Camilo Seira refleja su experiencia vital en la muestra ‘De lo espiritual en la materia’

‘De lo espiritual en la materia’ es el título de la exposición que el artista Camilo Rodríguez, ‘Camilo Seira’, muestra en la Casa de Galicia en Madrid. Natural de Padrón, ‘Seira’ ofrece en este trabajo una veintena de obras realizadas en piedra, madera, bosta y otros materiales. “Me gustaría que las personas que visiten la sala en la que está mi obra puedan respirar lo mismo que yo percibo en mi entorno natural”, reconoce, tras afirmar que se trata de “la materialización de un largo proyecto”, realizado en un cuaderno como bocetos, en los que trabajó casi un año y que ahora han cobrado cuerpo.
Esta exposición supone un cambio en su trayectoria profesional, “muy diferente a lo que yo hacía hasta ahora” (en especial monumentos en piedra de gran formato, algunos de hasta seis metros), dice el artista, “pero es el fruto de toda la experiencia personal y vital”. Camilo es un gran amante de la naturaleza y los animales, en especial de los caballos y la cetrería. “Me gusta utilizar diversos elementos como huesos o plumas porque creo que de este modo, además del ADN del animal, también está su espíritu, su esencia”.
En el acto de inauguración, el coordinador de Actividades Culturales de la Casa de Galicia, Ramón Jiménez, explicó a los asistentes parte de la formación de Seira, que “comenzó su andadura a la vieja usanza, siendo al principio de su vocación aprendiz y ayudante en el taller de un conocido escultor compostelano, Fernando Blanco, discípulo a su vez de Asorey. Después continuó su formación en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos ‘Maestro Mateo’ de esa ciudad, y posteriormente, se licenció en Bellas Artes en la Facultad de Pontevedra. En la actualidad, es profesor de escultura en la Escuela de Canteiros de Poio en Pontevedra”.
Para Jiménez, se trata de “una exposición donde la materia, los materiales de los que se ha servido el artista para realizar las esculturas son de lo más variado, con lo que parece querer demostrarnos que es posible insuflar el espíritu en cualquiera de estas piezas, por humilde que sea la materia de la que se ha compuesto, o quizá precisamente por eso, pues si la inanimada piedra es siempre uno de los “pesos pesados” de los materiales de los que se sirve un escultor, aquí no es sólo la piedra sino también la madera –fibra vegetal procedente de esos seres vivos que son los árboles–, cuyo peso específico no es menor. Y así podemos continuar, en el caso de Camilo, con otros materiales como son el hueso, las telas, las plumas, étc… hasta descender hasta la más sencilla de todas, la que quizá más nos impresione en este grupo de esculturas, me refiero a la bosta de vaca, lo que me trae a la memoria la famosa frase de Santa Teresa de Ávila de que Dios también está entre los pucheros”.
Por su parte, el periodista Pepe Domingo Castaño señala en el prólogo del catálogo de la muestra: “Caminando por Padrón, el pueblo en el que compartimos en amor y morriña, me encuentro la obra de Camilo jugando a ser Galicia en cada esquina, en cada escultura... Ahora le miro desde la distancia y me encuentro a un Camilo más hecho, más profundo, más divino y menos humano, empeñado en darle forma a los mitos y leyendas que hacen guardia de historia en las tierras del Sar”.