qué quiere decir, qué animal y objeto debo tallar en ella”, corroboró Darriba, insistiendo en que “es muy raro que tire un árbol para hacer una escultura” y en que trata “de hacer de la muerte vida” siguiendo las vetas de la madera.

Darriba procede de una familia de labradores, emigró a Suiza en 1982 y después de 14 años volvió a su tierra, donde aprovecha la inspiración de los muchos países que ha visitado en esos años de emigración y comienza a trabajar en piedra y madera, observando lo que la naturaleza le ofrece para hacer sus esculturas.

El polifacético Ricardo Polín, autor de varios libros sobre el Camino de Santiago y prologuista del catálogo de la exposición, dice de Darriba que “rescata guijarros y cascajos que el vulgo ha desechado, residuos de materia inerte ya en sus formas primarias, y redime de trivial frivolidad toda energía oculta en la raíz enredada”.