Se congregaron en torno a un cocido gallego preparado por los directivos de la casa

La Asociación Hijos de Zas en Buenos Aires celebró su fiesta patronal con unos doscientos compatriotas

La Asociación Hijos de Zas en Buenos Aires celebró, el domingo 20, su fiesta más importante del año, la Fiesta patronal de la Virgen del Carmen. La celebración reunió en la sede de la institución, en el barrio porteño de la Boca, a unos doscientos compatriotas en torno a un cocido gallego preparado por los directivos de la casa.

La Asociación Hijos de Zas en Buenos Aires celebró su fiesta patronal con unos doscientos compatriotas

La Asociación Hijos de Zas en Buenos Aires celebró, el domingo 20, su fiesta más importante del año, la Fiesta patronal de la Virgen del Carmen. La celebración reunió en la sede de la institución, en el barrio porteño de la Boca, a unos doscientos compatriotas en torno a un cocido gallego preparado por los directivos de la casa, bajo la batuta del expresidente de la institución Manuel Busto.

Antes, por la mañana, los socios creyentes participaron en una misa en la iglesia San Juan Evangelista. La banda de gaitas de la Asociación acompañó en procesión a la Virgen, que partió desde la sede de Hijos de Zas hasta la Iglesia, desfilando por las calles de este barrio popular que creció a comienzos del siglo XX por el continuo flujo de inmigrantes que llegaba desde Europa.

Durante la ceremonia, además, se entregaron los escapularios de la virgen traídos directamente de la Cofradía de la Virgen del Carmen, en Zas. “Las personas que reciben el escapulario quedan inscritas de por vida y la oración es por siempre”, explicó la presidenta de la Asociación Hijos de Zas, Beatriz Carballo, y avanzó: “Como saben, la oración de la Virgen es infinita, es una de las cosas más valiosas para los cristianos, que creemos que el sábado después de nuestra muerte nos va a sacar del purgatorio para llevarnos al cielo”. “El escapulario –ahondó Carballo– ofrece una protección muy profunda para todos los males del alma y del cuerpo y para todos los fenómenos de la naturaleza, por eso difícilmente los marineros salen a navegar sin su escapulario”.

Luego de la misa, en la sede de la asociación comenzó la fiesta, que este año animaron la Agrupación Folklórica Baixo Miño y los cuerpos de baile y música de la institución.